Con motivo de la reciente visita en escala inaugural del buque Mein Schiff 2 a nuestra ciudad he tenido la oportunidad de subir a bordo de este navío y darme una vuelta por las instalaciones del que es el nuevo buque insignia de la compañía TUI Cruises. Desde aquí dar las gracias tanto a la naviera como a la Autoridad Portuaria de A Coruña por las gestiones realizadas y permitirme participar en este tour del que a continuación os cuento mis impresiones.

Haced como el oso y poneos cómodos que empezamos la visita.

 Tras la protocolaria ceremonia de intercambio de metopas en la que el Capitán Holm ejerció como un excelente anfitrión, un miembro de la tripulación del Mein Schiff 2 nos sirvió de guía para un rápido recorrido por las principales instalaciones del barco; rápido porque resulta difícil en una visita de poco más de una hora ver todos y cada uno de los detalles que esconde en su interior un buque de semejante tamaño, pero aún así en líneas generales y a falta de ver los alojamientos el completo recorrido realizado nos sirvió para hacernos una buena composición de lo que en líneas generales ofrece esta espectacular nave a sus pasajeros. Los medios de comunicación allí representados no quedamos ni mucho menos defraudados con lo que vimos.

Como ya es habitual en cualquier gran crucero de nueva factura el Mein Schiff 2 presenta sobre la cubierta de piscinas una gran pantalla que permite el visionado de películas o videos variados dependiendo del momento del día. Durante el transcurso de la visita la pantalla proyectaba unas espectaculares imágenes por ordenador explicando como había sido la maniobra de atraque de la nave y mostraba la posición del barco en tiempo real.

Tras esta experiencia, ¿cuál es la principal característica que destacaría del Mein Schiff 2?. Pues a mi juicio una que resulta dificil (más bien imposible) de captar con una cámara. Me explico: como naviera englobada en el segmento premium TUI Cruises ofrece a sus cruceristas lo esperado en esta categoría: tarifa todo incluido (o casi), excelente servicio a bordo, experiencia culinaria de primer nivel… y uno de los ingredientes que tampoco podía faltar es el gran espacio dedicado a cada pasajero y que ofrece en todos y cada uno de sus buques. Ésa es una circunstancia difícil de percibir en una visita de este tipo, con el barco atracado y alrededor del 90% del pasaje en tierra, pero para eso tenemos los números, que rara vez mienten: con 111.500 toneladas de registro bruto el Mein Schiff 2 ofrece un ratio espacio/pasajero de 38´5 toneladas, muy cerca de esa simbólica cifra de 40 que suele marcar la diferencia entre el lujo y los cruceros «terrenales». En este sentido TUI Cruises ha sabido mantener el equilibrio en esta nueva generación de buques aumentando en la misma proporción el número de pasaje con el espacio disponible a bordo respecto a la generación de buques predecesora. La cifra es sensiblemente superior a la ofrecida por  las flotas de Costa o MSC o Aida, por citar algunos ejemplos de navieras generalistas, si bien en sus últimas generaciones de buques estas compañías ya se acercan a estos ratios.

Pese a su gran tamaño el aforo del Mein Schiff 2 en doble ocupación no alcanza los 3.000 pasajeros, cifra sensiblemente inferior a la de otros buques de tamaño similar.

Repasar de forma breve todas y cada una de las instalaciones presentes en el Mein Schiff 2 me resultaría harto imposible; a fin de cuentas hablamos de un buque con 14 cubiertas destinadas al pasaje, 1.447 camarotes y capacidad para casi 3.000 cruceristas que cuentan con una ingente oferta de ocio para estar distraidos los días que dure su viaje: hablamos de un total de 12 opciones de restauración, 15 bares, 2 piscinas, 1 gimnasio equipado a la última, 1 teatro con 1.000 butacas, un spa de 2.400 metros cuadrados y hasta 20.500 metros cuadrados en las cubiertas exteriores. En todos estos lugares prima una atmósfera moderna logrando una esmerada continuidad al pasar de una estancia a otra. Todo ello gracias a una decoración que emplea una cuidada selección en cuanto a materiales y colores que consiguen transmitir un ambiente de frescura y dinamismo sin necesidad de caer en las estridencias ni «horteradas» de otras compañías. En este sentido un 10 para los diseñadores de la nave.

Salvo puntuales rincones que a mí personalmente no me convencen, como el Schau Bar (en la foto) la decoración a bordo del Mein Schiff 2 crea una atmósfera moderna y  muy agradable sin necesidad de caer en estridentes formas o colores.

Sin lugar a dudas el lugar más identitario de esta obra de arte flotante es el Grosse Freiheit, precisamente el punto donde tuvo lugar la ceremonia de intercambio de metopas. Situado a popa en este diáfano espacio de dos pisos de altura gozamos de unas impresionantes vistas gracias a sus paredes acristaladas en forma de diamante, una estructura que resulta tan vistosa desde fuera como mágica vista desde dentro. El Grosse Freiheit (cubiertas 4 y 5) es un espacio de espacios ya que en él encontramos varios restaurantes así como pequeños bares para tomar algo, como por ejemplo el Diamant Bar. Entre los primeros tenemos tres propuestas: El Surf & Tour Steakhouse, especializado en carnes, o el Cucimare, de cocina italiana. Pero para mí el más interesante y en mi modesta opinión el rincón más bonito de toda la nave sea el Esszimmer Lieblingsgerichte, que pegado a la pared de cristal ofrece un intimísimo rincón para degustar un plato mientras nos abstraemos con las impresionantes vistas de la estela que va dejando el barco en su avance.

Arriba: El Grosse Freiheit es sin lugar a dudas el lugar más emblemático a bordo del Mein Schiff 2. En él se concentran varios espacios con identidad propia.
Abajo: Para mí el punto más atractivo de la nave es el Esszimmer Lieblingsgerichte. Sólo el imaginarse tomando algo en este restaurante contemplando la estela del barco pone los dientes largos.
En el Grosse Freiheit encontramos también el Manufaktur, una instalación donde se realizan talleres de cocina creativa y donde podremos crear nuestro propio menú con la ayuda de un chef usando para ello unas llamativas mesas de cocina interactivas.

El taller de cocina Manufaktur cuenta con unas mesas interactivas para seguir las recetas explicadas por el chef.
(Foto: José R. Montero)
Al igual que sucede en el resto de la flota TUI el restaurante principal de la nave es el Atlantik Restaurant. Situado en el centro de la nave se divide en dos áreas: por un lado el Atlantik Klassik (cubierta 4), con menús de 5 platos que se cambian a diario, y por otro el Atlantik Mediterran (cubierta 5), que como su nombre indica está especializado en cocina mediterránea.

Los restaurantes Atlantik Klassik (arriba) y Atlantik Mediterran (abajo) funcionan como dos opciones completamente independientes, algo que demuestra tanto su diferente oferta gastronómica como su distinta decoración.
En la cubierta 12 y hacia popa encontramos un clásico de esta naviera, el Anckelmannsplatz, el restaurante tipo bufet del Mein Schiff 2. Su horario ininterrumpido (desde las 07:00 hasta las 21:30 horas) lo hacen una opción perfecta para cualquier hora del día y su variada propuesta gastronómica también. Una gran selección de productos divididos en varias islas según su temática y que invitan a levantarse repetidamente del asiento para picotear una y otra vez (costumbre ésta muy española en los bufets y que no sé si estará tan arraigada en la cultura germana). Sin haber llegado a probar la comida, lo que pude apreciar a través de la vista y el olfato indican que la experiencia culinaria allí va a ser buena. Destacar la presencia de un completo bufet pensado en exclusiva para niños.

Arriba: El Anckelmannsplatz Buffet Restaurant ofrece a sus comensales unas impresionantes vistas desde su privilegiada situación en la cubierta 12.
Abajo: Además de numerosas islas con los productos clasificados por tipología, cuenta con una adicional con platos pensados para los más pequeños.
 Completan la oferta culinaria del Mein Schiff 2 dos rincones englobados en el Anckelmannsplatz pero que funcionan como locales propios: el Fischmarkt (especializado en pescados y mariscos) y el Backstube (para bocadillos, sandwiches). En el centro de la cubierta 5 tenemos otras dos buenas opciones para saciar nuestro apetito con dos bistros: el Tag & Nacht, que como su nombre bien indica está abierto las 24 horas, y el Ganz Schön Gesund para los amantes de una dieta sana y equilibrada. Por último en el Bosporus Bar (cubierta 12) podremos picar algo tras darnos un chapuzón en la piscina.

El Tag & Nacht Bistro está abierto las 24 horas del día.
(Foto: José R. Montero)

Pero como no todo va a ser comer el Mein Schiff 2 ofrece a sus huéspedes otras muchas opciones para pasar el rato y que repasaré en el siguiente post.

Un rápido corte de pelo en la barbería del Mein Schiff 2 y en el siguiente post os continúo mostrando los interiores de este impresionante barco.

Salvo las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.