Y menudo lío…
Siguiendo el ritmo frenético de escalas en este mes de septiembre, el pasado día 12 le tocó al Deutschland de la naviera Peter Deilmann hacer una parada en nuestra ciudad para que sus pasajeros pudieran conocer algo más de la urbe y de sus alrededores. Es la segunda escala que el buque germano realiza este año en el puerto de A Coruña tras la del pasado mes de abril. En aquella ocasión el navío pasó la noche atracado en la ciudad herculina. Precisamente este 2012 es un año muy especial para esta nave de pasaje; hace ahora dos años se anunció que el Deutschland sería la sede flotante del Comité Olimpico Alemán durante la celebración de los recientes J.J.O.O. de Londres quedando atracado durante el evento deportivo en la capital inglesa.



(Foto: Andreas Viklund)



Una vez conocida la noticia comenzaron los preparativos ya que tan insigne misión requería no dejar nada al azar. Todo fue calculado al milímetro; incluso se llevó a cabo un ensayo general el pasado año llevando al Deutschland a aguas inglesas y atracándolo en su emplazamiento previsto para los J.J.O.O. Puede parecer un exceso de celo por parte de los germanos pero era algo que se antojaba completamente necesario a la vista del exiguo espacio donde debía quedar confinado el buque en su amarre junto a Canary Wharf, el corazón financiero londinense. Y es que quizás las medidas del Deutschland nos pueden parecer pequeñas pero atracado en mitad de la city londinense el barco es todo un leviatán. A propósito de esta circunstancia, y con motivo de la escala el pasado año del Deutschland en A Coruña publiqué un post haciendo referencia a este tema. Os dejo el enlace: Deutschland: Ten points

El Deutschland atracado en Londres durante la celebración de los J.J.O.O. 
A la vista de la foto ya se pueden hacer una idea de la complejidad de la 
operación de «encajado» del buque alemán en mitad de la capital inglesa.
(Fuente: activphoto.com)


La delegación alemana llegó a Londres a bordo del Deutschland, toda una institución nacional que fue recibida en loor de multitudes en un ambiente festivo convirtiéndose la nave en una de las grandes atracciones durante las dos semanas de actividad deportiva. durante esos 14 días el buque acogió a los miembros del Comité Olimpico Alemán y también fue el lugar escogido para la recepción que el embajador alemán en Londres dio a altos mandatarios internacionales con la asistencia del presidente de la nación incluida. Tras concluir los juegos, los atletas volvieron a Alemania a bordo del Deutschland en un corto viaje que les llevó desde el Támesis hasta la ciudad de Hamburgo. Parece
increíble que el protagonismo de una nave de este tipo en un gran
acontecimiento como unos juegos olímpicos haya quedado relegado a un
segundo plano por la noticia que saltaba durante la estancia del navío
en Londres, pero antes de adelantar acontecimientos comenzaré esta historia desde el principio…


El Deutschland hace su entrada triunfal en Londres el pasado mes de julio 
escoltado por numerosas embarcaciones. A bordo lleva a la delegación 
olimpica germana que acabaría consiguiendo un total de 44 medallas.
(Fuente: berlin.de)

…Y la historia mal que nos pese comienza con la actual crisis que nos azota (de un tiempo a esta parte parece que todo tiene que ver con la puñetera crisis). La crítica situación económica mundial que padecemos ha hecho mucho daño en el sector turístico y la industria crucerística no ha permanecido ajena; muchas navieras pasan por dificultades económicas y una de ellas es la pequeña compañía alemana Peter Deilmann, la propietaria de nuestro lujoso protagonista de hoy.

(Foto: Manuel Candal)

La naviera con sede en la pequeña localidad alemana de Neudstadt in Holstein (la ciudad natal del fundador de la compañía) vivió en 2009 uno de sus años más críticos desde su fundación en 1972. Ese año, ahogada por unas acuciantes deudas y sin liquidez para hacerles frente, la empresa se vio abocada a la quiebra en medio de un escándalo en el que llegaron a surgir indicios de posible evasión fiscal. Para reflotar la compañía sus dirigentes se vieron obligados a vender su división de cruceros fluviales y a gestionar tan sólo los cruceros oceánicos con su único barco, el Deutschland. La naviera fue refundada el 1 de enero de 2010 tras «soltar lastre» pero la luz al final del túnel no llegó y a mediados de ese año la Peter Deilmann hinca la rodilla; la compañía finalmente es comprada por el grupo inversor Aurelius AG, con sede en Munich. De esta manera la empresa, que desde su fundación había sido gestionada por los herederos de su fundador deja de pertenecer a la familia Deilmann.

El Deutschland presume de ser el único buque de crucero en estar registrado 
bajo bandera alemana y su puerto base es el de Neustadt in Holstein pero…

Si el Deutschland es una nave tan especial lo es por ser un símbolo patrio en sí mismo, todo un monumento flotante a la germanidad que tiene su culmen en la bandera del país que ondea a popa y en el nombre de su puerto de registro. No es un gesto altruista ni mucho menos; navegar bajo bandera alemana  (de hecho es el único buque de crucero que lo hace) en lugar de llevar alguna más «conveniente» supone un gasto de dinero enorme para la compañía, pero es algo innegociable para la familia Deilmann… hasta ahora.

Si el Deutschland es una institución en Alemania lo es en parte por haber 
sido el escenario de la serie de TV alemana «Das Traum Schiff« un derivado
 de la americana «Vacaciones en el Mar«. En la base de su chimenea aún se
 puede leer el nombre de la serie.

Porque los tiempos han cambiado. Aurelius AG quiere cuadrar los números recortando por algún lado y las miradas se han ido inevitablemente al registro del buque. De esta manera en el peor escenario posible (en  mitad de los J.J.O.O.) el grupo inversor propietario de la nave soltó la bomba: el Deutschland pasaría a enarbolar la bandera de Malta con la idea de ahorrar costes. Se avecina marejada…

Al menos en este caso los dirigentes del grupo inversor no se anduvieron con medias tintas y llamaron a las cosas por su nombre. Hace unos meses a la flota Cunard le pasó algo parecido y sus buques, que de toda la vida habian enarbolado la insigna británica, pasarón a tener bandera de Bermudas con la excusa de que bajo registro bermudeño se podrían celebrar bodas a bordo que, aunque es cierto, no oculta el hecho de que el cambio de bandera se hizo para conseguir ventajas fiscales y ahorrarse un buen dinero.



  

Tras tomar esta decisión quizás Aurelius AG creyó cerrar el grifo de deudas de la naviera,  pero con lo que no contaron fue con el aluvión de críticas que trajo la noticia, no hay que olvidar que el Deutschland no es un barco cualquiera (y quizás los alemanes tampoco son un pueblo cualquiera). Tras el anuncio la opinión pública alemana montó en cólera por la ignominia que a sus ojos suponía el hecho de que la tricolor germana desapareciera del Deutschland. El asunto llegó al parlamento con declaraciones de toda índole. Así el conservador Stephan Mayer dijo: «Hago un llamamiento al patriotismo de la compañía naviera y el orgullo nacional: el Deutschland debe seguir siendo aleman«y la marejada se tornó en una auténtica tempestad.



El Deutschland durante su salida de la ciudad el pasado día 12.
(Foto: Manuel Candal)



En mitad de la tempestad entra en escena la tripulación de la nave que encabezados por su capitán, Andreas Jungblut, escribieron una carta al presidente de la nación Joachim Gauck para pedirle su apoyo y su intervención en el asunto. Además el capitán Jungblut concedió varias entrevistas en las que no se cortó la lengua: En declaraciones al tabloide alemán Bild dijo: «no se puede cambiar una bandera como si se tratase de una camiseta. la tripulación del Deutschland creemos que el buque podría operar bajo nuestra bandera de manera económicamente positiva«.

Detalle de la proa del Deutschland. Bajo las alas del puente una inscripción 
recuerda el papel desempeñado por la nave en los pasados J.J.O.O. de Londres 2012.

Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, el consorcio Aurelius decide tomar cartas en el asunto y no le tiembla la mano: el capitán Jungblut, de 59 años, fue suspendido de sus funciones de inmediato ya que su postura fue descrita como motín. Además los dirigentes de la compañía enviaron un carta al presidente de la nación en respuesta a la anterior misiva firmada por la tripulación de la nave en la que insisten en la necesidad de una reestructuración para saldar una deuda próxima a los 6 millones de euros y unas pérdidas de 1,5 millones de euros sólo en 2011. La opinión pública se lleva a las manos a la cabeza por la dura acción de la compañía y se pone del lado de los «amotinados» miembros de la tripuilación… Ésto ya es un huracán categoría 3.


El (-ex)capitán del Deutschland, Andreas Jungblut.
(Fuente: Bild) 

Con el país en pie de guerra contra los dirigentes de la compañía, a sus mandatarios no les ha quedado más remedio que hacer lo que se suele hacer cuando te encuentras inmerso en mitad de una brutal tempestad: recoger velas. A los pocos días de tomar tan drástica determinación Aurelius AG emitió un comunicado en el que readmitían al capitán Jungblut y dejaban en suspenso la decisión de abanderar al Deutschland en otro pabellón, al menos temporalmente, si bien aseguran que tal decisión podría tener consecuencias económicas fatales para la naviera en un corto espacio de tiempo.



 

Crisis abortada, de momento, pero todo apunta a que éste no ha sido el último capítulo del asunto. Tras una escala de 8 horas en nuestra ciudad, el Deutschland reemprendió la marcha en busca de aguas lusas cerrando su periplo de escalas en nuestra bahía para el presente curso. Por si acaso en la próxima visita del buque a aguas herculinas echaremos un vistazo a popa para ver si la sobria bandera germana ha sido reemplazada por la cruz de Malta.



Auf  wiedersehen Deutschland!: ¿Seguirá luciendo bandera alemana 
cuando vuelva a visitarnos?


Gracias, como de costumbre, al infalible Sr. Candal, que siempre está al quite suministrando excelentes fotos.