Este pasado domingo los buques Clio y Serenissima cerraban una de las semanas con mayor actividad crucerística del año en nuestro muelles que ha contado con la presencia de 7 buques de pasaje en otros tantos días. Y para concluír este frenesí naval qué mejor que hacerlo con un doblete de barcos.

Claro que hay dobletes y dobletes. El formado por los dos citados navíos, protagonistas del post de hoy, hay que cogerlo con pinzas puesto que ambos no llegaron a coincidir atracados en puerto. Pese a ello y a falta de repasar datos históricos que lo corroboren oficialmente, me arriesgaría a decir que ambas naves batieron un récord: el dúo crucerístico más anímico de toneladas en toda la historia de la dársena herculina.

Dos de los buques más pequeños de la industria crucerística hicieron escala el mismo día en A Coruña.

Pero como diría Jack «el Destripador» vayamos por partes y presentemos debidamente a los protagonistas de la jornada dominical. Procedente del puerto de Vilagarcía el Serenissima llegó a A Coruña a primera hora de la mañana para efectuar la cuarta escala de su actual singladura, un crucero de 10 días de duración que tras zarpar de Lisboa ha realizado paradas en Lisboa, Figueira da Foz y Leixoes antes de visitar tierras gallegas. Por delante Gijón, Douarnenez y Cherburgo antes de finalizar la travesía en el puerto inglés de Portsmouth esta misma semana. A las séis de la tarde el precioso buque de bandera sanvicentina soltó amarras dando por concluída su estancia en aguas de Marineda.

A media tarde el Serenissima dio por concluída su escala en A Coruña poniendo rumbo a Gijón.

Con el Serenissima convertido en un distante puntito casi indistinguible en el horizonte, por la orilla contraria asomó el Clio, buque que por su tamaño y formas podría ser facilmente confundido con el yate de un multimillonario. El buque, propiedad de la compañía Grand Circle Travel, procedía de Vigo y llegó a nuestra ciudad con más de dos días de retraso sobre lo inicialmente programado; su recalada debía haberse producido el pasado viernes para completar junto a los buques AidaPerla, Aurora y Marina una espectacular cuádruple escala, sin embargo las adversas condiciones meteorológicas hicieron que el capitán del buque tomase la determinación de quedarse amarrados en la ciudad olívica dos jornadas más para evitarle el suplicio de ir dando botes por mitad del Atlántico a sus pasajeros. A fín de cuentas se trata de un viaje de placer…

 El Clío llegó sobre las siete de la tarde procedente de Vigo.
…un viaje de 18 días que partiendo desde Lisboa ha llevado a los exclusivos huéspedes de esta elitista nave a visitar Leixoes, A Coruña, Burdeos o Saint Malo entre otros destinos antes de poner fín a la ruta en tierras británicas. La estancia del Clio en A Coruña fue bastante más breve que la del Serenissima y a las nueve de la noche, con las últimas luces del día, el buque se hacía de nuevo a la mar.

Un doblete no siempre es sinónimo de grandes multitudes desembarcando y paseando por el casco histórico o enormes edificios flotantes brotados de la noche a la mañana en el corazón de la urbe y para muestra el dúo formado por estos dos encantadores navíos. Entre ambos trajeron a A Coruña la «asombrosa» cifra de 175 pasajeros, (86 aportados por el Serenissima y 89 traídos por el Clio). La línea de atraque formada por estos dos «colosos», pese a que como dije al principio en ningún momento llegaron a coincidir amarrados, sumaría un total de 187 metros. El Symphony of the Seas, el buque que ostenta el título de crucero más grande del mundo, practicamente dobla en eslora la suma de esta minúscula dupla.

En un único plano podemos ver a la práctica totalidad de los pasajeros del Serenissima.

Minúsculos sí, pero muy exclusivos. Hay una regla no escrita en la industria crucerística que dice que cuanto más pequeño es el buque en cuestión, más exclusivo es, y los dos buques que podéis ver en las fotos de esta entrada lo cumplen a la perfección. Ambos ofrecen rutas por diferentes zonas del globo, en ocasiones en las proximidades de las regiones polares, haciendo escalas en muchos de los casos en puertos inaccesibles a la mayoría de los barcos del sector. Claro que todo eso hay que pagarlo; los precios del crucero que trajo al Serenissima hasta A Coruña partían de los 4.000 euros. En el caso del Clío, de mayor duración, las tarifas comenzaban en los 8.000 euros.

Y para terminar unos cuantos datos sobre ambos navíos. Construído en los astilleros Trondheims Mekaniske Verksted de la ciudad noruega de Trondheim y botado en 1960 con el nombre de Harald Jarl, el Serenissima
es un buque de 2.598 toneladas de registro bruto y 590 toneladas de peso muerto que cuenta con unas dimensiones principales
de 87´4 metros de eslora y 13´3 metros de manga. En sus 5 cubiertas
de pasaje hay espacio para 117 pasajeros en capacidad
máxima con una tripulación formada por 53 personas. Kingston, la capital de San Vicente y Granadinas, es su puerto de registro.

El Serenissima es a sus 59 años todo un veterano de los mares.
 Por su parte el Clio es un buque de construcción más reciente; salió de los astilleros Leroux & Lotz de la ciudad francesa de
St. Malo en 1998 con el nombre original de Le Levant. Con un registro bruto de 3.504 toneladas y un peso muerto de 1.380 toneladas este llamativo navío presenta unas dimensiones principales de 100´3 metros de eslora, 14 metros
de manga y un calado de 3´5 metros. En sus 5 cubiertas de pasaje puede
albergar a un máximo de 95 pasajeros atendidos por una tripulación
formada por 60 personas. El buque navega bajo pabellón maltés con La Valeta como puerto de registro.

Líneas de megayate conforman el perfil del Clío.
Las fotos de esta entrada han sido
realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de
todas ellas.