Los buques de cruceros oceánicos de la desaparecida Crystal Cruises se han puesto oficialmente a la venta en una subasta programada para el próximo mes.

La Corte Suprema de las Bahamas publicó esta semana la notificación oficial de venta de los buques Crystal Symphony y Crystal Serenity. Ambos navíos se encuentran atracados en Freeport (Bahamas) desde que una orden de arresto por facturas impagadas obligó a suspender los cruceros que ambos buques realizaban en esas fechas por aguas del Caribe.

El proceso de venta de los buques permite que los interesados puedan inspeccionar los navíos para conocer su estado actual. Tras este paso previo podrán presentarse las ofertas al tribunal hasta el próximo 7 de junio. Éstas deberán ir acompañadas de un depósito del 10 por ciento del valor de la oferta. Los bancos poseedores de las hipotecas decidirán el resultado de las subastas e incluso podrían solicitar al tribunal que rechace las ofertas si se consideran demasiado bajas. El próximo 14 de junio se notificarán los postores ganadores.

A la venta los buques de Crystal Cruises
En unas semanas conoceremos el futuro de los dos buques oceánicos de Crystal Cruises. (Foto: Diego Veiga)

La caída de una de las mejores navieras del mundo

La naviera Crystal Cruises suspendió operaciones a principios de este año debido a la difícil situación económica en la que se encuentra Genting Hong Kong, matriz de la naviera asiática. La crisis económica del sector motivada por la pandemia se llevó por delante a una de las mejores navieras del mundo, considerada por muchos expertos como uno de los mejores exponentes del segmento de lujo de la industria crucerística.

Dos ventas condicionadas por la edad

Pese a que tanto Crystal como su flota eran sinónimo de lujo y calidad a raudales, los buques de la extinta naviera que ahora se ponen a la venta están condicionados por su edad. El Crystal Serenity es un buque de tamaño medio (68.870 T.R.B.) que entró en servicio en 2003, es decir, roza los 20 años de vida. El barco, reformado en profundidad en 2013, tiene capacidad para tan sólo 1.090 pasajeros, lo que le otorga uno de los ratios espacio/pasajero más altos de toda la industria.

A la venta los buques de Crystal Cruises
El Crystal Serenity es el buque con más mercado del dúo… (Foto: Diego Veiga)

Si los 20 años del Crystal Serenity pueden suponer un hándicap a la hora de su venta, más complicado resultará el proceso para el Crystal Symphony. De menor tamaño que su compañero de naviera (51.044 T.R.B.), el Symphony entró en servicio en 1995, por lo que lleva navegando 27 años. Mucho buques de cruceros de similar edad han sido desactivados o incluso mandados a desguace desde que la pandemia obligó a suspender la actividad crucerística en 2020.

A la venta los buques de Crystal Cruises
… el Crystal Symphony en cambio lo tendrá más complicado. (Foto: Diego Veiga)

Crystal Endeavor: el mayor objeto de deseo

Pese a que el actual proceso de subasta sólo incluye a los dos navíos oceánicos de Crystal Cruises, todavía falta por aclarar qué le deparará el futuro al tercer integrante de la compañía, el buque de expedición Crystal Endeavor.

Construido en los astilleros germanos MV Werften, el Crystal Endeavor entró en servicio en 2021 y es sin lugar a dudas la pieza más codiciada del enorme castillo de naipes ahora derruido que es Crystal Cruises. Este navío es uno de los más avanzados cruceros de expedición de la industria y presume de ser, con sus 20.400 T.R.B., el mayor buque del mundo en poseer un certificado PC6, la mayor categoría que puede alcanzar un buque para navegar entre hielos.

A la venta los buques de Crystal Cruises
El Crystal Endeavor es sin lugar a dudas el activo más interesante de la difunta Crystal Cruises (Foto: Crystal Cruises)

Tras la emisión de la orden de arresto a los barcos de Crystal Cruises, el Crystal Endeavor tuvo que poner fin a su crucero de manera abrupta a finales de enero en Ushuaia, en la Patagonia argentina. El buque permanece fondeado en Gibraltar desde hace varios meses a la espera de que se aclare su incierto futuro.

Foto portada: Diego Veiga