Aún con el último trozo del roscón de reyes a medio masticar y los excesos navideños en forma de comilonas y atracones de dulces haciéndose evidentes en la figura, los caprichos del calendario nos han obligado a alistar tarjetas y baterías en nuestras cámaras de fotos y a salir raudos a apostarnos en algún punto privilegiado de nuestra costa. El primer crucero del año ya está aquí y hay que decir que si la primera escala sirve como una muestra de lo que será el presente ejercicio, no cabe duda de que 2016 va a ser muy interesante (y movidito). El encargado de hacer los honores e hincarle el diente al recién estrenado curso ha sido el ilustre Marco Polo, uno de esos «pata negra» de los mares, que nos ha visitado este pasado jueves.

El Marco Polo (y la lluvia) protagonistas del pasado 7 de enero en A Coruña.

Procedente del puerto de Southampton, el Marco Polo llegó a la ría coruñesa pasadas las 11 de la mañana bajo una incesante lluvia que no le abandonó durante toda su estancia en la ciudad, unas siete horas. La singladura que ha traido a este clásico a nuestro puerto ha sido bastante agitada (que no removida) y a buen seguro que la han apreciado más los de fuera (afotadores, por ejemplo) que los que viajaban a bordo. Los casi 800 pasajeros, todos ellos británicos, que estos días disfrutan o al menos intentan hacerlo de la actual travesía que realiza el Marco Polo se han convertido en los primeros en visitar la ciudad herculina en 2016.

Los autobuses esperaban a pie de muelle a los pasajeros del Marco Polo.

 La escala que este pasado jueves ha realizado el Marco Polo forma parte de una espectacular ruta de 54 días de duración con inicio en tierras inglesas y que le llevará a cruzar el Atlántico tras visitar las Canarias. Una vez se encuentre al otro lado del charco el buque de la naviera Cruise & Maritime Voyages iniciará un periplo por el continente sudamericano con paradas en los puertos de Recife, Ilheus y Río de Janeiro (Brasil), Buenos Aires, Montevideo, Port Stanley (Islas Falkland), Punta Arenas (Chile), Ushuaia (Argentina), Cape Horn (Chile), Puerto Madryn (Argentina), Río Grande, Santos, Salvador de Bahía y Natal (Brasil). A mediados del próximo mes el buque británico regresará a la vieja Europa para realizar una serie de tres escalas en Praia (Cabo Verde), Funchal (Madeira) y Lisboa. Si todo sigue el plan previsto el próximo 28 de febrero el Marco Polo finalizará su actual singladura en el puerto de Bristol.

Precisamente de Bristol tenía que haber zarpado el pasado martes para poner rumbo a nuestra ciudad pero la climatología le está jugando una mala pasada al Marco Polo desde hace varias semanas. El veterano navío ya se vió obligado a modificar su anterior ruta cancelando varias de sus escalas previstas, entre ellas la que debería haberle traído a aguas herculinas el día de nochebuena. Las cancelaciones le llevaron a improvisar un crucero por las Canarias antes de poner rumbo a Funchal para permitir a su pasaje disfrutar de los famosos fuegos artificiales de fin de año.

 
 Las condiciones meteorológicas no fueron buenas ni para los cruceristas llegados a bordo del Marco Polo ni para los shipspotters que nos acercamos a la costa para verlo llegar.

Tras el espectáculo pirotécnico el navío puso rumbo de regreso a tierras británicas pero las adversas condiciones marítimas le obligaron a hacer una escala no prevista en Vigo el pasado 2 de enero convirtiéndose en el primer buque de cruceros del año también en la ciudad olívica. Ante un parte meteorológico nada halagüeño para las siguientes jornadas finalmente el capitán del Marco Polo tomó la decisión de poner rumbo a Southampton en lugar de a Bristol. La naviera Cruise & Maritime Voyages, que explota comercialmente el buque (aunque no es su propietaria) se vio obligada a pagar de su bolsillo el alojamiento y el transporte de todos los cruceristas afectados por estas modificaciones.

Ayuda a tus mayores: El remolcador Sertosa 32 participó en las labores de atraque del Marco Polo en el habitual muelle de trasatlánticos.

Pese a ser un mal menor, la anulación de su escala prevista el pasado día 24 de diciembre privó a los coruñeses de recibir al Marco Polo en el año en el que se cumplían sus 50 años de carrera comercial, toda una hazaña que muy pocos barcos de su clase alcanzan a celebrar. El Marco Polo inició su actividad el 15 de agosto de 1965 y lo hizo al otro lado del telón de acero ya que este buque formaba parte de la prestigiosa flota soviética, una de las más prolíficas en aquellos tiempos. Por aquel entonces la nave se denominaba Aleksandr Pushkin.

 
 A Coruña dio la bienvenida este pasado jueves a los primeros pasajeros de la temporada.


 Con motivo de tal efeméride y de su previsible escala, el pasado mes de diciembre tenía previsto dedicarle a este histórico barco un reportaje especial en el blog haciendo un repaso de su longeva carrera que como se podrán imaginar en un buque que ha alcanzado las cinco décadas de vida marinera, ha dado para mucho. La escala de este jueves me brinda la oportunidad de retomar este tema así que en unos días publicaré la primera parte de dicho reportaje.

El Marco Polo celebró hace unos meses su 50 aniversario.

 Volviendo al pasado jueves, el Marco Polo puso fin a la primera escala crucerística del año en la ciudad poco antes de las siete de la tarde cuando soltó amarras y puso rumbo a su siguiente destino, el puerto de Sta. Cruz de La Palma, adonde llegará mañana domingo tras dos jornadas de navegación sin tocar tierra. De cumplirse las previsiones el veterano buque volverá a visitar la rada coruñesa el próximo 19 de octubre.