Porque no todo van a ser buques de crucero en esta vida y porque al puerto de A Coruña
se acercan además de éstos muchos otros barcos interesantes, hoy quiero
dedicarle unas líneas (y unas fotos) a uno de esos ejemplares dignos de
mención que de vez en cuando atracan en nuestros muelles. El
protagonista del post de hoy es el Sonne, un buque alemán que el pasado 31 de julio visitó A Coruña por primera vez.

El Sonne
(«sol» en alemán) es un puntero y vanguardista buque de investigación
alemán de 8.600 toneladas de registro bruto, 116 metros de eslora, 20´6
metros de manga y 6´4 metros de calado con una tripulación formada por
35 personas además de los 40 científicos que pueden ir a bordo durante
sus  tareas de investigación y en sus cubiertas puede albergar hasta 25
contenedores de 6 metros de longitud repletos de material científico. El
Sonne porta bandera alemana siendo su puerto de registro el de Wilhelmshaven.


El Sonne abandonando la ciudad el pasado 31 de julio.
(Foto: Carlos Rapela)

La construcción del Sonne duró aproximadamente 20 meses y tuvo lugar en los astilleros alemanes Meyer Werft,
uno de los principales centros mundiales especializados en la
producción de buques de pasaje pero de donde también salen otro tipo de
joyas flotantes como este elegante y moderno sol. El coste del buque
está valorado en unos 124´4 millones de euros siendo el 90% de la cifra
facilitada por el gobierno federal alemán. El Sonne dejó el dique cubierto número 5 de los astilleros de la ciudad de Papenburg (Alemania)
el pasado mes de mayo y antes de iniciar sus pruebas en el mar tse
celebró la ceremonia de bautizo a la que asistió como madrina la
Canciller alemana Angela Merkel en un evento que contó con más de
300 invitados y en el que estuvieron presentes buena parte de los
trabajadores que participaron en la creación de este proyecto.

La Canciller alemana Angela Merkel y los operarios de los astilleros Meyer posan orgullosos delante del Sonne en el día de su bautizo.
(Fuente: Meyer Werft)

El Sonne
ha sido construído para realizar estudios acerca del cambio climático
por las áreas  del Pacífico y el Índico como principal campo de estudio y
de como éste afecta sobre los ecosistemas y la vida marina. Estos dos
océanos son los más influyentes en el clima mundial por lo que la
investigación en estas zonas se hace crucial. Con sus investigaciones el
Sonne buscará dar respuesta a cuestiones relacionadas con
el suministro de materias primas de origen marino o como la acción del
ser humano afecta a la vida terrestre. Cuenta para ello con un
avanzadísmo equipamiento que lo convierten en uno de los buques
científicos más tecnológicos del mundo; destaca su impresionante sistema
de estabilidad en el mar que le permite mantener su posición exacta
pese al azote del fuerte oleaje, o su sistema de regulación de
temperatura capaz de mantener constante la temperatura interior del
navío permitiendo trabajar a su tripulación incluso en las condiciones
climáticas más extremas. El Sonne cuenta también con uno
de los sistemas de propulsión más silenciosos del mundo, que reduce al
máximo las vibraciones producidas por los motores con el objetivo de que
los estudios sobre los ecosistemas marinos no se vean influenciados por
la presencia del buque.

(Fuente: Meyer Werft)

El Sonne se encuentra en la actualidad realizando los tests
ciéntificos en el mar para comprobar el correcto funcionamiento de todos
sus sistemas. Cuando finalicen las pruebas, en enero del próximo año, el
navío pasará a manos de la Reederei RF Forschungsschiffahrt, la que
será la encargada de su explotación sustituyendo a su buque homónimo, un viejo arrastrero
reconvertido a buque cientifico y que cuenta ya con 36 años

(Foto: Carlos Rapela)

Tras una escala de 12 horas en A Coruña finalmente el Sonne
dejó la bahía para continuar su puesta a punto antes del comienzo de su
actividad científica dentro de unos meses. Con esta nueva y sofisticada
nave los alemanes cuentan con una excelente herramienta para indagar
los interrogantes que al ser humano todavía le quedan por averiguar
sobre su propia existencia y sobre el entorno que lo rodea. Quien sabe
cuantas respuestas hallará en las profundidades de los océanos este sol
dedicado al mar…

Agradecimientos a Carlos Rapela por las fotos prestadas.