Con la llegada el pasado día 10 del Prinsendam de la naviera Holland America Line son un total de 6 las naves de crucero que han hecho escala en lo que va de mes, unas cifras espectaculares que van camino de convertir este septiembre en uno de los mejores meses en el puerto coruñés de toda su historia.

El Prinsendam llegó a la ciudad a media mañana procedente de Burdeos, siendo visible su reconocible silueta pasadas las 10 y media en las proximidades del faro de Mera. Si digo que su silueta es reconocible es por la gran relación que el buque holandés tiene con A Coruña, siendo una de las naves de pasaje que más veces ha hecho escala en nuestro puerto.

(Foto: Manuel Candal)

Pese a que su imagen y sus dimensiones ya no encajan con el resto de buques que componen la flota Holland, el Prinsendam es uno de sus barcos con más éxito, conocido en el mundillo con el sobrenombre de «the elegant explorer» (el elegante explorador). ¿Su secreto?: un ambiente tranquilo alejado de la algarbía propia de las grandes megaciudades flotantes, su exquisita cocina, y unos destinos inalcanzables para el resto de sus compañeros de flota gracias a sus reducidas dimensiones. Todo ello hace figurar al Prinsendam por derecho propio como uno de las naves de referencia dentro del segmento premium de buques medios.

Como ocurre con la mayoría de la flota de esta naviera el noble nombre que este navío porta en su amura es heredado. No olvidemos que Holland America Line es una de las compañías más antiguas en esto del transporte marítimo (fue fundada en 1873) y con más tradición en los nombres de sus barcos, todos ellos finalizados con el sufijo -dam (Ryndam, Oosterdam, Eurodam…) como marca la más estricta tradición naval holandesa de utilizar tal terminación en sus buques de pasaje. El que toma este navío sin embargo es un nombre cargado de fatalidad y es que, por decirlo suavemente, el original Prinsendam de la Holand America Line no tuvo muy buena suerte en esta vida…

…Quizás fue que nació gafado. El primer Prinsendam se botó en 1973 en los astilleros De Merwede en Hardinxveld (Países Bajos). Se trataba de un pequeño pero coqueto buque de 8.566 toneladas de registro bruto y 130 metros de eslora, nada que ver con las medidas del actual, que roza las 40.000 toneladas y sobrepasa los 200 metros de largo. La diosa fortuna ya le dio un aviso de cual sería su destino cuando durante su fase final de construcción cuando ya estaba a punto de realizar las pruebas de mar se declaró un incendio a bordo que retrasó su entrega a la Holland America Line.

El pequeño y coqueto Prinsendam original
(Fuente: vdleek.nl)

Tras superar este problema y tener unos comienzos un tanto dubitativos lo cierto es que el Prinsendam gozó de una carrera comercial exitosa (aunque muy breve) realizando cruceros por Alaska con base en Vancouver (Canadá). Todo iba de maravilla hasta que dejó de ir bien la noche del 4 de octubre de 1980.

«Alaska, tenemos un problema».
(Fuente: wikipedia)

Sobre la medianoche de ese fatídico día el Prinsendam se encontraba a unos 120 kms. de Yakutat (Alaska) cuando se declaró a bordo un incendio y en la peor localización posible que se le puede presentar a un buque; en la sala de máquinas. Tras una hora luchando contra las llamas el fuego se declara fuera de control y el capitán de la nave Dirk Wabeke pide ayuda a la guardia costera de los E.E.U.U. y lanza un S.O.S. a todos los barcos de la zona para que acudan en su ayuda. Mientras los más cercanos acudían a la llamada desesperada del Prinsendam, a bordo del pequeño buque holandés no se perdía el tiempo y se daba la orden de abandonar el barco. En su interior sólo se quedaron unos 15 miembros de la dotación (incluido su capitán, como manda la tradición marinera) para luchar contra el fuego, que devoraba lentamente las entrañas de la nave.

El Prinsendam, completamente devorado por las llamas.
(Fuente: vdleek.nl)

El primer buque en llegar a la zona fue el petrolero Williamsburgh que recibió a la mayoría de los evacuados con la ayuda de los helicópteros de la USAF que fueron utilizados en las operaciones de salvamento en sustitución a los de la Guardia Costera al tener más autonomía. La evacuación ordenada y sin pánico y el depliegue extraordinario de medios convirtió el gravísimo accidente de este crucero en un exitoso rescate donde increiblemente no hubo que lamentar ninguna víctima mortal entre pasaje y tripulación, en total 520 personas; de hecho la del Prinsendam fue una de las operaciones de salvamento marítimas más
importantes de todos los tiempos; sirva como ejemplo que en una
clasificación de operaciones de este tipo realizadas por la Guardia
Costera de los E.E.U.U. la del Prinsendam se considera la segunda en
importancia sólo superada por la llevada a cabo en 2005 en las
labores de salvamento de las víctimas del huracan Katrina.

El Prinsendam abocado a su trágico final la mañana del 11 de octubre de 1980.
(Foto: autor desconocido)




Lo que no se pudo evitar fue el triste final del navío. Tras luchar de forma heroica contra el fuego finalmente éste ganó la batalla; el Prinsendam se fue escorando más y más hasta que en la mañana del 11 de octubre zozobró y se hundió en aguas del golfo de Alaska. De momento el actual Prinsendam sólo ha heredado de su desgraciado antecesor el nombre, sin que hasta la fecha (y son ya 11 años en la naviera Holland) haya tenido que lamentar incidentes reseñables. Cruzaremos los dedos para que esto siga así.





Tras pasar buena parte del día en A Coruña y con 40 minutos de retraso sobre el horario previsto, el Prinsendam partió por la tarde rumbo a Leixoes continuando de esta manera su crucero de 10 días de duración. Para 2013 esperamos la visita de este habitual  inquilino del muelle de transatlánticos que va camino de convertirse en ciudadano coruñés de pleno derecho. Como siempre, agradecer a Manuel Candal su inestimable colaboración en forma de fantásticas fotografías.

(Foto: Manuel Candal)