En lo que a tráfico de cruceros se refiere el año 2014 no ha empezado como los otros años en los muelles herculinos. Las previsiones ya anunciaban que enero sería un mes «movidito», con más escalas de las normales a estas alturas del ejercicio y las previsiones acertaron; lo que no adivinaron es que el «movimiento» sería el del fuerte oleaje que ha hecho trizas el calendario de escalas previsto para este mes de enero

Para empezar y ya en la primera semana del año dos de las tres escalas anunciadas, las de los buques Saga Sapphire y Saga Ruby los días 4 y 5 respectivamente fueron anuladas debido a las adversas condiciones meteorológicas, pero al menos se pudo recuperar parte de lo perdido el día de Reyes con la parada no prevista del Aurora en nuestra dársena por el mismo motivo que se habían producido las cancelaciones anteriores. El equilibrio ha quedado reestablecido por ahora con la visita el pasado sábado 18 del buque Saga Sapphire que de esta manera recupera la escala anulada de principios de año. Así pues dos escalas previstas anuladas y dos escalas no previstas realizadas. De momento la cuenta queda saldada.

Sobre las 07:00 horas el Zafiro de Saga, la última incorporación en la flota de esta naviera británica, llegó a la ciudad en la que ya es su quinta recalada en nuestro puerto tras su debut en abril del pasado año para quedar minutos más tarde amarrado a los norays del muelle de transatlánticos con su proa apuntando al corazón de la urbe. Tras finalizar la maniobra de atraque a las 08:20 horas comenzaron a salir los primeros buses de las excursiones con destino a Santiago de Compostela para que todos aquellos pasajeros que quisieran pudieran conocer la maravillosa catedral y sus alrededores. Algunos osados optaron por quedarse en la ciudad y descubrir sus rincones más interesantes a pie pese a que el día no invitaba precisamente al paseo.

El Saga Sapphire procedía de Agadir (Marruecos) y en un principio tenía previsto atracar en Lisboa antes de concluir su ruta en Southampton pero las malas condiciones climatológicas, con fuertes vientos y gran oleaje hicieron que el capitán de la nave, Philip Rentell tomara la decisión de anular la parada en la capital portuguesa por seguridad e improvisar una escala en A Coruña. El pasaje, pese a la decepción inicial comprendió la situación y según aparece en el blog de la página oficial de la naviera, quedó encantado con el «descubrimiento» que muchos hicieron de nuestra ciudad.

Tras nueve horas de descanso el Saga Sapphire soltó amarras a media tarde para poner rumbo a aguas inglesas donde finalizó su travesía por el Atlántico. La salida se produjo en mitad de un chubasco que sorprendió a más de un «afotador» (yo incluido) cuando el navío transitaba a la altura de la Torre de Hércules, algo que ha sido norma durante este primer mes del año en el que cada una de las maniobras de estos ingenios flotantes que llegaban a nuestro puerto han ido acompañadas del agua. Aún así siempre es una grata sorpresa recibir este tipo de visitas inesperadas y más en el caso de nuestro protagonista de hoy ya que salvo nuevas escalas imprevistas el Saga Sapphire no volverá a visitar la ciudad en lo que queda de año. Para los fans de este barco nos queda el consuelo de poder ir a verlo a Ferrol, donde el buque inglés de bandera maltesa tiene previsto realizar tres recaladas en 2014, la primera de ellas el próximo 30 de abril.

Este año nos queda el consuelo de poder ver al Saga Sapphire en Ferrol. 
La foto corresponde al debut de este barco en la dársena ferrolana en abril de 2012.