Proseguimos aquí con el post especial dedicado al buque Britannia con motivo de su última visita a la ciudad, la tercera del año, que tuvo lugar el pasado martes día 11. En esta segunda parte vamos a subir a bordo de este gigante para ver todo lo que ofrece a sus privilegiados moradores el nuevo orgullo naval británico.

En la primera parte de esta doble entrada mencionaba al Anthem of the Seas como principal «rival» del Britannia a la hora de hacerse con el oficioso título de gran estrella del 2015 en los muelles herculinos. El nombre del buque norteamericano también se podría escoger para hacer una comparativa de todo lo que ofrecen a bordo él y el Britannia pero lo cierto es que resultaría un ejercicio abocado al fracaso ya que salvo por su misma función y su parecido tamaño en poco o nada se parecen estos dos excepcionales navíos. El Anthem apuesta por los elementos más innovadores para conformar una de las ofertas de ocio más impresionantes que podemos encontrarnos en alta mar. En el caso del Britannia se busca un mayor refinamiento a la hora de entender el entretenimiento a bordo, siguiendo una línea más convencional y apoyada sobre un pilar fundamental, su selecta gastronomía. ¿Quiere ésto decir que el Anthem resulta un barco «vulgar» y el Britannia un navío «aburrido»?. Para nada. Es simplemente una cuestíón de donde se ha puesto el acento en cada una de las propuestas atendiendo a su target de clientes.

Dos propuestas antagónicas: La más vanguardista tecnología al servicio del ocio en el caso del Anthem (arriba). Ambiente más clásico y refinado en el caso del Britannia (abajo).
(Foto arriba: Royal Caribbean)
(Foto abajo: P&O Cruises)

Algo de lo que puede presumir el Britannia es de sobriedad y elegancia, características éstas que se pueden apreciar en cualquier punto donde fijemos la vista. Se podría caer en el error de entender tales conceptos como una falta de espectacularidad pero nada más lejos de la realidad. Un buen ejemplo lo encontramos en el que suele ser la carta de presentación en este tipo de buques, el atrio central. Inspirado en los que podemos ver en los buques Azura y Ventura, el amplio atrio del Britannia se abre majestuoso en la cubierta 5 para dar la bienvenida a todo aquel que accede al barco. Tiene 3 pisos de altura y cuenta con 4 ascensores panorámicos, una gran escalera en espiral además de ser el acceso a la gran galería de tiendas de la nave. El atrio está presidido por una espectacular escultura denominada «Starburst» que cuelga del techo a modo de una gran araña formada por miles de espejos.

Elegancia superlativa en el atrio central del Britannia.
(Fuente: P&O Cruises)

Los principales salones del Britannia siguen la pauta marcada por este gran hall central combinando estilo moderno y elegante con una gran funcionalidad. Son múltiples las opciones de ocio que nos podemos encontrar en las 15 cubiertas de pasaje de la nave así que haremos un breve recorrido por las más destacadas. Empezando desde abajo lo primero que encontramos, en la cubierta 6,  es el Headliners Theatre, el teatro principal de la nave. Con sus dos cubiertas de altura y sus 936 butacas, esta instalación está equipada con las últimas tecnologías de iluminación y sonido destacando su enorme pantalla LED que sirve como fondo para generar efectos visuales en los grandes musicales que allí se realizan. En la cubierta 7 tenemos The Studio. Se trata de una sala multiuso dotada también de elementos tecnológicos de última generación y que sirve como sala de cine, de conferencias, demostraciones culinarias, representaciones teatrales o actuaciones musicales dependiendo de la hora del día.

Mil y una opciones para disfrutar a bordo del Britannia:
Arriba: El Limelight Club (cubierta 5) con su ambiente glamouroso para escuchar música en directo. 
Abajo: Brodie´s Bar,  el paraíso de los cerveceros en la cubierta 6 con sus más de 70 especialidades. 
 

(Fuente: P&O Cruises)

En cuanto a bares la oferta a bordo del Britannia es tan extensa que resultaría casi imposible repasarlos todos. Algunos de los más destacados son The Crystal Room, en la cubierta 7, que funciona como pub y bar dependiendo de la hora del día. En este salón además se realizan clases de danza por las mañanas y actuaciones musicales por la noche. En la misma cubierta encontramos The Glass House, un bar con una amplia carta de vinos donde también se puede picotear algo. Y por último casi en la cúspide del barco, en la cubierta 16, tenemos el Crow´s Nest Lounge Bar que cuenta con su propia pista de baile para funcionar como discoteca durante la noche. Durante el día este amplio salón ofrece además de unas privilegiadas vistas del mar gracias a su ubicación y sus ventanas panorámicas, diversas actividades como demostraciones de cocina, o clases de arte. Su bar destaca por ofrecer una amplia selección de ginebras internacionales, muchas de ellas artesanales, para realizar los más variados cócteles.

El Crow´s Nest Lounge Bar cambia completamente de apariencia según la hora del día.

(Fuente: P&O Cruises)

Como comenté anteriormente uno de los platos fuertes (nunca mejor dicho) a bordo del Britannia es su cocina. Los diseñadores de este palacio flotante han puesto énfasis en este aspecto para que el pasajero disfrute de una completa experiencia culinaria, no sólo a la hora de comer sino también en la elaboración misma de los platos. Una de las actividades más novedosas en la última adquisición de la naviera P&O es el Cookery Club, un club de cocina donde el afamado chef británico James Martin imparte a los pasajeros que lo deseen sus conocimientos en clases donde se explican técnicas de cocinado así como lecciones de emplatado y presentación.

Algunos pasajeros durante una de las clases impartidas en el Cookery Club.
(Fuente: P&O Cruises)

Para los que simplemente quieran sentarse a la mesa y disfrutar de un buen menú la oferta gastronómica a bordo del Britannia es practicamente ilimitada. En la cubierta 6 los habituales Peninsular y Oriental Restaurant y en la cubierta 5 el Meridian Restaurant son las opciones más convencionales. A partir de aquí encontramos un gran abanico de alternativas tales como el Sindhu Restaurant (cubierta 7), de comida india obra del famoso chef Atul Kochhar, o el Epicurean Restaurant, en el costado de babor de la cubierta 16, especializado sólo en cenas y que está al cargo de otra estrella de los fogones, el chef Marco Pierre White. Estas dos últimas opciones gastronómicas tienen cargo adicional (no se incluyen en el precio del pasaje).

Una amplia oferta gastronómica a lo largo y ancho de la nave: desde el Peninsular Restaurant (arriba) al Epicurean (abajo).
(Fuente: P&O Cruises)

Una vez tengamos el estómago lleno y tras el preceptivo tiempo para hacer la digestión podemos darnos un chapuzón. El Britannia cuenta con varias piscinas a bordo repartidas por las distintas cubiertas más altas  de la nave de proa a popa, algunas de ellas son de uso exclusivo según el área o el servico contratado pero otras son de uso público sin restricciones. Entre estas últimas destacan Terrace Pool, a popa de la cubierta 17, y Riviera Pool Area, en la cubierta 16 y que incluye dos piscinas, una bañera de hidromasaje, zona de tumbonas y zona para niños con diversos aspersores que lanzan chorros de agua. En esta área de piscinas es donde se encuentra también la enorme pantalla LED Movies Under the Stars para ver cine al aire libre.

Riviera Pool (izquierda) y Lido Pool (derecha) constituyen la principal zona de piscinas del Britannia.
(Fuente: P&O Cruises)

Para los que en lugar de tomar el sol prefieran relajarse de otra manera, el Britannia ofrece dos opciones de lo más interesante. Por un lado el Oasis Spa Complex, en la cubierta 5, una completa instalación dedicada al cuidado del pasajero. Cuenta con salón de belleza, salas de masaje, saunas y piscina de talasoterapia por lo que no echaremos en falta nada de lo que normalmente nos encontramos en un spa de tierra firme. Si se desea una atención más V.I.P. el Britannia presenta la opción de alquilar la denominada Oasis Villa, un espacio privado donde todo aquel que la contrate puede disfrutar de su propia bañera de hidromasaje y su terapeuta personal que le podrá aconsejar que tratamiento o masaje elegir entre una gran selección mientras se disfruta de unas fresas con champán. La otra opción de relax a bordo del Britannia es The Retreat. Situado a proa de la cubierta 17 se trata de una zona al aire libre sólo para adultos que cuenta con 2 bañeras de hidromasaje, zona de solárium y varias cabañas disponibles en alquiler, éstas últimas pueden reservarse con la opción premium que incluye servicio de masajes así como de bebidas y bocadillos. A continuación de The Retreat encontramos Serenity, una extensión del área anterior que cuenta con su propia piscina y su propio bar.

Relájese. Está usted de vacaciones:
Arriba: Piscina de talasoterapia dentro del complejo Oasis Spa.
Abajo: The Retreat ofrece la posibilidad de desconectar en alguna de sus hamacas o cabañas privadas.
(Fuente: P&O Cruises)

Para los que quieran ejercitar el cuerpo, el Britannia ofrece también múltiples posibilidades. La más clásica en este tipo de buques es el gimnasio que en el caso que nos ocupa hoy encontraremos en el lado de estribor de la cubierta 17. Su ubicación sigue la tendencia que se ha instaurado en las últimas construcciones salidas del astillero y que sitúan esta instalación en zonas alternativas en lugar de la más habitual a proa de las cubiertas más altas. El gimnasio del Britannia cuenta con lo último en equipamiento y unas excepcionales vistas gracias a su emplazamiento y sus ventanas del suelo al techo. También cuenta con zonas separadas para clases de fitness y unos amplios vestuarios. Para los que prefieran el deporte al aire libre tenemos que desplazarnos hasta la cubierta 18, la más alta del Britannia; allí encontraremos el anillo de jogging y el Arena Sports, un complejo que cuenta con una pista de baloncesto de tamaño reglamentario y en la que se pueden practicar otros deportes como el tenis o el muy británico cricket.

El gimnasio del Britannia.
(Fuente: P&O Cruises)

Para acabar es hora de dar unas pinceladas sobre los alojamientos que el nuevo buque de la P&O ofrece a sus huéspedes. En total el Britannia dispone de un total de 1.837 camarotes de los cuales 1.313 (el 70 %) presentan balcón privado. He aquí otra de las principales características a destacar de este fantástico navío y es que por primera vez en un barco de la compañía inglesa todos los camarotes exteriores tiene balcón, algo de lo que muy pocos megacruceros actuales puede presumir. La elección de alojamiento no será fácil para el pasajero ya que a bordo del Britannia encontramos un total de 35 categorías distintas de camarotes en las que se incluyen desde los más económicos interiores (460 en total), hasta las 64 magníficas suites a las que no les falta detalle. Como novedad el Britannia también incorpora 27 camarotes para «singles», situados todos ellos en la cubierta 16.

Los camarotes del Britannia se ubican en un espacio de 8 pisos, desde la cubierta 8 (flecha amarilla) hasta la cubierta 16 (flecha verde). Las matemáticas no me han fallado; a bordo del Britannia no existe la cubierta 13 por aquello de las supersticiones.

Además del ya de por sí completo equipamiento del resto de camarotes, las suites del Britannia cuentan a mayores con servicio de mayordomo personal, una sala de estar separada de la zona de dormitorio, dos pantallas de TV de 42 pulgadas (en los camarotes convencionales son de 37), soporte para iPod, servicio diario de canapés y periódicos y regalos de bienvenida (champán, cesta de frutas, flores, etc). El baño de las suites deja con la boca abierta: materiales nobles como el mármol en una amplia estancia que cuenta con bañera de hidromasaje y ducha en zonas separadas y una cuidada selección de productos de marcas de gran lujo. El tamaño de las suites varía según la categoría y va desde los 30 hasta los 45 metros cuadrados de la suite del armador a los que hay que sumarles la espectacular terraza de 20 metros cuadrados.

Una de las 64 elegantes suites con las que cuenta el Britannia.
(Fuente: P&O Cruises)

Sé que ha sido un recorrido muy rápido para todo lo que ofrece este espectacular navío pero el tiempo no me dá para más. A los que con este artículo les haya picado el gusanillo de hacer un viajecito en el Britannia ya saben, toca rascarse el bolsillo (y bien). A cambio podrán vivir la inigualable experiencia de atracar en A Coruña en alguna de las futuras visitas que nuestro protagonista de hoy tiene previsto realizar en los meses venideros, la siguiente de ellas el próximo 9 de septiembre, una nueva oportunidad de quedarnos cautivados por este gigantesco coloso británico. Brititánico.

En septiembre tendremos al Britannia de nuevo en la ciudad.

Mi agradecimiento una vez más a mi amigo Manuel Candal por su inestimable colaboración en forma de fotos para la elaboración de estas dos entradas.