De vez en cuando dejo aparcados los buques de cruceros y dedico el espacio del blog a otras llamativas criaturas que de vez en cuando se dejan ver por aguas del golfo ártabro y en esta categoría entran toda clase de «objetos flotantes»: desde buques escuela, a navíos de guerra, pasando por oceanográficos… y por supuesto yates. Aprovechando que esta vez son los cruceros los que me han dejado aparcado a mí (la actividad crucerística regresará a A Coruña a finales de mes) he creído conveniente matar el rato dedicándole un breve artículo a uno de los navíos más espectaculares que han atracado en nuestras aguas en las últimas semanas; se trata de un megayate que atiende al elegante nombre de Sea Walk y cuya presencia hace unos días en la ciudad no dejó indiferente a nadie.

Hoy daremos un paseo por el mar.

Estamos acostumbrados a ver los pantalanes poblados de embarcaciones privadas de mayor o menor tamaño pero cuando un especímen «calza» más de 30 metros de eslora se hace inevitable volver la cabeza para verlo bien mientras nos preguntamos ¿a quien pertenecerá? o ¿cuanto habrá costado?. 30 no, sino más del doble es el tamaño de nuestro protagonista de hoy y por eso la estancia de más de un mes del Sea Walk en aguas coruñesas fue de todo menos discreta acaparando todas las miradas de los viandantes; tanto es así que durante sus primeros días de atraque eclipsó al mismísimo Alamshar, otra de esas joyas flotantes propiedad en este caso del Aga Khan IV y que no es la primera vez que visita la ciudad, de hecho éste megayate ya fue protagonista del blog en una ocasión. Aquí os dejo el enlace por si queréis leerlo: «Yate… digo»

El Sea Walk (a la izquierda) hizo sombra a otro yate con mayúsculas, el Alamshar.
 (Foto Juan Carlos Somorrostro)

¿Pero qué sabemos sobre los dueños del Sea Walk?. Bueno, normalmente los detalles acerca de los propietarios de estos barcos, salvo en contadas ocasiones en el que la notoriedad del personaje es muy relevante, suele permanecer en el anonimato. No es el caso de nuestro protagonista de hoy ya que el mismo pertenece a la mayor empresa de alquiler de megayates del mundo, que lo alquila por períodos de tiempo variables a todo aquel que quiera (y sobre todo pueda) permitirse unas vacaciones en el mar en su propio yate, aunque sea de renting. La identidad de los que en esta ocasión alquilaron el Sea Walk y decidieron atracarlo en A Coruña no ha trascendido; sólo se saben ciertos detalles: que el buque llegó a mediados de junio con intención de quedarse por espacio de 15 días y que al final fue casi un mes, que a bordo, además de sus afortunados pasajeros iban una docena de  tripulantes y que los acaudalados «arrendatarios» del Sea Walk solicitaban a diario coches de alquiler para visitar la ciudad, alrededores e incluso otras localidades gallegas, que realizaban muchas compras así como importantes gastos en restauración dejando «más dinero que los cruceristas que llegan habitualmente en los barcos de pasaje» según comentan algunas fuentes consultadas.

Vista de proa del Sea Walk. podemos ver a algunos miembros de la tripulación en labores de mantenimiento.

Elucubraciones sobre la identidad de sus moradores aparte vamos con los fríos e incuestionables datos técnicos de la nave. Construído en el año 2005 y puesto en servicio con el nombre de Lady Christina, el actual Sea Walk es un megayate de casco de acero y superestructura de aluminio de 1.166 toneladas de registro bruto con unas espectaculares dimensiones principales que alcanzan los 62´3 metros de eslora, 10´5 metros de manga y un calado de 4 metros y que puede albergar en su interior a un total de 10 pasajeros gracias a sus 6 habitaciones. Sus 2 motores diésel Caterpillar de 1.650 C.V. cada uno le otorgan una velocidad máxima de 15 nudos y su autonomía puede alcanzar el rango de las 4.500 millas náuticas gracias a una cuidada eficiencia energética y a unos depósitos de carburante con capacidad para 120.000 litros. La disposición actual del Sea Walk es algo distinta a la que tenía cuando fue creado hace algo más de una década y es que en 2014 el buque fue completamente reformado, unos trabajos que fueron muy alabados dentro del sector hasta el punto de ser el finalista ese año en el premio a la mejor reforma otorgado por la International Superyacht Society. Fue durante esta renovación cuando el buque fue rebautizado como Sea Walk. En la actualidad el Sea Walk navega bajo pabellón de las Islas Caimán.

(Fuente: Oceanco)

El Sea Walk (o el ex-Lady Christina, como prefieran) fue construído por Oceanco, un astillero fundado en el año 1987 especializado en la costrucción de megayates de más de 80 metros de eslora cuyos cuarteles generales se localizan en la localidad neerlandesa de Alblasserdam y que está presidido en la actualidad por el millonario omaní Mohammed Al Barwani. De las gradas de este vanguardista centro naval han salido a lo largo de sus 30 años de historia además de maravillas navales como la que sale en las fotos otras como el Seven Seas (2011), propiedad de Steven Spielberg, el Vibrant Curiosity (2009), cuyo dueño es Reinhold Wurth, el fundador de la multinacional alemana Wurth o el espectacular Black Pearl, un velero de tres palos de líneas limpias y 106 metros de eslora.



Arriba: Oceanco es uno de los astilleros más punteros en la construcción de megayates
Abajo: Una de sus creaciones más famosas fue el Seven Seas, propiedad del director de cine Steven Spielberg.

(Foto arriba: Oceanco)
(Foto abajo: celebsonyachts.com)

Como anteriormente comenté todos los detalles relativos a estos megayates suelen guardarse en secreto pero la condición de buque de alquiler del Sea Walk permite que los mortales podamos ver detalladamente sus interiores (al menos de manera virtual) sin tener que imaginárnoslo por vagas descripciones o suposiciones. Del diseño interior de la nave así como de su decoración se encargo el estudio arquitectónico de François Zuretti que se inspiró en un buque de similares características creado en el mismo astillero, el Lady Lola. El buque cuenta con un total de 6 camarotes (bueno, cabría decir mejor alojamientos): 3 son individuales, 2 son dobles y luego está la Master Suite. Ésta última es un dúplex que ocupa toda la cubierta superior mientras que el resto de habitaciones se sitúan en la cubierta inferior. En la principal y en el centro de la misma encontramos el amplio comedor que goza de unas impresionantes vistas al mar gracias a sus enormes ventanales mientras que a popa se sitúa un salón de estilo formal. Los espacios destinados como cubierta de sol ocupan tres niveles distintos en el navío para que los pasajeros puedan elegir en todo momento el lugar donde prefieren dedicarse a no hacer nada.

Pese a que pudiera parecer el comedor de una elegante mansión en tierra firme, estamos a bordo del Sea Walk.
(Fuente yachtcharterfleet.com)

El Sea Walk cuenta con toda clase de comodidades para que la estancia a bordo resulte lo más placentera posible. Aparte de todo lo descrito contamos con un completo gimnasio, una zona con jacuzzi y por supuesto conexión wifi a bordo para desconectar pero siguiendo «conectados». Además y a petición del cliente la nave puede ir equipada con toda clase de artilugios para la práctica de diversos deportes naúticos: 2 motos acuáticas Yamaha GP800r,1 kayak, 1 tabla de paddle surf, así como todo lo necesario para la práctica del esquí acuático. Si todo lo descrito os casa con el ideal de vacaciones que teníais planteado, enhorabuena. Ahora sólo falta hablar del desagradable asunto del dinero y buscar una fecha en el calendario en el que esta joya naval esté libre de compromisos.

Detalle del salón principal.
(Fuente yachtcharterfleet.com)

De momento sus afortunados y desconocidos inquilinos siguen disfrutando de él. Tras un mes largo conociendo las bondades de la costa gallega el pasado 14 de julio el Sea Walk se hizo de nuevo a la mar con destino al puerto de Pasaia, en la costa guipuzcoana para posteriormente dirigirse a Burdeos, en el departamento de la Gironda francesa. Buena tierra de vinos. ¡Menudo tour gastronómico que se están pegando los figuras del Sea Walk!… Por aquí por A Coruña nos quedamos algo huérfanos de megayates con su marcha pero no bajen la guardia; a buen seguro la próxima vez que vayamos paseando por el dique de abrigo la colosal silueta de una de estas exclusivas embarcaciones atracada en los pantalanes volverá a dejarnos con la boca abierta y nos hará volver a plantearnos las preguntas de siempre: ¿a quien pertenecerá? ¿cuanto habrá costado?…

El colosal Sea Walk eclipsando con su imponente tamaño al resto de embarcaciones atracadas en los pantalanes del muelle de las ánimas.

Para acabar quisiera expresar un especial agradecimiento a Juan Carlos Somorrostro, que colabora por primera vez en el blog y que ha tenido a bien prestarme una de sus estupendas fotos para ilustrar la entrada de hoy. Las fotos de los interiores están tomadas de la página yachtcharterfleet.com.