Ferrol me tira. Siempre que tengo la oportunidad de acudir a las entradas o salidas de algún buque de pasaje en la ciudad departamental hago una escapada para contemplar las maniobras de estos colosos del mar desde algún punto privilegiado de su costa. No es sólo su relativa cercanía; es la espectacularidad del entorno. Ver a estos navíos surcar las plácidas aguas de su ría, una de las más bonitas sin lugar a dudas y lo más parecido que tenemos por estas latitudes a un fiordo noruego, resulta un espectáculo fascinante. Hacía tiempo que no me acercaba por la comarca de Ferrolterra para ver alguna de las cada vez más frecuentes escalas de cruceros y reconozco que ya tenía «mono» pero por fín el pasado sábado se dieron las condiciones propicias para disfrutar con la visita de uno de estos ingenios flotantes, en este caso con el impresionante Wind Surf.

Procedente de Brest el megavelero de bandera bahameña propiedad de la naviera Windstar Cruises llegó a aguas ferrolanas pasadas las siete de la mañana para atracar minutos más tarde en el muelle Fernández Ladreda. A bordo del Wind Surf algo más de 300 pasajeros de diversas nacionalidades que aprovecharon la escala en tierras gallegas para conocer un poco mejor la ciudad que les acogería por unas horas así como para tomar algún bus que los llevaría a los habituales destinos como Santiago o San Andrés de Teixido. Ferrol una vez más y en lo que ya se ha convertido en su carta de presentación, se volcó para que los recién llegados por mar se sintieran como en casa. Incluso el tiempo acompañó.

Tras unos días de inestabilidad meteorológica el buen tiempo acompañó durante la jornada del sábado la estancia del Wind Surf en Ferrol.

La del pasado sábado es la segunda recalada que este peculiar navío realiza en aguas de Ferrol en lo que va de año, la tercera en toda su carrera comercial, lo que lo convierte a este buque en uno de los clásicos en la todavía breve historia de esta ciudad desde que comenzó a operar este tipo de tráficos. No sólo es especial por tratarse de uno de sus visitantes más «frecuentes»; lo es también por ser una opción muy diferente a las habituales propuestas de la industria crucerística que se pueden ver atracadas en los puertos de todo el mundo. Su atractivo reside en su modo de entender la travesía.

Sus 5 palos lo delatan. El Wind Surf es un «rara avis» de la industria que utiliza sus 2.500 metros cuadrados de superficie vélica como principal propulsión en sus singladuras. Esta característica unida a sus 14.745 toneladas de registro bruto y sus 187 metros de eslora casi lo convierten en el buque de crucero a vela más grande del mundo y si digo «casi» es porque ese oficioso título le corresponde, con 14.983 toneladas, a su gemelo Club Med 2, que por esas cosas del mercado navega para otra compañía. De todas maneras y como depender exclusivamente del viento para navegar puede ser a veces un tanto comprometido para unos buques con la agenda tan apretada como los cruceros, el Wind Surf cuenta además con unos motores diesel-eléctricos que le proporcionan el caballaje suficiente para satisfacer todas sus necesidades energéticas. Como curiosidad les diré que las velas de este megavelero están fabricadas con tereftalato de polietileno, un plástico que nos puede sonar a chino pero que está muy presente en nuestras vidas; es el archiconocido PET del que están hechas la mayoría de las botellas.

El Wind Surf con el Castillo de La Palma en primer término.

Con la del Wind Surf del pasado sábado el puerto ferrolano suma ya 12 escalas de barcos de pasaje realizadas en lo que va de año, cifras que auguran un nuevo ejercicio muy positivo en lo referente a este tipo de tráficos. Las previsiones apuntan a que serán 18 las escalas producidas en la dársena de Ferrol en este 2015, unos números que si bien no alcanzan el récord del pasado 2014 (25) consolidan a la ciudad departamental como uno de los puertos a tener en cuenta en el noroeste peninsular.

La presencia de buques de pasaje es una imagen cada vez más habitual en la ría de Ferrol.

Tras pasar más de siete horas atracado en la ciudad finalmente a las cinco de la tarde el Wind Surf soltó amarras y enfiló con su proa la estrecha ría buscando mar abierto para poner rumbo a su siguiente destino, el puerto de Vigo. Como ocurre cada vez que uno de estos navíos abandona la urbe ferrolana cientos de curiosos buscaron los mejores lugares de la costa para despedir al enorme velero e inmortalizarlo con sus cámaras y es que hay que reconocer que en lo que a fotografiar buques de pasaje se refiere, es difícil superar una imagen tan de postal como la del Wind Surf con todas su velas al viento transitando por delante del Castillo de San Felipe.

Imagen icónica la del Wind Surf  pasando por delante de la fortaleza de San Felipe.

Tras despedir al Wind Surf Ferrol se prepara ahora para un septiembre con gran actividad crucerística concentrada en la segunda semana del mes; por un lado el histórico doblete del próximo día 9, protagonizado por los buques Marina y Star Legend, y por otro el debut del MSC Sinfonia el día 12. De cumplirse estas previsiones el puerto departamental recibirá en menos de 4 días a un total de 4.000 pasajeros. Unas cifras excelentes para un puerto que quiere seguir creciendo en el mercado de los cruceros.

Panorámica de la preciosa ría de Ferrol con el Wind Surf transitando entre castillos.
Todas las fotos del esta entrada han sido realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad su autoría.