Tienen motivos más que sobrados para sonreír porque en una industria tan competitiva como la crucerística si costoso es llegar y difícil echar raíces, imagínense lo que supone conseguir un rutilante éxito año tras año hasta convertirse en uno de los referentes del sector. Y todo ello en tan sólo dos décadas. Así se entiende esa cara de felicidad que lucen siempre los buques de Aida Cruises.

¡Sonríe a la cámara!

Hace unas semanas la adversa meteorología obligaba al «capi» del AidaMar a modificar el itinerario de su singladura, cambios que se llevaron por delante la escala que el buque germano tenía previsto realizar en A Coruña. No ha sido la anulación más trancendente de las habidas este año toda vez que este navío es un archiconocido de los coruñeses, pero su presencia en la rada herculina iba a ser la excusa perfecta para dedicarle en este blog un especial a su naviera, Aida Cruises, con motivo de su reciente 20 aniversario dentro de la industria del crucero. Es por ello que pese a que ninguno de sus buques se haya acercado estos días a la ciudad no quería acabar el año sin hacerle a la compañía germana mi particular regalo de cumpleaños en forma de resumen sobre lo que han dado de sí estos 20 años.

Aida Cruises está de cumpleaños.

La historia de Aida Cruises es el relato de uno de los más fulgurantes éxitos de la industria crucerística moderna explotando un nicho de mercado practicamente inexistente hasta entonces gracias a un producto diferenciado con una personalidad muy marcada y que tras una expansión muy agresiva le ha llevado en tan sólo 20 años a alcanzar una cuota del 45.5 % del mercado germano, transportando a unos 820.000 pasajeros anuales en alguno de los 11 navíos que componen su extensa flota. El concepto Aida Cruises se asemeja al de un club-resort oceánico; a diferencia del esquema tradicional de otras navieras esta compañía  ofrece en sus buques una atmósfera mucho más informal, en la que no se exige vestir de etiqueta, ni hay mesas ni turnos de restaurante asignados. La clientela tipo de la naviera también difiere de la habitual: solteros, parejas y familias jóvenes, todos ellos por debajo de los 50 años.

Aida Cruises ofrece un producto muy diferenciado dentro de la vasta oferta del sector de los cruceros.

    Sin lugar a dudas la mejor carta de presentación de Aida Cruises es la vistosa imagen corporativa que lucen sus barcos. Curiosamente ésta surgió a partir del nombre de su primera nave construída, el Aida original. Aída toma su nombre de la célebre ópera del compositor italiano Giuseppe Verdi, que trata sobre una princesa etíope que es raptada y llevada a Egipto como esclava. Fue en la ambientación egipcia y en su escritura jeroglífica donde el diseñador gráfico Feliks Büttner buscó la inspiración para realizar el diseño artístico que portan los navíos de la compañía. Hoy en día ya casi no sorprende ver buques de pasaje con sus cascos adornados con logos, dibujos variados o pintados de diversos colores pero en la época en la que Aida Cruises vio la luz esta idea fue completamente revolucionaria ya que por aquel entonces los cascos de los buques vivían en un mundo en «blanco y negro» (o azul marino). Con la aparición de la compañía germana todo ésto cambió para siempre y actualmente muchas navieras como Norwegian Cruise Line, P&O o más recientemente Princess Cruises se han unido a esta tendencia.

    ¡Bésame!: Dos operarios de los astilleros Meyer realizan la operación de pintado de los característicos labios que lucen todos los buques de la flota Aida Cruises. En este caso se trata del AidaBlu.
    (Fuente: Aida.de)

     

    Los orígenes de Aida Cruises se remontan a la década de los años 60 del pasado siglo XX cuando en la ciudad de Rostock, entonces perteneciente a la Alemania Oriental, se fundó la Deutsche Seereederei (DSR), una compañía estatal  (que por algo la propiedad privada no está muy bien vista en el ideario comunista) que ofrecía cruceros para los afiliados al Freier Deutsches Gewerkschaftsbund, la central sindical única de la RDA, a bordo de una nave ya entrada en años y que atendía al impronunciable nombre de Völkerfreundschaft, que traducido al castellano significa algo así como » la amistad entre los pueblos». Este barco sigue hoy en día pateándose los mares bajo el nombre de Astoria y presume de ser el buque de pasaje más veterano en continuar en activo a sus ¡¡68 años!!. Tras varios años operando con el Völkerfreundschaft, en 1985 tomó el relevo el Arkona (el actual Saga Pearl II). La caída del muro de Berlín y con él la de todo el bloque comunista puso patas arriba al viejo continente, sobre todo a los países que se encontraban al otro lado del telón de acero. Tras la reunificación de las dos Alemanias la compañía DSR fue privatizada y pasó a manos de un grupo inversor con sede en Hamburgo, que fue el encargado de establecer las bases del concepto club-resort oceánico que actualmente impera en la marca. Para desarrollar con éxito este proyecto en 1994 se decidió construír un buque totalmente nuevo para sustituír al desfasado Arkona.

    .

    Arriba: los orígenes de Aida Cruises se remontan a la década de los 60, cuando la naviera DSR realizaba cruceros con el buque Völkerfreundschaft.
    Abajo: Hoy en día el buque sigue en activo rebautizado como Astoria. La foto corresponde a su última visita a A Coruña, el pasado mes de abril.
    (Foto arriba: autor desconocido)

      El nuevo navío fue encargado a los prestigiosos astilleros finlandeses Kvaerner-Masa de la ciudad de Turku y tuvo un coste aproximado de unos 300 millones de marcos alemanes de la época. Se trataba de un navío de tamaño medio de 38.531 toneladas con unas dimensiones de 193´3 metros de eslora, una manga de 27´6 metros y 6´2 metros de calado con capacidad para unas 1.186 pasajeros y apenas 370 tripulantes. El elevado ratio de pasajero por tripulante obedece al concepto informal de la nave, algo que se deja ver en detalles como el de no ofrecer servicio de comidas en los camarotes. El diseño del buque, de 11 cubiertas, era bastante inusual y tomó como base el esquema del buque Sally Albatross de 1991. Su configuración hacía tabla rasa con lo que hasta entonces era norma en la industria; los camarotes se situaron en las cubiertas bajas (de la 4 a la 7) dejando las altas para las zonas comunes. Además el buque no tenía un restaurante principal sino que contaba con dos grandes zonas tipo buffet. El barco contaba además con grandes espacios en las cubiertas exteriores dedicados a la práctica de deportes y de diversas actividades al aire libre, un aspecto éste último en el que Aida Cruises hace siempre especial hincapié. El nuevo buque, construído en el tiempo récord de 22 meses, fue bautizado con el nombre de Aida, siguiendo la tradición de nombrar a los buques de la compañía con denominaciones que comenzaran por la letra A. El nombre es muy apropiado para una industria como la crucerística ya que en árabe Aída significa «visitante».

      El barco al revés: El Aida original, actualmente AidaCara, Llamaba la atención por su colorido aspecto exterior pero sobre todo por una configuración interior insólita para la época.

      El nuevo y flamante Aida inició su carrera comercial el 4 de junio de 1996 siendo bautizado oficialmente tan sólo tres días más tarde en el puerto germano de Warnemunde. El día 11 el Aida partió en su primer crucero oficial, una travesía entre Bremerhaven y Palma de Mallorca, puerto este último donde establecería su base de cruceros ese verano. Tan sólo 4 días después de iniciar su travesía inaugural el Aida recaló en A Coruña donde permaneció por espacio de unas horas. En su amarre del muelle de trasatlánticos el coqueto buque alemán (por aquel entonces portaba también bandera germana) acaparó muchas miradas por su  esbelta silueta y sobre todo por la «discreta» decoración exterior del novísimo buque. Aquel ahora lejano 15 de junio de 1996 supuso el inicio de la estrecha relación que mantiene la naviera germana con los muelles herculinos y que la ha llevado a traer a la práctica totalidad de su flota a nuestra ría, muchos de ellos en viaje inaugural como veremos posteriormente.

      Pese a no ser el protagonista principal de la instantánea (el objetivo era mi madre y mi abuelo) y estar un poco borrosa, ésta es la única foto que he podido encontrar del Aida con su nombre original, durante su escala inaugural en A Coruña. Se aprecia que el barco va engalanado como corresponde en las rutas inaugurales y algunos detalles «de otra época», como el poder pasear libremente por los muelles. ¡Incluso había carril-bici!!.

      En 1997 el Aida fue vendido a la Norwegian Cruise Line (NCL) si bien continuó operando para  la Deutsche Seereederei en régimen de chárter. Dos años más tarde el buque volvió a manos de sus primeros dueños, que por entonces habían cambiado su nombre a Arkona Touristik. El propósito de esta nueva etapa era operar el Aida bajo la marca Aida Cruises, una joint venture creada entre Arkona Touristik (propietaria del 49% del negocio) y la naviera P&O (que poseía el 51% restante). Bajo el control de la histórica naviera inglesa se tomó la decisión de ampliar la flota de la recién creada compañía con la construcción de dos nuevos buques cuyo diseño estaría basado en el Aida original. El encargo fue realizado esta vez a los astilleros alemanes Aker MTW, situados en la ciudad de Wismar.

      El AidaVita atracado en el muelle de Calvo-Sotelo norte. En esencia se trata de un AidaCara «supervitaminado».

       Basicamente se trataba de dos versiones alargadas del Aida, con 42.289 toneladas de registro bruto y unas dimensiones principales que alcanzaban los 202´8 metros de eslora, los 30´5 metros de manga y los 6´3 metros de calado, con una capacidad de pasaje que se incrementaba hasta los 1.266 pasajeros. El primero de los componentes del dueto recibió el nombre de AidaVita siendo bautizado el segundo de ellos con el nombre de AidaAura. Para evitar confusiones poco antes de que el primero de los nuevos buques entrara en servicio la naviera decidió rebautizar al Aida original con su actual nombre, AidaCara. Fue en noviembre de 2001. Al igual que ocurriera con el pionero de los Aida modernos, los nuevos AidaVita y AidaAura unieron sus nombres a los de la ciudad herculina practicamente desde el momento mismo de inicio de su actividad comercial; apenas un mes después del comienzo de sus operaciones, a finales de mayo de 2002 el AidaVita realizaba su visita inaugural a A Coruña. El AidaAura por su parte fue mucho más rápido y tan sólo cuatro días después del inicio de su crucero inaugural atracó en el muelle de trasatlánticos herculino en la que sería la primera de sus muchas visitas a lo largo de los años venideros a aguas gallegas.

      El AidaAura, tercero de la saga Aida Cruises, es uno de los moradores habituales del muelle de trasatlánticos coruñés. Debutó en la urbe herculina el 19 de abril de 2003, apenas 4 días después de iniciar su andadura comercial.

      De momento lo dejamos aquí pero en la próxima entrada continuaré el relato sobre la historia de Aida Cruises, desde los primeros años de este siglo hasta llegar al momento actual.

      «Can´t take my eyes off you…»

      Salvo las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas
      por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.