(Foto: Jose R. Montero)

Umiaq significa barco en inuktitut, el lenguaje de los inuit o lo que es lo mismo la lengua de los pueblos esquimales. Más que a esquimal puede que la palabra nos suene a chino y, si les soy franco tampoco sé con certeza si el término puede hacer referencia a un barco de crucero ya que a buen seguro habrá varios téminos para enumerar a los distintos tipos de barcos, barcas u objetos que floten en el agua; la prueba la tenemos en que una de las palabras más universalmente conocidas del lenguaje inuit, kayak, también hace referencia a un tipo de embarcación. No pretendo con ésto impartir un curso acelerado de idiomas pero la cultura del pueblo inuit, sus costumbres y su lenguaje están muy relacionados con nuestro protagonista de hoy, el buque Fram. Ahora les explicaré el porqué.

(Foto: Jose Manuel Ojén)

Y es que el buque noruego Fram se convirtió en protagonista por unas horas en el puerto de A Coruña con su visita a la ciudad el pasado día 14, una escala que en los últimos años se ha convertido en todo un clásico para este pequeño pero vistoso navío de la compañía Hurtigruten. Procedente del puerto luso de Leixoes, el Fram llegó a la ciudad a una hora poco habitual, cuando pasaban unos instantes del mediodía y tras una rápida maniobra minutos más tarde se encontraba comodamente instalado en el muelle de transatlánticos.

(Foto: Jose R. Montero)

Botado en mayo de 2007 en los astilleros Fincantieri de Monfalcone (Italia) los números del Fram son muy discretos: 12.700 toneladas de registro bruto, 114 metros de eslora y 20´2 metros de manga. En sus 8 cubiertas la nave alberga un total de 123 camarotes y 19 suites que dan cabida a un máximo de 318 pasajeros, una de las cifras más pequeñas que podemos ver a bordo de una nave de crucero (pero que tiene un porqué). El Fram navega bajo pabellón noruego. La visita del buque nórdico a nuestra ciudad se debe a que el Fram se halla inmerso en su temporada de reposicionamiento en la cual cambia su zona de trabajo desde la Antártida en el invierno hacia Groenlandia en verano.


(Foto: Jose R. Montero)

Es evidente que mencionando los lugares donde opera habitualmente y a la vista de las fotos nos encontramos ante un buque muy particular. Aún sin conocer su habitat el tamaño ya nos da una pista; en una industria que desde hace más de una década tiende a la gigantización, sorprende el que una nave con apenas 7 años tenga un tamaño tan reducido. Sólo cabe una explicación lógica y es que se trate de una unidad muy especializada.Y así lo es; el MS Fram es un buque de expedición diseñado para navegar por las zonas más inhóspitas del globo. Para ello cuenta con un casco especialmente reforzado que lo sitúa dentro de la clase 1B en categoría para navegar entre hielos (una de las más altas), y además de ésto cuenta con otras muchas características para cumplir las estrictas normas de seguridad que se exigen para operar en estas zonas tan protegidas, una de ellas es la de no superar los 400 pasajeros a bordo, de ahí también lo de sus reducidas dimensiones.

(Foto: Jose R. Montero)

Y tomando Groenlandia como su «hogar» resulta lógico que a bordo del Fram encontremos muchos guiños hacia la cultura y al lenguaje del pueblo inuit, cuyo principal asentamiento es precisamente este lejano territorio helado. Así muchas de las estancias de la nave han sido bautizadas con términos del lenguaje inuit siendo algunos ejemplos destacados los del restaurante principal, denominado Imaq Restaurant (que significa «mar»), el lobby central bautizado como Nunami («tierra») o la cubierta de observación situada sobre el puente de mando y que se conoce como Qilak Lounge («cielo»). No sólo son simples nombres; a bordo del Fram se respira un marcado ambiente nórdico gracias al acertado uso de materiales como la lana, el cuero o la madera de roble en la decoración principal. También muchos de los cuadros y esculturas que se pueden ver en cualquiera de las cubiertas del Fram están realizadas por artistas inuits, lo que acrecienta los vínculos de la nave con este pueblo, todo un guiño hacia una cultura y tradición que hace de este navío algo más que un buque de expedición al uso y lo convierte en todo un homenaje a los moradores de las regiones árticas.

El Qilak Observation Lounge a bordo del Fram.
(Fuente: Hurtigruten)

Tras pasar buena parte del día en aguas coruñesas a las 23:00 horas el Fram partió de nuevo, esta vez rumbo a Bilbao en su peregrinaje hacia la cima del mundo donde permanecerá toda la campaña veraniega. Cuando ésta finalice, a principios del mes de octubre, tocará una nueva migración hacia el hemisferio sur y de camino a su segundo hogar muy posiblemente realizará una nueva visita a A Coruña. Lo esperamos con los brazos abiertos.

(Foto: Jose Manuel Ojén)

Agradecimientos  a Jose Manuel Ojén y a Jose Montero por las fotos proporcionadas y que han hecho posible la elaboración de este post.