Ya está por aquí otra vez. No hace ni cuatro días que el Black Watch abandonaba aguas herculinas tras permanecer por unas horas en nuestra dársena y este sábado ha vuelto a recalar en nuestra urbe por segunda vez este año. Y no será la última. A Coruña tira mucho.

En 2019 veremos unas cuantas veces este nombre por nuestra dársena.

Procedente de Southampton, punto de embarque de su actual ruta, el veterano navío propiedad de Fred. Olsen Cruises Lines llegó a las inmediaciones de la Torre de Hércules poco antes de las nueve de la mañana y media hora después maniobraba ya en aguas interiores para atracar en el muelle de trasatlánticos. A bordo unos 800 cruceristas dispuestos a bajar a tierra para disfrutar de la primera escala de su viaje, una travesía de dos semanas de duración que lleva por título «Carnival in the Canary Islands» y en el que el pasaje, formado casi en su totalidad por súbditos británicos, visitará tras la parada en tierras gallegas Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de La Palma, Funchal y Lisboa. La fiesta tocará a su fin en Southampton el próximo 14 de marzo.

 En su anterior viaje y como ya os comenté en la entrada anterior, el Black Watch realizó una espectacular singladura de circunmavegación al globo en la que durante 107 días visitó 21 países en 4 continentes. La última escala de esa vuelta al mundo tuvo lugar el pasado martes en A Coruña y tras desembarcar al pasaje en Southampton el jueves, el buque inició una nueva singladura de la que nuestra urbe ha sido su primer capítulo. No hay descanso para este clásico de los océanos.

Tras finalizar su viaje de vuelta al mundo que lo trajo a nuestra ciudad a principios de esta semana, el Black Watch repitió escala en A Coruña este sábado.

Construcción nº 395 de los astilleros Wartsila de la ciudad finlandesa de Helsinki y puesto en servicio en junio de 1972, el actual Black Watch fue un encargo de la ya desaparecida Royal Viking Line que lo bautizó como Royal Viking Star. Se trataba de la primera de las tres unidades gemelas construídas para esta compañía; le siguieron el Royal Viking Sky (el actual Boudicca, compañero de naviera del Black Watch) y el Royal Viking Sea (el actual Albatros). Pese a que nació con un tamaño algo menor (fue alargado en 1981) el Black Watch es en la actualidad un buque de 28.613 toneladas de registro bruto y 5.656 toneladas de peso muerto que presenta unas dimensiones principales de 205´5 metros de eslora, 25´2 metros de manga y un calado de 7´55 metros.

Su esbeltas y preciosas líneas ya denotan que nos hayamos ante un navío de otro tiempo.

En sus 8 cubiertas de pasaje el Black Watch, que recibe su nombre del Tercer Batallón de Infantería del Real Regimiento de Escocia, puede albergar a un total de 804 pasajeros alojados en sus 421 camarotes de los cuales tan sólo 70 (el 16 % del total) presentan terraza privada. La propulsión corre a cargo de 4 motores diesel MAN 7L32/40 acoplados a dos ejes y que producen un total de 14.000 KW. Dos hélices KameWa son las encargadas de impulsar el conjunto hasta los 22 nudos de velocidad máxima.

Después de pasar algo más de siete horas atracado en el muelle, a las cinco de la tarde el Black Watch soltó amarras para dirigirse a aguas canarias. La próxima visita de este precioso navío a A Coruña tendrá lugar dentro de dos semanas.

 El Black Watch regresará a aguas herculinas el próximo 16 de marzo.
Las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.