(Foto: Manuel Candal)

 Steven tiene 64 años y tras toda una vida de esfuerzos, sacrificios y madrugones le ha llegado la hora jubilarse y de disfrutar de la vida. Con dos hijos «volando» solos y su casa en un barrio acomodado de Birmingham ya pagada, Cathy, la mujer con la que comparte su vida desde hace más de 35 años, le ha convencido para unas más que merecidas vacaciones. En un crucero nada menos. Y ahí está el bueno de Steven a bordo del Azura, un megacrucero que será su hotel flotante durante los próximos 7 días. Hace 3 que zarpó de Southampton y desde entonces está en estado de «shock» ante las medidas de este coloso; tanto que incluso le cuesta conciliar el sueño. Aprovechando el insomnio se ha levantado hoy bien temprano para  observar el amanecer desde cubierta mientras su esposa duerme a pierna suelta. El Azura y sus más de 3.000 pasajeros están a punto de llegar a A Coruña, una ciudad española de la que Steven apenas conoce nada más allá de su equipo de fútbol, que hace unos años se cruzó con su querido Aston Villa, choque en el que «los Villanos» hincaron la rodilla ante el entonces llamado «EuroDepor». Mientras observa algunos pequeños pesqueros que faenan por la zona su mirada se detiene en un buque de guerra próximo. De él parte una lancha a toda velocidad en dirección al crucero. En la zodiac que se acerca cada vez más y más al enorme Azura se distingue a un grupo de soldados armados hasta los dientes. En unos minutos la embarcación se sitúa al costado de estribor de la nave y uno a uno el grupo va accediendo al barco. ¿Pero qué es lo que ocurre?. Sin haber acabado de formularse mentalmente la pregunta una mezcla de gritos y golpes que vienen desde las cubiertas inferiores alerta a nuestro hombre, y al poco, un ruído más terrorífico: el inconfundible sonido de los disparos. En un acto instintivo Steven corre a refugiarse en uno de los cuartos de baño situados en un salón próximo. Atrincherado de rodillas junto a uno de los lavabos no puede creerse que sus vacaciones de ensueño estén a punto de convertirse en la peor de sus pesadillas…

Drogas y disparos a bordo del Azura. Si con esta frase no capto vuestra atención…
(Foto: José R. Montero)

Lo que acabáis de leer no es más que un relato inventado por el que escribe pero de alguna manera no se alejó mucho de lo vivido el pasado martes a bordo del buque Azura en las proximidades de la costa coruñesa y en el que hubo de todo: Abordaje, disparos, alijos de droga, detenidos, heridos y hasta muertos… Afortunadamente todo era un simulacro.

El Azura atracado en el muelle de trasatlánticos con el patrullero Atalaya (P-74) al fondo, encargado de la custodia del crucero hasta los muelles herculinos.
 (Foto: J. Daniel Díaz)

Y es que aprovechando la escala del Azura en A Coruña, primera y única de este año en nuestra urbe para el buque de la naviera P&O, se llevó a cabo la 13ª edición del Ejercicio Marítimo Avanzado por parte de la Armada Española, al que se le conoce por las siglas de MARSEC 19. El objetivo de estos ejercicios anuales es el de mejorar la coordinación en la mar entre
las unidades de la Armada y las de Salvamento Marítimo, Vigilancia
Aduanera
, Secretaría General de Pesca y Cruz Roja.

A Coruña fue testigo del MARSEC 19 por parte de la Armada Española.
(Foto: Autoridad Portuaria A Coruña)

El ejercicio llevado a cabo en las costas coruñesas durante el pasado martes consistía en el simulacro de abordaje a un buque civil, en este caso el Azura, por parte de efectivos de la Armada desde el patrullero de altura Atalaya (P-74) que interceptó al navío inglés a varias millas de la costa por sospechas de tráfico de sustancias estupefacientes a bordo. En dicho abordaje intervinieron además unidades especiales de asalto de la Guardia Civil, que tras un enfrentamiento en alta mar con los sospechosos procedieron a su detención y tomaron el control del buque, derivándolo al muelle de trasatlánticos de A Coruña con la orden de aumentar el nivel de autoprotección del puerto debido a la detección de armas y explosivos a bordo. Una vez en puerto y mientras el Azura atracaba, el Atalaya desembarcaba en el muelle de Batería a los detenidos durante el operativo.

El Azura realizando el viraje previo a su atraque con el Atalaya acercándose a las proximidades del dique de abrigo.
(Foto: Manuel Candal)
Mientras esto ocurría, en el Azura se sucedían los acontecimientos; tras la colocación de la escala lo primero fue el levantamiento del cadáver de uno de los miembros de la organización criminal, fallecido como consecuencia del enfrentamiento en alta mar, así como el registro en profundidad del buque, para finalizar con la evacuación controlada de todo el pasaje (representados por 300 tripulantes del Azura) a unas carpas habilitadas para tal fín a pie de muelle. Mientras todo ésto acontecía los pasajeros del crucero británico, que ya habían sido previamente advertidos de la realización del ejercicio, eran testigos de un impagable espectáculo que a buen seguro más de uno y más de dos inmortalizó con sus cámaras.  Todo este operativo no afectó al protocolo habitual de desembarque del pasaje, que se llevó a cabo sin ningún retraso.

Unidades de las F.F.A.A., Guardia Civil, Policía Nacional y emergencias apostados a pie de muelle durante la realización del simulacro.
(Foto: J.Daniel Díaz)

El presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada, señaló que es la primera vez que se realiza en el Puerto de A Coruña un ejercicio de tal envergadura y además con la participación de un crucero, motivo por el cual agradeció la colaboración tanto del Azura como de la consignataria del buque, además de felicitar por el dispositivo desplegado a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad, efectivos de emergencia y Armada Española. En total la realización de este impresionante y complejo ejercicio involucró a cerca de 700 personas.

Los «detenidos» son desembarcados a la llegada del patrullero Atalaya al muelle de Batería.
(Foto: Autoridad Portuaria A Coruña)

El resto de la escala del Azura se desarrolló con absoluta normalidad. El buque inglés  visitó la ciudad como parte de un crucero de una semana de duración con salida y llegada a su puerto base de Southampton y que ha incluído escalas en Cherburgo, punto de procedencia de la nave a su llegada a nuestra ciudad, Santander y Saint Peter Port (Islas del Canal). Minutos antes de las cinco de la tarde el megacrucero británico daba por terminada su visita a la ciudad zarpando con destino a tierras cántabras. El Azura no regresará a A Coruña hasta abril del próximo año.

Este espectacular cuadro no volverá a repetirse hasta la primavera del año que viene.
(Foto: Manuel Candal)

Hoy tengo mucho que agradecer: Mis amigos Manuel Candal, J. Daniel Díaz y José R. Montero han sido los encargados de ilustrar este post. Gran parte del texto y algunas fotos han sido obtenidas de la Autoridad Portuaria de A Coruña a la que también agradezco su inestimable colaboración.