Con su escala de hoy, los buques Balmoral y Borealis han echado el cierre a la temporada crucerística 2022 en el puerto de A Coruña.
La dársena herculina recibía en el día de hoy una nueva doble escala de cruceros en sus instalaciones. Podría ser una más pero la de hoy adquiere una especial relevancia por tratarse de las últimas visitas de este tipo de buques por este año. Un histórico ejercicio como ha sido 2022 no podía cerrarse de mejor manera.
Los protagonistas de la jornada han sido dos buques ya conocidos por nuestras aguas, el Balmoral y el Borealis, navíos que comparten colores por formar parte ambos de la flota de la naviera Fred. Olsen Cruise Lines, toda una habitual en nuestra dársena. Los dos buques llegaron a primera hora de la mañana procedentes de Vigo, donde compartieron atraque el día anterior. A bordo de ambos navíos llegaron a la ciudad unos 2.000 cruceristas.
Los caprichos del calendario han querido que los dos buques compañeros fueran a encontrarse en A Coruña el mismo día y que la ciudad herculina fuese la última escala de sus respectivos viajes. Para el Borealis la visita a tierras herculinas es el epílogo de una travesía de 8 días iniciada el pasado día 14 en Liverpool y en la que su pasaje ha podido visitar Gijón y Bilbao además de las dos paradas en aguas gallegas. El Balmoral por su parte se encuentra en los últimos compases de un viaje iniciado el pasado día 10 en el puerto de Portsmouth y durante el cual ha recalado en Lisboa, Cádiz y Funchal antes de su periplo por tierras galaicas.
Dos elegantes veteranos de los mares
Tanto Borealis como Balmoral son dos veteranos de los mares con más de 25 años de carrera comercial. Su tamaño se aleja del de los gigantescos megacruceros que hoy en día salen de los astilleros y precisamente en ello reside su encanto; sus proporciones más «humanas» unidas a unas elegantes líneas clásicas que recuerdan a los buques de antaño son sus principales armas para atraer a la clientela, que en el caso de la naviera Fred. Olsen se cuenta por miles.
El Borealis (1997) es uno de los buques de nueva adquisición de la naviera de Ipswich. Se trata del antiguo Rotterdam de Holland America Line y su compra se efectuó en julio de 2020 junto a la de su gemelo Amsterdam, que fue rebautizado como Bolette. Los dos navíos sustituyen a dos clásicos de la naviera, los buques Black Watch y Boudicca, que acabaron en el desguace hace unos meses.
El Balmoral por su parte es más veterano que el Borealis y alcanza ya los 34 años de vida marinera. Luce los colores de Fred. Olsen desde 2008, año en el que se convirtió en el buque insignia de su flota y en el mayor buque de su historia. Curiosamente a día de hoy la cosa es bien diferente; con la salida de su flota del buque Braemar, anunciada hace unos días, el Balmoral se ha convertido en el más pequeño de los buques de la naviera inglesa.
Un final anticipado
Como mencioné al principio y salvo escalas no programadas de última hora, Balmoral y Borealis han sido los últimos cruceros que veremos en la ciudad este año. En un principio aún quedaba una escala por producirse, la del buque Ambience, que tenía previsto recalar en la ciudad este sábado en su primera visita a la ciudad herculina. Sin embargo la aparición de una deficiencia técnica en sus botes salvavidas ha provocado que el buque haya tenido que dirigirse a un astillero alemán y anular sus dos próximas rutas.
A primera hora de la tarde el Balmoral y el Borealis ponían fin a su breve estancia en A Coruña poniendo ambos rumbo a tierras inglesas. La naviera Fred. Olsen Cruise Lines ya ha confirmado la presencia de los dos buques en A Coruña para el próximo año.
Foto: Diego Veiga
