Septiembre es junto a mayo el período más importante en lo relativo a tráfico de cruceros en nuestra ciudad y octubre suele aprovechar esa inercia del mes precedente durante sus primeras jornadas para firmar unos números finales más que destacados. Así las previsiones marcan que, si las cosas no se tuercen mucho, a lo largo de los próximos días nos visitarán un total de 15 naves de pasaje. Para empezar con buen ritmo a principios de esta semana ya tuvimos las primeras escalas del mes que además tuvieron un marcado acento inglés de la mano de dos soberbios navíos como son el Britannia y el Queen Elizabeth. Esta entrada versa sobre ambos. Sugerencia de presentación: el post de hoy debe leerse a las cinco de la tarde y acompañado de un té con pastas.

La entrada de hoy tiene un claro tufillo «british».

Procedente de Southampton, punto inicial de su actual ruta, el colosal Britannia arribó a aguas herculinas a primera hora del pasado martes con unos 3.500 pasajeros a bordo que disfrutaban de un crucero de 12 noches de duración y del que A Coruña era la primera parada del itinerario. Posteriormente la nave haría escalas en Funchal, Santa Cruz de La Palma, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Lisboa antes de regresar al punto de partida el próximo viernes. Tras una brevísima escala el Britannia se hacía de nuevo a la mar a las tres de la tarde para continuar su singladura.

A primera hora de la tarde del martes el Britannia hizo mutis.

Un viaje similar es el que también está llevando a cabo estos días el Queen Elizabeth, que 24 horas después que su compatriota flotante atracaba en el muelle de trasatlánticos con 2.000 cruceristas a bordo. Procedente también de Southampton, la ruta realizada por «la Reina» de la naviera Cunard es calcada a la del Britannia, variando unicamente en la duración del viaje (2 noches más) y en un par de puertos de atraque. A diferencia del buque de la P&O, el Queen Elizabeth permitió a sus privilegiados huéspedes disfrutar más tiempo de su estancia en tierras gallegas ya que el navío británico permaneció atracado hasta las séis de la tarde.

El Queen Elizabeth zarpando de A Coruña durante la tarde del pasado miércoles y cruzándose con el gasero Kazak.

El Britannia es uno de los buques más grandes e impresionantes que se verán este año por aguas herculinas. ¿Como de grande?. En la actualidad ocupa el 24º puesto dentro del hipercambiante ránking de mayores cruceros del mundo y en el que cada año hay continuos bailes de posiciones debido a las numerosas construcciones de nuevos buques que son cada vez más y más grandes. Si lo restringimos al ámbito local el Britannia aparece en el «top ten» de gigantes que han visitado nuestra ciudad figurando en un destacable quinto puesto. Hasta hace tan sólo unos días ocupaba la cuarta posición  pero la entrada en lo más alto del listado del MSC Meraviglia con a su escala del pasado sábado lo ha hecho bajar un escalón.

Sólo cuatro buques superan en tamaño al Britannia entre todos los que han atracado en A Coruña.

Pocos buques de pasaje dejan tan clara su nacionalidad como el Britannia; su nombre y su patriótico «atuendo» no dejan resquicio a la duda de que nos hallamos ante un orgulloso súbdito británico que se jacta de serlo. Esa enorme «Union Jack» que luce en la proa es sin lugar a dudas su principal seña de identidad, característica que comparte con sus compañeros de flota con la salvedad de que la del Britannia figura en el Libro Guiness de los Récords como la bandera más grande de su clase gracias a sus 94 metros de longitud.

Hicieron falta unos cuanto botes de pintura para dar forma a la enorme bandera que luce el Britannia a proa.
(Foto: Fincantieri)

Al Queen Elizabeth por su parte no le hace falta pintar una enorme enseña británica en su amura para demostrar sus origenes; sus colores corporativos y su mítica denominación son cartas de presentación más que suficientes para saber que nos encontramos ante todo un icono británico con mayúsculas Y es que en la mar tan famosos como los de la «Union Jack» son los legendarios colores rojo y negro de la mítica naviera Cunard y que desde hace más de un siglo lucen sus navíos, un vasto listado del que forman parte buques de leyenda como el Mauretania (1906), el Aquitania (1913), el Queen Mary (1934) o el anterior Queen Elizabeth (1938) del que nuestro coprotagonista de hoy toma su nombre. Parece, pues, que cada uno de nuestros protagonistas de hoy no tiene un sólo centímetro cuadrado en su casco que no rezume «britanicidad», ¿no?. ¡Ja!…

Es difícil encontrar un nombre y unos colores más icónicos que los del Queen Elizabeth.

…Porque al igual que le ocurre al león, que no es tan fiero como lo pintan, nuestros protas de hoy soy muy «british» pero a poco que «rascamos» bajo la superficie encontramos detalles que nos hacen cuestionar esta afirmación. Para empezar sus respectivas navieras, P&O y Cunard, dos nombres que por origen e historia se asocian inevitablemente al imperio británico, tecnicamente ya no son británicas sino americanas ya que en la actualidad ambas compañías están controladas por el gigante corporativo estadounidense Carnival. A pesar de ello las dos marcas siguen estando orientadas hacia el mercado británico y mantienen sus sedes en territorio de las islas.

Más detalles: pese a portar colores o nombres que hacen referencia de uno u otro modo al Reino Unido, el lugar de nacimiento de ambas naves también se encuentra muy lejos de allí. Gran Bretaña, otrora potencia naval de primer orden, se quedó hace ya muchos años fuera del tablero de juego en lo que a construcción de buques de pasaje se refiere. Tanto Britannia como Queen Elizabeth son italianos de cuna ya que fueron construídos en los astilleros Fincantieri, en su sede de Monfalcone, muy cerca de la ciudad de Trieste.

Británico sí, pero el Queen Elizabeth nació en Italia.
(Foto: Fincantieri)

Por no tener no tienen bandera británica (me refiero a la del registro, que ya hemos visto que el Britannia de «bandera» va servido) al menos el Queen Elizabeth, que luce una conveniente enseña de Bermudas, aunque en su defensa hay que alegar que tecnicamente este archipiélago caribeño es un territorio británico de ultramar gobernado por la Reina Isabel II. El Britannia sí que está registrado en el Reino Unido a todos los efectos; de hecho su puerto de registro es Southampton, algo llamativo ya que es el único buque de la naviera P&O en estar registrado en este puerto (el resto lo están en Hamilton, capital de las Bermudas). Detrás de esta curiosa decisión no se esconde ningún motivo patriótico o sentimental sino (como siempre) una razón económica; y es que en el momento de ser botado el Britannia entró en vigor en el Reino Unido un nuevo impuesto sobre el tonelaje de los buques que suponía para su caso concreto importantes ventajas fiscales. Esta particular característica, la de su registro británico, impide que se puedan oficiar bodas a bordo del Britannia, algo que sí permite el registro bermudeño y por consiguiente sí se pueden celebrar en el Queen Elizabeth. Consejo: Si os queréis casar o renovar los votos en un crucero mirad antes la banderita que lucen.

A diferencia del resto de buques que componen la flota de P&O Cruises, el Britannia está registrado en el Reino Unido y a popa, bajo su propio nombre, podemos ver el del puerto de Southampton.

Con sus respectivas escalas de esta semana ambos navíos se despiden de los coruñeses por este 2018 pero volverán a visitarnos la temporada que viene, concretamente el 23 de abril en el caso del Britannia y el 30 de octubre de 2019 en el caso del Queen Elizabeth.

«Liz» volverá a visitar aguas herculinas en 2019.
Salvo las que así lo indiquen las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.