Calentando motores para la que se nos viene encima en septiembre, con 24 escalas de buques de cruceros previstas en la ciudad, este pasado domingo recibimos al buque AidaBella, un viejo conocido por aguas herculinas.

Hoy en el blog una nave muy bella.

Procedente del puerto francés de Le Havre, habitual parada para que los cruceristas puedan visitar París, la nave de Aida Cruises llegó a A Coruña a primera hora de la mañana y minutos después de las siete y media asomaba el morro (nunca mejor dicho en este caso) tras el castillo de San Antón para dirigirse a su punto de amarre en el muelle de trasatlánticos, donde atracó tras un grácil giro de 180 grados en aguas interiores.

Con las primeras luces del día el AidaBella asomó los morros tras el Castillo de San Antón.

Los casi dos millares de turistas que viajan estos días a bordo del Bella partieron el pasado 21 de agosto del puerto alemán de Kiel para comenzar un itinerario de 13 noches de duración con escalas en Gotemburgo, Dover, Le Havre, A Coruña, Lisboa, Cádiz, Málaga y Valencia antes de finalizar la singladura el próximo domingo en el puerto de Palma de Mallorca. Es lo que podríamos llamar un «frío-calor»: desde las frías aguas del Báltico hasta las cálidas del Mediterráneo.

El AidaBella es el segundo integrante de una de las series de buques más conocidas por aguas herculinas, la Clase Esfinge o Sphinx Klasse, compuesta por 7 navíos cuasigemelos que en su totalidad han visitado en alguna ocasión nuestra ciudad. La familia esfinge la inició en el año 2007 el AidaDiva y apenas 12 meses después vio la luz nuestro protagonista de hoy, gemelo del anterior. En 2009 fue el turno del AidaLuna, el tercer gemelo. 2010 fue el año en el que llegaron cambios sustanciales a la serie con la aparición del AidaBlu, que respecto al diseño original presenta una cubierta y media más, con el consiguiente aumento de tamaño y capacidad de pasaje. Tras él fue el turno de los AidaSol (2011) y AidaMar (2012). El AidaStella cerraría la familia en 2013.

El AidaBella es el segundo integrante de la prolífica familia de los Sphinx Klasse.

El AidaBella fue construído al igual que sus 6 hermanos en los astilleros Meyer de la ciudad alemana de Papenburg pero a diferencia de ellos nuestro protagonista de hoy lleva grabado en su casco el número de la bestia: fue la construcción nº666 de esta factoría germana. Estamos ante un navío de 69.203 toneladas de registro bruto con unas dimensiones principales de 252 metros de eslora, 32´2 metros de manga y un calado de 7´3 metros. En sus 13 cubiertas de pasaje el Bella puede albergar a 2.050 pasajeros en acomodación normal en alguno de sus 1.025 camarotes de los cuales 480 (el 46%) tienen terraza privada. Es un porcentaje realmente bajo si lo comparamos con buques de similar tamaño o edad; así un MSC Musica tiene un 65% de cabinas con balcón privado mientras que un Costa Luiminosa llega al 68%. El AidaBella tiene propulsión diésel-eléctrica, con 4 motores Caterpillar MaK 9M43C que producen un total de 36.000 KW. Dos hélices convencionales (nada de pods) son las encargadas de impulsar a esta nave de cara sonriente hasta los 21´8 nudos de velocidad máxima. Abanderado en Italia el Bella tiene como puerto de registro el de Génova y su call sign es ICGS.

Nombre y puerto de registro italianos para un barco alemán. Cosas de la globalización.

Durante buena parte de su estancia en tierras coruñesas los cruceristas llegados a bordo del AidaBella disfrutaron de una climatología de lo más benévola, muy propicia para callejear por el centro de la urbe o para realizar las oportunas excursiones contratadas una vez más con Santiago de Compostela como destino estrella. Sin embargo el panorama veraniego de la mañana cambió radicalmente durante el transcurso de la tarde con la llegada de una tormenta de verano con abundante aparato alectrico que sorprendió a más de uno aunque a la mayoría de los pasajeros del buque germano los cogió ya a resguardo de su hotel flotante en previsión de su inminente partida. Ésta se produjo cuando el reloj marcaba las ocho de la tarde, momento en el que el Bella se hizo de nuevo a la mar poniendo proa al puerto de Lisboa.

Con ésta su segunda visita del año el AidaBella da por cerrado su calendario de escalas en A Coruña por el 2017. Tendremos que esperar hasta el 4 de mayo del próximo año para verlo de nuevo por aguas de la ría herculina. A los «Aidafans» les queda el consuelo de que antes de finalizar el presente año aún resta una escala protagonizada por algún miembro de la flota Aida; será uno de los gemelos del Bella, el AidaMar el que, si cambios de última hora no lo evitan, atracará en la dársena herculina el próximo 19 de octubre.

El AidaBella apuntando con su proa al minúsculo (por la perspectiva) SAR Gavia.

Las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.