El pasado lunes el buque británico Aurora  realizaba su primera escala del año en los muelles herculinos y de paso cerraba la nómina de cruceros que nos han visitado durante este atípico mes de julio, que va a dejar en lo relativo a este tipo de tráficos unos números pocas veces alcanzados en nuestra ciudad como veremos a continuación.




Julio se cierra con la escala del Aurora.

Procedente de Southampton, su puerto base de operaciones, el buque de la P&O llegó al puerto herculino sobre las ocho de la mañana con unos 1.800 pasajeros a bordo, en su mayoría británicos. Éstos se encuentran disfrutando de un crucero de 12 noches de duración con salida y llegada en la mencionada ciudad inglesa y de la que A Coruña es su primera parada. Tras ella será el turno de Funchal, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Arrecife y Lisboa antes de regresar a casa el próximo 2 de agosto. Los precios para esta travesía partían desde los 1.600 euros. 

Pese a que aún le restan varias jornadas para llegar a su conclusión, el julio crucerístico coruñés, salvo visitas sorpresa de última hora, ha tocado a su fín con la escala del Aurora del pasado lunes y lo cierto es que la cosa no se ha dado pero que nada mal. Normalmente este mes supone en nuestro puerto un parón en lo referente a escalas de buques de pasaje cuya cadencia vuelve a incrementarse en agosto, sobre todo en su segunda quincena. Sin embargo este año julio nos ha dejado un total de 8 escalas y unos 17.000 cruceristas, lo que sin revisar a fondo datos anteriores me arriesgaría a decir que es todo un récord en el histórico de este mes.
El Ventura, con dos escalas, ha sido el buque que más ha contribuído a los excepcionales números logrados en el presente mes de julio.



Además de sumar un buen puñado de turistas al cómputo final del año, la escala del Aurora del pasado lunes sirvió para que el buque británico volviera a hacer gala de una de las que es, para su desgracia, sus principales señas de identidad: su querencia a protagonizar percances de diversa consideración, algo que contribuye a aumentar su leyenda de gafe dentro del sector que muchos achacan al hecho de que en su ceremonia de bautismo la botella de champán habitualmente empleada en este tipo de actos no se rompió al impactar contra el casco de la nave. Supersticiones aparte yo más que gafe prefiero definir al Aurora de una manera más cariñosa como «el pupas» de los cruceros. Sus contratiempos, de mayor o menor gravedad, son constantes desde el momento mismo en el que inició su carrera comercial, allá a mediados del año 2000. Como sería muy extenso (mucho) enumerar todos y cada uno de estos episodios, a continuación os dejo el enlace a una entrada publicada hace ya varios meses en este blog y en la que relataba el particular via crucis que el Aurora ha sufrido a lo largo de estos años:
El pasado lunes y durante su maniobra de salida el navío sumó una nueva muesca en su particular catálogo de incidencias, que a nivel local presenta ya varios tomos.
El Aurora ha sufrido a lo largo de sus 18 años de vida numerosos contratiempos que le han granjeado una inmerecida fama de gafe. En la imagen lo podemos ver con sus antiguos colores saliendo de la ciudad hace ya unos años.
A las cautro y media de la tarde, hora inicialmente prevista para la partida, el Aurora inició la maniobra de desatraque sin que nada hiciese presagiar el posterior desenlace de la misma. Una vez soltado amarras y separado del muelle el buque se detuvo y permaneció inmóvil en esa posición para a continuación invertir sus movimientos  y regresar al punto inicial, haciendo firmes sus cabos de nuevo a los norays. En principio podría pensarse en alguna incidencia relacionada con el pasaje (falta de algún crucerista, emergencia médica…) pero la prolongada espera posterior sugiere que se trató de algún problema de índole mecánico, si bien no he podido confirmar este punto desde ninguna fuente fiable. Finalmente a las ocho y media de la tarde, con cuatro horas de retraso sobre el horario inicialmente anunciado, el Aurora se hacía de nuevo a la mar. El próximo 21 de agosto esperamos ver de nuevo por aguas coruñesas al buque de la P&O… o no, porque con el Aurora siempre has de aplicar aquello de «espera lo inesperado».
Secuencia de la frustrada maniobra de salida del Aurora el pasado lunes. Ésta se haría efectiva posteriormente con cuatro horas de retraso.
(Fotos: J. Daniel Díaz)




Agradecimientos a mi amigo J. Daniel Díaz, autor de las fotos de la (no) salida del Aurora del pasado lunes. El resto de las instantáneas son de mi archivo particular y corresponden a otras visitas de la nave.

Salvo las que indican lo contrario las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.