El buque Astoria cerró el pasado domingo una semana de gran actividad crucerística en la ciudad con hasta 7 escalas en el puerto coruñés, incluída la no programada que realizó el Ventura el viernes para llevar a cabo una evacuación médica.  Un destacado movimiento que se toma un respiro por unos días antes de afrontar la frenética recta final del mes de mayo cuyas previsiones apuntan a un total de 10 recaladas en tan sólo 7 días.

El longevo Astoria cerró el domingo una semana cargada de escalas de cruceros en A Coruña.

Procedente del puerto de Vigo el veterano Astoria apareció en la ría herculina poco antes de las seis y media de la tarde. Su tardía hora de llegada obedecía a que su parada en tierras coruñesas era tan sólo un breve alto en el camino para recoger a parte de su pasaje, que a primera hora de la mañana había desembarcado en la ciudad olívica, una táctica ésta la de utilizar dos puertos para una misma escala que usan algunas navieras para «obligar» a sus cruceristas a que contraten las excursiones de la compañía. A bordo de la nave de bandera portuguesa llegaron, o más bien zarparon, unos 500 turistas.

Llegó pasadas las seis de la tarde, hora poco habitual para este tipo de buques.

Qué decir de este barco que no haya explicado ya antes en el blog. Pese a que por su aspecto o tamaño pueda pasar desapercibido para la mayoría del público, estamos antes uno de los navíos más famosos de cuantos surcan los mares y cuyo dramático y fascinante pasado eclipsa practicamente cualquier otro aspecto de su vida. Construído en 1948 el actual Astoria, la última de las más de 10 denominaciones que ha portado a lo largo de sus casi 70 años de historia, es el segundo buque de cruceros más longevo actualmente en activo, sólo superado por el bellísimo velero Sea Cloud, que data de 1931.

El «Matusalén» de los buques de cruceros: Pese a que 69 años no es una cifra nada despreciable, al Astoria lo supera en edad como buque de cruceros en activo el elegante velero Sea Cloud, con sus ¡86 primaveras!.

A pesar del mérito que supone alcanzar esta estratosférica marca de longevidad hay que aclarar que a diferencia del mencionado Sea Cloud u otros viejos rockeros que siguen al pie del cañón en la industria del crucero, como es el caso del Marco Polo, el Astoria es un buque que practicamente se construyó desde cero a principios de los 90, fecha en la que fue rehabilitado desde la línea de flotación como un barco de cruceros moderno en la ciudad de Génova. Quizás no quede ni un sólo remache de aquel navío llamado originalmente Stockholm convertido muy a su pesar en leyenda flotante por haber participado de manera completamente involuntaria en el hundimiento del Andrea Doria en 1956, uno de los naufragios de buques de pasaje más famosos de la historia. Para bien o para mal, nuestro protagonista de hoy tendrá que cargar siempre con esa pesada losa (en algunos lugares de Italia, lugar de procedencia del malogrado «liner» aún se refieren al actual Astoria como «la nave della morte»), pero a la vista de su longeva carrera parece que ésto no le ha perjudicado en absoluto.

Cuesta creer que el buque de esta foto, con su desintegrada proa, sea el mismo que el pasado domingo visitó A Coruña. De todas maneras poco queda del original Stockholm que en su día  mandara al fondo del Atlántico al afamado Andrea Doria. En aquel famoso accidente murireron 46 personas.
(Foto: autor desconocido)

Tras mil y una aventuras comerciales en la actualidad el Astoria se encuentra «pluriempleado» ya que trabaja para dos navieras; por un lado está charteado a la británica Cruise & Marítime Voyages, que explota comercialmente la nave durante los períodos de marzo a abril y de septiembre a octubre. La temporada de verano el buque es subalquilado al touroperador francés Rivages du Monde, especializado en cruceros fluviales de marcado carácter cultural pero que desde la temporada pasada ofrece una alternativa oceánica a bordo de este veterano de los mares. El crucero que trajo al Astoria el pasado domingo a la ciudad herculina es una ruta para esta compañía gala.

El Astoria llegó el domingo a la ciudad navegando para el touroperador galo Rivages du Monde. Su logo preside la chimenea del navío.

Por muy reconstruído que fuera en la década de los 90 del siglo pasado, el hecho de que el Astoria siga pateándose los mares a estas alturas de su vida constituye un auténtico milagro que se repite cada año cuando su contrato es renovado por una temporada más. Dicho milagro parecía haber llegado a su fín hace poco más de un año cuando Cruise & Maritime Voyages anunciaba en un comunicado que el Astoria dejaría su flota a finales de abril de 2017. La razones que podrían estar detrás de esta decisión tendrían que ver con la última adquisición de la compañía de Essex, el «nuevo» Columbus (ex-Arcadia y ex-Pacific Pearl) que está a punto de entrar en servicio con sus nuevos colores. Sin embargo en un sorprendente y feliz giro de los acontecimientos la naviera británica ha revocado la decisión y mantendrá en su flota al buque de las fotos un año más. Casi 70 años después el Astoria sigue haciendo milagros.

Parecía imposible pero el Astoria ha visto prorrogado su contrato con Cruise & Maritime Voyages una temporada más.

Los nuevos planes señalan que tras desembarcar a sus pasajeros el próximo 27 de octubre en el puerto de Venecia el Astoria finalizará su sesión de cruceros con Rivages du Monde y pasará la campaña invernal inactivo a la espera de iniciar la temporada 2018 con Cruise & Maritime Voyages (CMV) el 8 de marzo, una serie de 6 itinerarios con salida desde Tilbury (el puerto de Londres) y recorridos por las Islas Británicas y el Norte de Europa. A principios de mayo el buque pasará a operar de nuevo con Rivages du Monde durante toda la temporada de verano para, a principios de septiembre volver a lucir la librea de CMV ofreciendo desde los puertos ingleses de Poole y Portsmouth un total de 7 rutas por el Báltico hasta finales de octubre. El último día de este mes finalizará el contrato de chárter y una nueva incertidumbre laboral aparecerá por la proa del navío a la espera de que el futuro le depare un nuevo trabajo, una situación por la que esta nave ha pasado en infinidad de ocasiones y que, al menos hasta ahora, ha logrado superar siempre.

El Astoria pasó la última temporada invernal amarrado en el muelle de Comercio de Vigo donde durante tres meses fue sometido a diversos trabajos de remodelación que se centraron sobre todo en su mobiliario.
(Foto: Javier Alonso)

Tras una breve estancia en A Coruña que apenas llegó a las dos horas, sobre las nueve de la noche y con las últimas luces del día el Astoria reemprendió viaje  poniendo rumbo al puerto de Le Havre, parada habitual de los cruceros para que sus pasajeros puedan visitar París. Si las previsioines se cumplen volveremos a ver a este incombustible buque surcando aguas de la ría coruñesa el próximo 30 de agosto.

El Astoria se despide de la ciudad hasta finales de agosto.
Agradecimientos a Javier Alonso, al que le he tomado prestada una foto de su magnífico blog.

Salvo las que indiquen lo contrario, las fotos de esta entrada han sido realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.