(Foto: José R. Montero)

Semana cargada de escalas de buques de cruceros en A Coruña; las previsiones hablan de que un total de 7 navíos visitarán la ciudad herculina hasta el próximo domingo y para abrir boca un pequeño pero espectacular barco como el Le Soleal, que recalaba en la dársena coruñesa el pasado lunes.

Le Soleal inauguró una de las semanas con más actividad crucerística en la ciudad.
(Foto: José R. Montero)

Cuando pasaban unos minutos de las dos y media de la tarde el exclusivo navío francés  propiedad de la compañía Ponant se dejaba ver por las inmediaciones de la Torre de Hércules. Muchos de quienes paseaban en esos momentos por la costa y a la vista del pequeño y coqueto barco que arribaba a la ciudad debieron pensar que se trataba del capricho de algún jeque árabe pagado a golpe de petrodólares. Nada más lejos de la realidad; el Le Soleal es un buque de cruceros como otros muchos. Bueno, como otros muchos no pero sí un genuíno barco de pasaje. Una vez finalizada la maniobra de atraque y colocada la escala ésta apenas registró movimiento debido a que el buque se hallaba practicamente vacío de pasajeros. El motivo, y también el de su atípica hora de arribada guarda relación con el lugar de procedencia del buque a su llegada a A Coruña, la localidad de Cee.

Extraña hora de llegada para un buque de cruceros… pero había una explicación.
(Foto: José R. Montero)

Suituado en el corazón mismo de la ría de Corcubión, el puerto de Brens es una de las más importantes infrastructuras de su tipo a nivel autonómico, con una gran actividad comercial pero cuya relación con el sector de los cruceros era inexistente…hasta 2014. Ese año la naviera Ponant tomó la decisión de que unos de sus navíos, el Le Boreal, practicamente gemelo del que sale en las fotos de este post, hiciera una breve escala en la villa de Cee para dejar a parte de su pasaje y continuar viaje hacia aguas herculinas una vez concluída la operación. Aquel 7 de mayo y a pesar de la brevedad de la visita, la localidad de la Costa da Morte se volcó para darle una calurosa acogida al recién llegado. La experiencia debió de ser considerada como positiva puesto que en 2015 nuestro protagonista de hoy fue el encargado de incribir su nombre por primera vez en esta dársena de la comarca fisterrana. El pasado lunes  el Le Soleal regresaba al «lugar del crimen» y tomaba práctico poco antes de las seis y media de la mañana para atracar en la dársena ceense. Ya atracado la cosa fue un visto y no visto; apenas una hora atracado durante la cual gran parte de los 210 cruceristas que iban a bordo (francófonos en su totalidad) bajaron a tierra para tomar los autobuses que los llevarían a realizar las excursiones contratadas. El resto, junto a la totalidad de la tripulación zarparon a las ocho y media rumbo a A Coruña adonde llegaron 6 horas más tarde.

La escala del Le Soleal en Cee fue breve, lo suficiente para desembarcar a gran parte de su pasaje.
(Foto: Mino Romero)

El discreto tamaño del Le Soleal así como su pequeño aforo obedecen al nicho de mercado en el que se encuadran los buques de la naviera gala Ponant, el de los navíos de expedición de lujo. La estricta normativa de seguridad en materia de turismo que impera en las zonas más inhóspitas del planeta tales como la Antártida o el Ártico obliga a aquellos navíos de cruceros que quieran operar allí a cumplir leyes anticontaminantes muy severas así como otras normas restrictivas como las que hacen referencia a la limitación de turistas. Las reducidas cifras de pasaje unidas al elevado (en proporción) número de tripulantes conceden a estos buques los ratios de pasajero/tripulación más altos de de toda la industria crucerística. Esta magnitud suele utilizarse para expresar con cifras el grado de lujo ofrecido por un buque de cruceros, cifra que en le caso del Le Soleal alcanza el 1.5 (El 2 es el umbral de lo que consideraríamos «lujo» y cuanto más bajo sea el número, más exclusivo es el barco). Para sus afortunados huéspedes la sensación a bordo del Le Soleal se aproxima más a la de encontrarse en tu propio yate más que la de estar realizando la travesía en un crucero convencional, un lujo que se paga y a muy alto precio en el caso de la compañía francesa propietaria de nuestro protagonista. El de los cruceros de expedición es uno de los segmentos con mayor crecimiento en la industria crucerística durante los últimos años.

(Foto: José R. Montero)

Prueba de ello es que el Le Soleal es el tercero de una serie de cuatro unidades casi idénticas botadas en el intervalo de tan sólo 5 años. Abrió la veda en 2010 el Le Boreal y le siguió al año siguiente el gemelo L´Austral. El proyecto se amplió con nuestro Le Soleal en 2012 que sufrió leves modificaciones respecto al diseño original. El cuarteto lo cerró el Le Lyrial en 2015.

(Foto: José R. Montero)

Construído en los astilleros Fincantieri de la ciudad italiana de Ancona el Le Soleal es un buque de 10.944 toneladas de registro bruto que presenta unas dimensiones principales de 142 metros de eslora, 18 metros de manga y un calado de 4´7 metros. En sus 6 cubiertas de pasaje el buque ofrece capacidad para albergar a 264 pasajeros a los que hay que sumarles las 140 personas que componen su tripulación. El 95% de sus camarotes cuentan con balcón privado. Su categoría 1-C le permite navegar entre hielos gracias a su casco especialmente reforzado, por ello cuenta con una flotilla de 12 zodiacs que son utilizadas para las excursiones por estas zonas tan agrestes. Si por el contrario el recorrido tiene lugar por zonas cálidas el Le Soleal puede desplegar una espectacular marina a popa para que sus pasajeros puedan practicar diversos deportes acuáticos. Nuestro protagonista de hoy está abanderado en Wallis y Futuna, un archipiélago de la polinesia francesa que constituye uno de los segundos registros del país galo.

La popa del Le Soleal cuenta con una marina para la práctica de deportes acuáticos.

El negocio parece no irle mal a Ponant habida cuenta de su futura expansión: Hace poco más de un año la naviera anunció la construcción de 4 nuevos navíos de expedición de lujo en los astilleros Fincantieri-VARD de Noruega y que verán la luz entre el verano de 2018 y el del 2019. Los barcos serán bautizados como Le Lapérouse, Le Champlain, Le Bougainville y Le
Kerguelen
, nombres que rinden tributo a famosos exploradores franceses. El primero de los componentes de este nuevo cuarteto, el Le Lapérouse, ya ha confirmado su visita a la ciudad herculina; será en septiembre del próximo año.

Aspecto que tendrán los futuros navíos de Ponant. Muy pronto los veremos por nuestra ciudad.
(Fuente: Ponant)

El Le Soleal sin embargo no tiene confirmadas nuevas escalas en nuestra ciudad a corto-medio plazo. La que hasta el momento es su última estancia en A Coruña se cerró el pasado lunes a las diez y media de la noche cuando el lujoso buque galo soltaba amarras poniendo rumbo a su siguiente destino, Pauillac (Francia). Se trata de una pequeña población de apenas 5.000 habitantes situado en la región de Aquitania, en pleno estuario del río Garona y que es famoso internacionalmente por sus vinos; de hecho la localidad da nombre a una denominación de origen. Tras la parada en esta pequeña villa el buque continuó remontando el curso del río hasta llegar a Burdeos, situado a unos 50 kilómetros de distancia. La actual singladura del Le Soleal finalizará este domingo en el puerto británico de Portsmouth. Como ven un peculiar viaje no apto para cualquier buque de cruceros. 


Arriba: Pauillac es la sede de la afamada bodega Chateau Lafite Rothschild
Abajo: Una botella de Chateau Lafite 2009 tiene un valor en el mercado próximo a los 9.000 euros. ¿una copita?

No quisiera terminar el post sin agradecer a mis colegas José R. Montero y Mino Romero su colaboración en forma de fotos para la ilustración de esta entrada.