A lo largo de los próximos días continuaré el repaso de todas las escalas que se produjeron en el puerto herculino la pasada semana, 7 días de gran actividad crucerística con hasta 8 recaladas de naves de pasaje. El jueves fue el turno de los buques Independence of the Seas y Pacific Princess.

El cuasicoruñés Independence of the Seas fue uno de los protagonistas de la jornada del pasado jueves.
(Foto: Manuel Candal)

Y como siempre la cronología del relato viene marcada por el orden de llegada. Cuando el reloj marcaba las nueve y media de la mañana aparecía en el horizonte el Pacific Princess que procedente del puerto francés de Le Havre arribaba a la dársena herculina con casi 700 pasajeros a bordo. Minutos más tarde de las 10 la nave de bandera bermudeña finalizaba su compleja operación de atraque, con revirada incluída, en el muelle de Calvo Sotelo Sur al quedar la totalidad del muelle de trasatlánticos reservado para su compañero de amarre de esa jornada.

El Pacific Princess fue el primero en llegar.

Con todos los pasajes vendidos, el Pacific Princess se encuentra realizando un crucero que lleva por título un escueto  «European explorer» que no deja intuir mucho salvo que la singladura discurre por el viejo continente. La misma comenzó el pasado 25 de septiembre en el puerto inglés de Dover e incluye escalas en Le Havre, A Coruña, Gibraltar, Barcelona, Sete (Francia), Mónaco y Livorno antes de concluír el viaje en Civitavecchia, el oficioso puerto de Roma. La naviera Princess Cruises ofrecía la posibilidad de unir este crucero con el siguiente itinerario aumentando la duración del viaje hasta los 23 días y desembarcando en Venecia tras haber recorrido parte del Mediterráneo oriental.

Tan pronto como el Pacific Princess hubo finalizado la maniobra de atraque las cámaras de los shipspotters tuvieron que apuntar de nuevo a aguas abiertas porque el segundo de los protagonistas del día pedía paso. Deprisa, muy deprisa llegaba el Independece of the Seas a la ría herculina, tan deprisa que adelantaba su teórica hora de llegada en algo más de 45 minutos. La razón de tanta prisa era una emergencia médica a bordo que obligaba a realizar la evacuación de un pasajero con la mayor celeridad posible. A su llegada a A Coruña el megacrucero de Royal Caribbean procedía de Funchal y traía a bordo a unos 3.500 cruceristas.

Una evacuación médica obligó al Independence of the Seas a adelantar su hora de llegada a la ciudad.

 «Sunshine in the Canaries» rezaba el título de la travesía que estos días realizaba el Independence of the Seas, un crucero de 14 noches de duración con salida desde Southampton y paradas en Vigo, Lisboa, Cádiz, Arrecife, Gran Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, Sta. Cruz de la Palma y la mencionada Funchal. Como ya ha ocurrido en incontables ocasiones con la llegada de este gigante de los mares a nuestra costa, A Coruña era la última escala de un viaje que concluiría en el mismo punto de partida el pasado sábado.

 La presencia del Independence of the Seas en la ciudad, el más coruñés de todos los buques de cruceros, es siempre sinónimo de una importante cifra de pasajeros, y si a eso le sumamos la coincidencia el mismo día de otro barco los número alcanzan niveles pocas veces vistos: en total la jornada del pasado jueves dejó en la ciudad a un total de 4.200 pasajeros, una cifra que si bien no establece ningún récord (la marca a batir son los 6.500 cruceristas llegados el día 6 de septiembre a bordo de los buques Azura, Britannia y Hebridean Sky) quedará como una de las jornadas más multitudinarias del año en los muelles coruñeses.

Es hora de hablar un poco más en detalle de los dos protagonistas del pasado jueves. Y qué decir que no haya dicho ya en el blog sobre el archiconocido Independence of the Seas. Sin lugar a dudas en la historia crucerística de nuestra ciudad habrá un antes y un después desde el debut de este navío, que tuvo lugar el 27 de noviembre de 2010. Desde aquella histórica fecha muchas han sido las escalas protagonizadas por el gigantesco buque de Royal Caribbean en aguas de Marineda, unas 30, lo que provoca que su impacto visual ya no sea tan grande como en sus primeras visitas. Aún así su estancia en el muelle de trasatlánticos  coruñés siempre levanta expectación gracias a unas colosales medidas que pocos pueden igualar y que repasaré a continuación.

El Independence of the Seas es uno de los buques de cruceros más grandes que puede verse atracado en un puerto.

Construído en los astilleros finlandeses Kvaerner Masa (hoy Meyer Turku) y puesto en servicio en mayo de 2008, el Independence of the Seas era en el momento de su botadura el buque de cruceros más grande de todos los tiempos y a día de hoy ocupa el puesto número 11 del ránking; el MSC Meraviglia fue con su entrada en servicio el pasado mes de junio el encargado de  apartarlo del top 10. Hablamos de un buque de 154.407 toneladas de registro bruto y que presenta unas dimensiones principales de 339 metros de eslora, una manga de 38´6 metros en la línea de flotación que alcanza los 56 metros entre las alas del puente y un calado de 8´8 metros. De sus 18 cubiertas totales 15 están dedicadas en exclusiva al pasaje y en ellas el Independence puede acomodar a 4.370 pasajeros en capacidad máxima alojados en alguno de los 1.817 camarotes de los que dispone. De ellos 842 (el 46%) tienen terraza privada.  La propulsión del Independence of the Seas es diesel eléctrica: cuenta con 6 diésel Wärtsila 46 V12 capaces de producir 75.600 KW. Parte de esa potencia alimenta a los tres motores eléctricos suministrados por ABB encargados de propulsar la nave. De los 3, 2 son azipods, o pods azimutales, capaces de girar 360 grados, mientras que el central es fijo (fixpod). Con este sistema no son necesarios ni hélices ni timones convencionales.

El Independence OTS dispone de casi 2.000 camarotes.

Me queda hablar del más pequeño del dúo, el Pacific Princess pero eso será ya en el próximo post. De momento lo dejamos aquí.

Salvo las que así lo indican, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas
ellas.