(Foto: J.Daniel Díaz)

El veterano buque Astoria dio por cerrado este miércoles el calendario crucerístico de agosto, mes que ha tenido un buen nivel de escalas, con un total de 5 atraques, y que ha servido de preparación al frenesí de recaladas que se nos viene encima una vez volteemos la hoja del almanaque. Septiembre vendrá cargado de cruceros pero hoy toca despedir el presente mes.

 (Foto: J.Daniel Díaz)

Procedente de tierras francesas el vetusto Astoria se plantó en A Coruña con la noche todavía dominando la ciudad y a eso de las seis y media maniobraba ya en aguas interiores del puerto para atracar en el muelle de trasatlánticos. A bordo del clásico navío llegaron a la urbe herculina unos 500 pasajeros que tuvieron que pegarse un buen madrugón para bajar a tierra. Había 2 opciones: subirse a uno de los autobuses de las excursiones o quedarse en el barco puesto que la escala en A Coruña era meramente técnica para permitir el desembarco de aquellos que así lo quisieran. Con estos cruceristas ya en la carretera, sobre las 9 menos cuarto el Astoria se hacía de nuevo a la mar con rumbo al puerto de Vigo donde a última hora de esa misma tarde recogió a los turistas que habían bajado a tierra. Visto y no visto.

A media tarde el Astoria entraba en la ría de Vigo para recoger a sus pasajeros en la terminal olívica.
(Miguel Tárrago)

«La ronde iberique» se denomina el crucero que estos días realizan los afortunados que viajan a bordo de este pedacito de historia naval. Comenzó el pasado 27 de agosto en el puerto galo de Dunquerque y ha hecho (o hará) escalas en St. Helier (Isla de Jersey), A Coruña/Vigo, Leixoes (para visitar Oporto), Lisboa, Gibraltar, Málaga, Valencia y Barcelona antes de concluír en Marsella el próximo 6 de septiembre una ruta con un marcado carácter cultural. Los precios para esta travesía partían de los 1.340 euros correspondientes al alojamiento en un camarote interior y alcanzaban los 3.385 euros en el caso de las 8 suites deluxe situadas en la cubierta Navigators, justo por detrás de los botes salvavidas.

Las flechas verdes señalan la situación de las 8 suites deluxe (4 por cada banda), los alojamientos más caros a bordo del Astoria. La foto, evidentemente, no corresponde con la escala de ayer. Aquí el buque trabajaba para otra naviera y ni siquiera se llamaba Astoria (aún era el Azores).

Dicen que la veteranía es un grado y debe de ser verdad al ver a este longevo navío nacido en el año 1948 (como lo leen) todavía pateándose los mares, si bien es cierto que fue reconstruído practicamente desde cero y con su actual fisonomía a finales de la década de los 80 del pasado siglo. Pero pese a lo que diga el dicho lo de la veteranía más que un grado suele ser un hándicap en una industria como la crucerística, que con el «boom» experimentado en las últimas décadas ve como los buques se quedan rapidamente obsoletos y requieren continuas actualizaciones ante el empuje de lo barcos de nueva construccion, cada vez más grandes y con más instalaciones a bordo, éstas a su vez más insólitas, algo en lo que los buques más entrados en años tienen la batalla perdida de antemano. A la contra de este tipo de experiencia crucerística en la que el navío es el destino en sí mismo ha surgido una corriente antagonista en algunas navieras que busca revivir la experiencia del viaje por mar tradicional, que vuelve a darle protagonismo a los lugares donde el barco hace escala y a la experiencia de la navegación en sí misma; es aqui donde los buques clásicos con varias décadas de vida sobre sus cuadernas han encontrado su hueco en el sector.

El Astoria maniobraba ya de salida a primera hora de la mañana. Ni la climatología ni la brevedad de la escala le pusieron las cosas fáciles a aquellos shipspotters que quisieron inmortalizar a este veterano buque de cruceros.
(Foto: J.Daniel Díaz)

Es el caso del touroperador francés Rivages du Monde para el que trabaja el Astoria en régimen de chárter durante buena parte del año (durante la temporada estival) ofreciendo cruceros para el mercado francófono, iniciativa que parece haber calado muy bien en vista de que la firma  repetirá operativa por tercer año consecutivo y nuestro protagonista de hoy, pese a su edad tiene cruceros ya comprometidos hasta el 17 de octubre de 2018. Al Astoria lo volveremos a ver por aguas herculinas el próximo año, un 2018 que será muy especial para este longevo navío ya que celebrará su 70 aniversario.

 En 2018 el Astoria volverá a visitar A Coruña
(Foto: J.Daniel Díaz)

No quisiera terminar la entrada sin los agradecimientos de rigor. Por un lado a Daniel Díaz, no sólo por darme su beneplácito para usar sus fotos tanto de la entrada como de la salida del Astoria sino por estar al pie del cañón en una escala con unos horarios tan complicados a lo que hay que sumar la adversa climatología. Por otro lado agradecer también a Miguel A. Tárrago su colaboración, por primera vez en el blog, contribuyendo con la instantánea del buque a su llegada a Vigo. ¡Muchísimas gracias a los dos!