En una semana cargada de escalas, el pasado jueves el puerto herculino recibió la visita del AidaPrima, el impresionante y llamativo como pocos navío de la compañía germana Aida Cruises.

Un buque que no pasa desapercibido por muchas razones.
Procedente de Lisboa, el gigantesco megacrucero arribó sobre las nueve de la mañana, con más de dos horas de retraso sobre el horario previsto. El motivo fueron las adversas condiciones marítimas que se encontró la nave en su navegación desde tierras lusas hacia el golfo ártabro y que obligaron al «master» del barco a tomarse la travesía con más calma de la habitual. No tuvieron suerte los pasajeros del buque alemán (más de 3.400 llegaron a la urbe herculina) durante su estancia en la ciudad, con una jornada más invernal que otra cosa e importantes aguaceros a lo largo de todo el día. La escala del AidaPrima en A Coruña forma parte de un crucero de dos semanas de duración que se inició en Palma de Mallorca el pasado día 3 y que incluirá paradas en Málaga, Cádiz, Rotterdam u Oslo antes de finalizar la singladura en el puerto de Kiel el próximo viernes. Se trata de la segunda vez que este buque recala en nuestra ciudad tras su debut hace un par de temporadas, concretamente el 9 de noviembre del 2017.

Arriba: El mal estado de la mar retrasó la llegada del AidaPrima el pasado jueves.
Abajo: La lluvia aguó (nunca mejor dicho) la estancia en la ciudad a los cruceristas del buque alemán.
(Fotos: Manuel Candal)
Construído en los astilleros Mitsubishi Heavy Industries de la ciudad japonesa de Nagasaki
y puesto en servicio en mayo de 2016, el AidaPrima
es un revolucionario buque de cruceros de 125.572 toneladas de registro
bruto y 9.200 toneladas de peso muerto que tiene unas medidas principales de 299´9 metros de eslora, 37´6 metros de
manga y un calado de 8 metros. De sus 17 cubiertas
15 están dedicadas en exclusiva al pasaje y en gran parte de ellas se
distribuyen los 1.643 camarotes que otorgan al Prima una
capacidad de 3.286 pasajeros en régimen de doble ocupación. La tripulación la componen 900 personas. Abanderado en Italia por ser Aida Cruises parte de la naviera transalpina Costa Cruceros, el AidaPrima tiene como puerto de registro el de Génova y su identificativo de llamada es IBGU.

(Foto: Manuel Candal)

En el apartado mecánico el AidaPrima daría para una tesis pero por no alargarme demasiado destacaré su propulsión dual; por un lado cuenta con la habitual diesel-eléctrica de este tipo de unidades pero la particularidad del barco reside en que uno de sus 4 motores Caterpillar puede
funcionar también con gas natural licuado (LNG), un combustible mucho más
limpio y que la nave utiliza cuando está atracada en puerto. En este sentido el Prima fue el primer buque de cruceros al uso en incorporar este tipo de propulsión híbrida pero es tal el avance tecnológico en este campo que ya navegan unidades que usan este tipo de combustible como fuente principal; precisamente su compañero de naviera, el AidaNova fue el pionero en usar exclusivamente LNG como combustible.

Poniendo morritos para la foto.
El AidaPrima fue la primera unidad de una familia de buques denominada genericamente como Hyperion-Klasse y que integran él y su unidad gemela, el AidaPerla, botado un año después. Los caprichos del calendario han querido que ambos buques visitasen la dársena herculina con pocos días de diferencia ya que el Perla hizo escala el pasado día 26 coincidiendo  con los buques Aurora y Marina. Así pues lo de «la prima de la perla» que encabeza como título el post de hoy es simplemente un juego de palabras con sus nombres ya que si hubiera que asignarles un parentesco real a estas dos naves sería el de hermanas gemelas. Siendo idénticos como dos gotas de agua y habiendo nacido en la misma factoría, un dato realmente curioso es
que la construcción de nuestro protagonista de hoy duró 12 meses más
que la de su hermano menor. ¿Qué es lo que pasó para que existiera esta
diferencia de tiempo?.
El Andalucía, réplica de un galeón del s. XVII y el AidaPrima compartiendo encuadre. Dos diseños navales separados por cuatro siglos.

Bueno, más bien habría que decir que es lo que no pasó. A la hora de explicar una catástrofe, y la génesis del AidaPrima lo fue en términos económicos (y de los gordos), los expertos suelen atribuír la misma no a una única causa sino a la concatenación de varias de ellas. Fue el caso de la accidentada construcción de nuestro protagonista de hoy. A la inexperiencia de los astilleros nipones en la fabricación de este tipo de barcos (sólo habían construído hasta esa fecha dos cruceros modernos, el Diamond y el Sapphire Princess) se unió la especial complejidad técnica del proyecto, que obligó a desarrollar muchos de los parámetros del buque desde cero. La fecha inicial de entrega del AidaPrima, prevista para marzo de 2015, se tuvo que posponer 6 meses por problemas con los novedosos sistemas de la nave (propulsión dual, MALS…) y ello obligó a cancelar el crucero inaugural, con todo vendido ya. En ese momento las aseguradoras todavía no eran conscientes de la que se les venía encima…

Con los trabajos ya muy avanzados, las primeras pruebas de mar del buque resultaron «no satisfactorias», lo que obligó a posponer nuevamente la fecha de entrega, esta vez de octubre a diciembre. En ese momento el Prima era más un dolor de cabeza que otra cosa para astillero y naviera. La cosa siguió yendo de mal en peor y a mediados de ese otoño, viendo que no se iba a llegar tampoco a la última fecha acordada, Mitsubishi comunicaba un nuevo retraso, esta vez de tres meses, situando la entrega en marzo de 2016. Un año más tarde de lo inicialmente programado. Tres retrasos parecen más que suficientes, ¿verdad?; pues no se vayan todavía que aún hay más:  a principios de enero del 2016 la construcción del buque sufrió una nueva estación en su particular via crucis constructivo cuando con el navío practicamente terminado se declaró un pequeño incendio en la zona de popa de
la cubierta 7. Las llamas fueron rapidamente
controladas y pese a que el
incendio no causó grandes daños, estos fueron lo suficientemente importantes como para provocar el enésimo retraso en la entrega, aunque esta vez fueron tan sólo unos días. Fue la guinda que coronó el pastel de esta caótica construcción. La espera eso sí valió la pena porque el resultado fue un buque espectacular. Adquirido el «know-how» (y después de haberle puesto unas cuantas velas a San Pancracio, me imagino) la posterior construcción del AidaPerla tuvo lugar sin ninguna incidencia reseñable pero a esas alturas de la película a los japoneses ya se les habían quitado las ganas de volver a hablar de cruceros; tras un batacazo económico de 1.500 millones de euros en pérdidas sólo ese año, Mitsubishi Heavy Industries anunció publicamente su renuncia a construír más buques de este tipo en el futuro.

El desastroso proceso constructivo del AidaPrima llevó a los astilleros Mitsubishi Heavy Industries a renunciar a la construcción de este tipo de buques en el futuro. 
(Foto: Manuel Candal)

 Volviendo al pasado jueves el AidaPrima dio por concluída su lluviosa estancia en A Coruña a las ocho de la tarde, momento en el que la nave alemana soltó amarras y puso rumbo hacia su siguiente destino, el puerto de Southampton. La lluvia dio una pequeña tregua a esa hora lo que al menos permitió a los fotógrafos navales «afotar» la maniobra de salida sin llegar chorreando a casa. Todo un detalle. El AidaPrima regresará a la ría coruñesa este mismo año; el 19 de octubre para ser más exactos.
 
 El AidaPrima durante su salida de la ciudad el pasado jueves pasando a la altura de los faros de Mera.

 Agradecimientos a mi amigo y habitual colaborador, Manuel Candal por sus estupendas fotos, parte de las cuales ilustran la entrada de hoy. 
Salvo
las que indiquen lo contrario las fotos de esta entrada han sido
realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas
ellas.