(Foto: José R. Montero)

Este lunes el puerto coruñés recibía la visita de un nuevo buque de cruceros, el minúsculo Corinthian, cuya presencia en la ciudad no levantó gran expectación debido a sus discretas dimensiones. Si éstas ya dificultan la misión de destacar a su llegada a cualquier puerto, esta vez contó con un obstáculo más: la presencia (ésta inesperada) del Oriana, que efectuó una visita relámpago a la urbe herculina.

La inesperada escala del Oriana eclipsó la visita del pequeño Corinthian.
(Foto: José R. Montero)

Al Corinthian lo esperábamos pero ¿a que se debió la inesperada escala del Oriana durante el día de ayer?. Pues al igual que ocurrió con su última recalada el pasado 27 de abril, el buque de la naviera P&O se vio obligado a atracar en A Coruña para evacuar a un pasajero, una mujer de avanzada edad que durante la tarde del domingo había sufrido un infarto cerebral y precisaba de cuidados hospitalarios. En plena ruta entre Southampton y Cádiz la dársena coruñesa volvió a ser como en la anterior ocasión el destino más adecuado para llevar a cabo el operativo de emergencia por lo que el «Máster» del navío inglés ordenó «full speed» (el Oriana es uno de los barcos más rápidos de la industria crucerística) poniendo proa hacia nuestra urbe, adonde llegó sobre la siete de la mañana.

Oficialmente el Oriana se había despedido de los coruñeses el pasado 24 de marzo pero sendas evacuaciones médicas lo han traído en dos ocasiones a la ciudad desde entonces.
(Foto: José R. Montero)

Mientras el navío británico finalizaba la maniobra de atraque, a pie de muelle esperaba ya una unidad medicalizada para llevar al paciente y a su familia hasta el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. Finalizado el operativo, que se llevó a cabo con una extrema eficacia gracias a la gran profesionalidad de los colectivos implicados (prácticos y amarradores pero también personal médico y consignataria entre otros) el Oriana se hacía de nuevo a la mar apenas una hora después de su llegada para continuar con su ruta prevista inicialmente.

Arriba: La ambulancia espera a pie de escala mientras personal médicpo evacúa a la pasajera afectada.
Abajo: Apenas una hora después, el Oriana zarpaba de nuevo poniendo rumbo al sur.

(Fotos: José R. Montero)

Mientras todo ésto acontecía, por las inmediaciones del Castillo de San Antón asomaba el que iba a ser único protagonista del día pero que quedó relegado a un segundo plano por la urgencia médica. Eso sí, el Corinthian se marcó una llegada «como la de los grandes»; haciéndose un 180 en las inmediaciones del pantalán de petroleros y atracando de popa en los norays iniciales del muelle de trasatlánticos, como queriendo desafiar pese a la diferencia de tamaño al gigante (al menos comparado con el Corinthian) Oriana.

Como si de un impresionante megacrucero se tratase, el Corinthian atracó dando atrás después de efectúar un giro de 180 grados más allá del Castillo de San Antón.
(Foto: José R. Montero)

A bordo del exclusivo buque de bandera maltesa llegaron a A Coruña 86 pasajeros de nacionalidad norteamericana que se encuentran realizando un crucero de 10 días de duración partiendo de Lisboa y que visitará (o ya ha visitado) los puertos de Leixoes, Vigo, A Coruña, Burdeos, La Rochelle, Douarnenez y St. Malo antes de arribar a Poole, en la costa sur de Inglaterra, donde se producirá el desembarco. Los precios para esta ruta partían de los 7.500 euros por persona aunque incluían tres días de estancia previos en la capital lusa y otros tres en Londres tras finalizar el crucero.

La exclusividad del Corinthian es inversamente proporcional a su tamaño.
(Foto: José R. Montero)
 Construído en los astilleros Cantieri Navale Ferrari de la ciudad italiana de La Spezia y botado en enero de 1991 con el nombre de Renaissance IV, el actual Corinthian es un buque de 4.077 toneladas de registro bruto y 796 toneladas de peso muerto que
cuenta con unas dimensiones principales de 88´1 metros de eslora, 15´3
metros de manga y un calado de 4´1 metros. Sus 5 cubiertas de pasaje
albergan 50 camarotes/suites, todas ellas exteriores, que le otorgan
una capacidad de 100 pasajeros a los que hay que sumarles las 65 personas que componen su tripulación. El Corinthian navega bajo bandera maltesa, con La Valeta como puerto de registro y es propiedad de Grand Circle Cruise Line, aunque su operador así como el logo que luce en la chimenea es el de Overseas Adventure Travel, una filial de la anterior.

(Foto: José R. Montero)

Minutos antes de las séis de la tarde el Corinthian daba por finalizada su escala en la ciudad pese a que inicialmente su partida estaba programada para las diez de la noche. Si se cumplen las previsiones el próximo 4 de septiembre este exclusivo navío volverá a hacernos otra visita. La salida del Corinthian cuatro horas antes de lo previsto pilló a la mayoría de «afotadores» navales en fuera de juego (a mí incluído) por lo que no tengo fotos de dicha maniobra. Se siente.
 
 Como no tengo fotos de la salida del Corinthian ahí va la foto de un gatete.

 Agradecimientos a mi amigo José R. Montero, cuyas estupendas fotos (a excepción de la del gato) ilustran el post de hoy.