Los años me han ido enseñando que nada es blanco o negro; hay una gran gama de grises con los que poder definir todo tipo de circunstancias e incluso a veces ni siquiera podemos quedarnos con un tono en concreto para describirlas y la «cosa» depende de según como lo mires. Quizás les haya dejado un tanto desconcertados con este inicio pero viene muy a cuento en esta ocasión porque en torno a ella gira la historia que les voy a contar hoy aprovechando que uno de su protagonistas, el buque noruego Fram, lo fue también el pasado viernes 5 de abril en el puerto de A Coruña donde permaneció atracado por unas horas.

(Foto: Jose R. Montero)

El pequeño buque de expedición noruego llegó a aguas de la bahía coruñesa sobre las 12:00 horas en una visita a la que ya nos tiene acostumbrados y que se produce cada año por estas fechas cuando el navío realiza su habitual crucero de reposicionamiento para la campaña de verano que transcurrirá por aguas del Océano Glaciar Ártico.

Pese a su pequeño tamaño, normal en este tipo de unidades tan especializadas, sus 12.700 toneladas de registro bruto, 114 metros de eslora y 20.2 metros de manga resultan muy llamativos gracias a su apariencia robusta remarcada por los colores de su casco, imagen corporativa de su naviera, la Hurtigruten. ¿Estética?, bueno, eso es algo realmente subjetivo y para gustos pintan colores (o en el caso que nos ocupa, barcos), así que repitiendo la frase del encabezado depende de como lo mires. Juzguen ustedes mismos.

(Foto: Jose R. Montero)

Y es que el punto de vista puede variar la forma de valorar la estética de un objeto o la manera de enunciar un hecho; es algo que vemos en nuestra vida cotidiana cuando ponemos uno u otro informativo y la misma noticia es comentada de mil maneras distintas según le vaya en ello a la cadena que lo emite. El espectador es el encargado de escoger la versión que más le guste en función de lo que quiera oír; es la llamada «objetividad al gusto del consumidor». La historia que nos ocupa hoy tiene un poco de orgullo escandinavo combinado con una buena dosis de narcisismo británico; agréguenle un poco de hielo y el resultado es un refrescante cóctel en forma de incidente diplomático que como suele ser habitual en este tipo de casos nace de un hecho insignificante alimentado por los vicios propios de los países implicados hasta casi convertir una nimiedad en una cuestión de estado.

HMS Protector,  el otro protagonista de esta historia.
(Fuente: wikipedia)

Para contar de que va todo este asunto hay que remontarse unas semanas atrás, concretamente a mediados del mes de enero. Por aquellas fechas nuestro pequeño pero intrépido protagonista de hoy se encontraba navegando cerca del Polo Sur allá por el paralelo 63. Lo que para muchos buques supondría una ruta de pesadilla para nuestro Fram es el pan nuestro de cada día y gran parte del año la pasa devorando millas en regiones tan inhóspitas como ésta, pero no hay que olvidar que el Fram no es un buque de crucero más de los muchos que navegaban a lo largo y ancho de los mares; estamos ante una especializada unidad con un casco reforzado que le hace entrar en la categoría 1B de la clasificación de buques para navegar entre hielo (por encima de esta categoría sólo están los 1A y 1A Super, rompehielos y bestias similares que se comen el hielo sin inmutarse). Así pues nuestro Fram tiene el «carnet» para navegar en zonas con hielo bastante denso pero quizás no entre tanto como el que se encontró a finales de enero…

En el mapa aparece señalado el punto donde tuvo lugar el incidente del Fram
una zona vulgarmente conocida como «quinto pimiento» y en ocasiones  
denominada con expresiones mucho más groseras.
 (Fuente: bbc.co.uk)

La sexta visita del año a la Antártida trajo más hielo de lo habitual, incluso para un buque tan capacitado como el Fram, que vio como en poco tiempo una capa de hielo de hasta 4 metros de espesor rodeaba la nave hasta impedir totalmente la navegación. Aquí entra en liza nuestro segundo protagonista de la historia, el buque de la marina británica HMS Protector, que (oh casualidad) se hallaba en la zona y acudió raudo al rescate del barco atrapado consiguiendo abrir una brecha en el hielo circundante y haciendo de guía para lograr salir de aquel gélido atolladero. Claro que ésta es la versión inglesa; al menos así apareció reflejada al día siguiente de la intervención en la página web de la Royal Navy donde la noticia era calificada en grandes titulares como «exitosa operación de rescate en la Antártida«. Se conoce que algún noruego debió leer la historia y no debió gustarle lo que vió porque al día siguiente la naviera Hurtigruten, propietaria del Fram, emitió un comunicado en donde exponía su versión de los hechos.

Vista del Fram desde el HMS Protector que acude raudo y veloz al «rescate» 
de la nave noruega.  A la vista de la foto la situación parece más complicada 
de lo que en realidad es. 
(Fuente: navynews.co.uk)

Al parecer, según los noruegos, debido a la densidad de hielo ese día el capitán del Fram tomó la decisión de anular una de sus paradas previstas en Brown Bluff, un volcán helado que constituye una de las principales atracciones turísticas de la zona, sin embargo el HMS Protector, situado a pocas millas, les comunicó que si querían llegar hasta allí ellos les irían abriendo camino, propuesta que fue aceptada por los noruegos. Fue al salir de aquella zona cuando comenzaron los problemas.

(Fuente: navynews.co.uk)

Durante el camino de vuelta el Fram se quedó algo retrasado, tiempo más que suficiente para que el hielo se reagrupara por la popa del HMS Protector bloqueando al Fram en su avance. Para «desfazer el entuerto» el buque británico dio media vuelta, rompió el hielo circundante y continuó abriéndo camino en las heladas aguas hasta llegar a una zona abierta, o lo que es lo mismo y textualmente palabras de los noruegos: «una operación rutinaria en la zona«.

El HMS Protector va abriendo camino entre el hielo al Fram durante 
la operación que dio lugar al posterior incidente verbal.
(Fuente: navynews.co.uk)

Así que, ¿en que quedamos?. ¿Rescate o simple ayuda de rutina?. La impresión que da es que los británicos le han dado demasiado bombo a una simple acción que en el «lugar de trabajo» de ambos buques debe de ser de lo más habitual. Quizás el incidente haya sido deliberadamente exagerado por parte de la Royal Navy debido a la creciente hostilidad mostrada por parte de Argentina, que en los últimos meses ha vuelto a tensar la cuerda en la cuestión de las Malvinas a lo que el Reino Unido  prtendería contestar dando publicidad a acciones como éstas en un intento de demostrar su capacidad de operación en una zona tan cercana a las islas en conflicto. Pero claro, trátele usted de explicar eso a los noruegos…

Como suele pasar en este tipo de historias casi siempre hay un punto de ironía
y en ésta no iba a ser menos; se da la circunstancia de que el HMS
Protector
trabaja «al servicio de su majestad» pero está alquilado por los noruegos (ja ja!) por un espacio de tres años. En realidad el buque se llama Polarbjorn pero los británicos le cambiaron el nombre porque eso no sonaba muy «british» y a la hora de proclamar el éxito de la operación pasan por alto este insignificante dato: «es un buque versátil y siempre está ahí cuando se le necesita, es como una navaja suiza» (más bien noruega…).

(Foto: Jose R. Montero)

El paso de los días ha ido enfriando la cuestión (si es que podía estar más fría tratándose de hielo) y con el cambio de hemisferio de el buque noruego las aguas han vuelto a su cauce, pero me ha parecido un buen momento para recordar esta curiosa historia.
El Fram permaneció atracado por espacio de siete horas en la ciudad hasta que a media tarde el pequeño navío soltó amarras para dirigirse a Burdeos siguiendo rumbo norte que le llevará dentro de unos días a su ya habitual Océano Glaciar Ártico donde se quedará hasta finales de septiembre. El buque noruego repetirá visita a A Coruña si las previsiones se cumplen, el próximo 11 de octubre, esperemos que esa ocasión no haya problemas diplomáticos.

El Fram se cruza en su salida con el pesquero Borrasca Primero.

Para acabar con esta entrada quisiera agradecer la colaboración en el post de hoy a Jose Montero que ha aportado unas sensacionales instántáneas del Fram.