Cuatro menos uno. O sea tres. Tres cruceros se dieron cita el pasado viernes en los muelles herculinos para protagonizar una jornada multitudinaria en la ciudad, con gran ambiente en el casco histórico y en las zonas aledañas al puerto durante toda la mañana. Un triplete crucerístico formado por los buques AidaPerla, Aurora y Marina. Y pudieron ser cuatro…

Dos de los tres protagonistas del viernes compartiendo encuadre: el AidaPerla y el Aurora (detrás del arbolito).

…Claro que también pudieron ser menos. Incluso ninguno. Porque a los teóricos 4 protagonistas iniciales de la jornada se unió a principios de semana un quinto indeseado, una previsión meteorológica que traía alerta naranja en la costa por mar combinada y olas de 5 a 6 a metros y que a punto estuvo de dar al traste con la jornada más destacada del año en el calendario crucerístico local. Los daños finalmente fueron mínimos, aunque los hubo; el miércoles el componente mas pequeño del cuarteto, el minimalista Clio, decídía quedarse unos días más en Vigo posponiendo su presencia en A Coruña para la jornada del domingo. El AidaPerla por su parte alteró el itinerario de su actual crucero prescindiendo de su parada en Leixoes y poniendo rumbo directamente a A Coruña desde Funchal para resguardarse antes de que vineira lo peor de la borrasca. Este cambio de planes supuso un adelanto de casi 12 horas sobre su hora prevista de llegada y a las ocho de la tarde del martes efectúaba su maniobra de atraque en el muelle de trasatlánticos ante la atónita mirada de algún que otro curioso, que desafiando a la lluvia miraba incrédulo la extraña hora de llegada de tan llamativo buque. Con esta circunstancia el AidaPerla se convirtió en la nave de pasaje más grande en pernoctar en puerto en la historia de los muelles coruñeses.

La lluvia dió una tregua para que los compañeros pudiesen «afotar» al AidaPerla durante su llegada a última hora de la tarde del jueves.
(Foto: Manuel Candal)
Los casi 3.400 pasajeros que trajo a la ciudad la Perla de la naviera germana Aida Cruises disfrutan estos días de un crucero de 9 noches de duración que partió el pasado 21 de abril de Santa Cruz de Tenerife y que lo llevará hasta Hamburgo, puerto que se convertirá en su base de operaciones para la temporada estival. Los precios para esta singladura partían desde los casi 1.200 euros correspondientes a un camarote interior.

Aurora y Marina no se vieron tan afectados por las inclemencias del tiempo y mantuvieron el guión previsto. El primero de ellos llegaba a la ciudad poco antes de las ocho de la mañana con 1.900 cruceristas británicos y procedente de  Southampton, punto de inicio habitual de sus rutas. A Coruña fue la primera parada en un itinerario de 19 noches que incluirá escalas en Leixoes, Ceuta, La Valeta, Sorrento, Civitavecchia (para visitar Roma), Propriano, Alicante y Lisboa para regresar al punto de inicio y desembarcar el próximo día 13 de mayo.

El Aurora se encuentra realizando un crucero de casi tres semanas de duración que lo llevará a navegar por aguas del Mediterráneo.
Minutos después hacía lo propio el lujoso Marina, que ante la evidente falta de espacio tuvo que acomodar sus casi 240 metros de eslora en un amarre tan inusual como poco glamuroso como es el muelle de San Diego, rodeado de grúas y lejos del centro de la ciudad, aunque un bus lanzadera le solventase este problema a los cruceristas. Estos, unos 1.200, disfrutan a bordo del buque de la naviera Oceania Cruises de un crucero de dos semanas denominado «European Bouquet» que partió también de Southampton y que en su camino hacia A Coruña ha incluído paradas en la isla de Guernsey, Burdeos, Le Verdon, San Juan de Luz, y Bilbao, puerto de procedencia este último a su llegada a la ría coruñesa. Tras visitar tierras gallegas el Marina continuará su periplo haciendo escalas en Leixoes, Lisboa, Cádiz, Tánger y Málaga finalizando su viaje en Barcelona la próxima semana. Viajar con Oceania Cruises no está al alcance de cualquier bolsillo; un pasaje para realizar este crucero a bordo del Marina salía desde los 5.000 euros correspondiente a la estancia más barata, que en el caso de este buque ya es una suite.

El Marina, el componente «upper premium» del terceto.
 Con el Marina ya atracado y una vez finalizado el operativo de llegada fue el momento de echar números: la triple escala dejó unas excelentes cifras en la ciudad. Unos 6.500 pasajeros sumando a las tres embarcaciones, 9.000 personas llegadas a la ciudad por vía marítima si contamos además a las tripulaciones. Un gran impacto económico para las arcas locales y la constatación de que A Coruña se ha consolidado como líder de la franja atlántico cantábrica en este tipo de tráficos desde hace varias temporadas. La nota negativa (por buscar alguna) es la prueba irrefutable de que el puerto se nos ha quedado pequeño para acoger al unísono a tanto barco. En el momento en el que tres naves de gran porte fijan su escala para el mismo día en A Coruña no queda otra que usar muelles que si bien son perfectamente válidos a nivel operativopresentan numerosas deficiencias para ubicar buques de este tipo. El usado esta semana por el Marina, el muelle de San Diego, sorprende a muchos pero es el único operativo para buques de más de 220 metros cuando la necesidad obliga a usar un tercer muelle.

La concurrida jornada crucerística del pasado viernes obligó una vez más a que uno de los protagonistas, el Marina, tuviese que atracar en el muelle de San Diego. En esta foto lo podemos ver al fondo durante la salida del Aurora.

 La multitudinaria presencia de cruceros durante el pasado viernes fue la excusa perfecta para celebrar el Día del Fotógrafo Naval, que celebró este año su tercera edición. Se trata de una jornada que busca por un lado promocionar una actividad que resulta bastante desconocida para el gran público, y por otro reunir a todos aquellos que compartimos esta afición, los llamados «shipspotters». para pasar un día agradable haciendo lo que más nos gusta. El mal tiempo no permitió que se pudieran desarrollar algunas de las actividades programadas pero no impidió que por la tarde nos juntásemos en un emplazamiento tan espectacular como la terraza de la Torre de Control Marítimo de A Coruña para ver la salida de los tres navíos. Desde aquí dar las gracias a mi amigo y habitual colaborador del blog, Jose R. Montero, principal impulsor de esta iniciativa, así como todos los que ayudaron a que se llevara a cabo con éxito.

Arriba: Parte de los fotógrafos navales que acudimos al III Shipspotter Day posando con el AidaPerla al fondo. 
 Abajo: El grupo en plena faena «afotadora».
(Foto arriba: J. Daniel Díaz)
(Foto abajo: Eduardo Sánchez Pérez)

Es hora de conocer un poco mejor a los protagonistas de la jornada, empezando por el Aurora, quizás el único del trío que no necesita presentación por ser todo un habitual de los muelles herculinos. Construido en el año 2000 en los astilleros
Meyer
de la ciudad alemana de Papenburg, este navío era en el
momento de su botadura el buque más grande en la historia de la naviera
P&O. Casi 20 años después y una vez que el Oriana abandone la flota de la naviera británica este verano, pasará a ser el más pequeño de todos ellos, lo que indica lo rápido que ha evolucionado la industria crucerística a lo largo de estos años. Aún con todo las medidas del Aurora continúan siendo imponentes: 76.152 toneladas de
registro bruto y 8.486 toneladas de peso muerto, con unas medidas principales de 270 metros de eslora, 32´2 metros de manga y un calado de
7´9 metros. En sus 10 cubiertas de pasaje el buque inglés (aunque luce una «conveniente» bandera bermudeña desde 2007) puede albergar a un
total de 1.975 pasajeros en capacidad máxima y lleva una tripulación
formada por 816 personas.

El Aurora es un gran conocido del puerto coruñés.

Todavía queda mucho que contar sobre el triplete del pasado viernes, pero eso será en el siguiente post.

Salvo las que indiquen lo contrario las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.