(Foto: Luís Miguel Correia)

Seguimos hoy con el reportaje especial dedicado a la naviera Portuscale Cruises con motivo de la reciente visita a A Coruña de uno de sus navíos, el Azores. Hace unos días comentaba los titubeantes primeros pasos de este ilusionante proyecto y en la tercera y última parte de esta entrada sobre la compañía portuguesa comentaré como tras un inicio prometedor empezaron a llegar las dificultades hasta alcanzar la precaria situación actual.

Lisboa y Porto atracados a la espera de novedades.
(Foto: Luís Miguel Correia)

Los primeros problemas comenzaron con el Princess Danae  traído desde el puerto de Marsella, donde llevaba varios meses abandonado, hasta Lisboa en abril de 2013. En un principio los planes consistían en rehabilitar la nave en los astilleros Navalrocha de la capital portuguesa convirtiéndola en el nuevo Lisboa mediante una inversión de 10 millones de euros, pero una vez iniciados los trabajos se comprobó que el estado real del buque era peor del previsto. La decisión entonces fue paralizar la reforma en enero de 2014 hasta asegurar una mejor posición económica de la compañía.

Los trabajos de rehabilitación del Lisboa (ex-Princess Danae) se paralizaron en 2014 por motivos económicos.
(Foto: Luís Miguel Correia)

No fueron los únicos problemas que le surgieron a la nueva naviera; el recién reformado Porto, el buque más pequeño de la compañía, seguía a la espera de un chárter que no llegaba. Este hecho demostraba que los tiempos no eran los mejores para los buques de pequeño tamaño, más si se trataba de barcos entrados en años como era el caso. Si la situación no fuese suficientemente preocupante ésta se agravó a finales de agosto de 2014 cuando el touroperador alemán Ambiente Kreuzfahrten finalizó el chárter del buque Azores. Con el cese de operaciones de éste último, Portuscale se encontraba con que de su flota de cuatro buques uno, el Lisboa, se hallaba a medio reformar, dos, el Porto y el Azores, sin actividad comercial y sólo uno, el Funchal, operando con razonable éxito.

El pequeño Porto tampoco encontraba una salida  y permanecía amarrado desde la finalización de su reforma.
(Foto: Luís Miguel Correia)

Por suerte se encontró una rápida solución para el Azores cuando se llegó a un acuerdo con la británica Cruise & Maritime Voyages para explotar el buque en régimen de chárter desde principios de 2015. Tras finalizar sus operaciones con Ambiente a mediados de septiembre de 2014 el Azores volvió a dique seco para realizar los trabajos de preparación para su nueva aventura británica, la enésima en los 67 años de historia de esta mítica nave.

Una nueva aventura comercial por la proa para el inagotable Azores.

Pero si bien el nuevo alquiler del Azores supuso un ligero respiro, la situación económica de la compañía continuó agravándose. Tras concluír su crucero de fin de año el Funchal fue llevado el 2 de enero a Lisboa para preparar la temporada 2015 y mientras se encontraba allí amarrado llegó la noticia que cayó como un auténtico mazazo. El 12 de febrero de este año Portuscale Cruises anunciaba en un comunicado la cancelación de la temporada de cruceros para el buque Funchal, cuyo inicio estaba previsto para finales de abril debido a las dificultades económicas. En el mismo comunicado se explicaba que la situación del Funchal pasaba a ser la misma que la del resto de la flota Portuscale, a la espera de que surgiera alguna compañía que mostrara interés en explotarlo en régimen de charter.

La cancelación de la temporada de cruceros 2015 para el Funchal ha sido una de las noticias más tristes del sector este año.

Días después de la triste noticia llegó un nuevo golpe, quien sabe si el definitivo, en la línea de flotación de la naviera. El 28 de febrero se anunció la venta del buque Lisboa a un desguace turco por valor de 3 millones de euros. Finalmente los esfuerzos por devolver a la vida a este histórico de la navegación no pudieron llevarse adelante pese a los 5 millones de euros ya invertidos en la reforma del navío.

El Lisboa durante su última singladura camino del desguce.
(Foto: Luís Miguel Correia)

Tras meses de negociaciones finalmente el Lisboa partió en el mes de junio desde la capital portuguesa en su primera y última singladura realizada con su actual nombre llegando al puerto turco de Aliaga el 23 de julio donde quedó varado para el inicio de su desmantelamiento. Tras más de 60 años navegando (su 60 aniversario fue este mismo mes de marzo días después de anunciarse su desaparición) el inicialmente llamado
Port Melbourne, rebautizado con el paso de los años como Therisos Express, Danae, Starlight Express, Baltica, Princess Danae y finalmente Lisboa se suma a la lista de grandes ilustres que caen bajo la dictadura del soplete, una macabra lista de gloriosos nombres que no deja de crecer.

Otro tesoro perdido. Ya nunca volveremos a ver al que fuera Princess Danae navegando por A Coruña.

¿Y ahora que? Buena pregunta. Es difícil saber lo que le deparará el destino a Portuscale Cruises pero es evidente que el futuro no pinta muy bien. En el lado positivo está el chárter del Azores con Cruise & Maritime Voyages que se mantiene para el próximo año. De hecho la naviera inglesa tiene grandes planes para él; el navío será rebautizado como Astoria y subcharteado al operador francés Rivages du Monde para probar fortuna en el mercado galo a partir de mayo.

Stockholm, Volkerfreundschaft, Volker, Fridtjof Jansen, Italia I, Italia Prima, Valtur Prima, Caribe, Athena, Azores… y en 2016 Astoria. Este barco tiene más vidas que un gato.

Desgraciadamente la situación del actual Azores parece el único halo de esperanza que se vislumbra en el destino de la compañía. Condenados a la complicada búsqueda de un chárter que no llega, el Funchal y el Porto languidecen en los muelles lisboetas sin más novedad que algún que otro cambio de amarre puntual por cuestiones de operatividad y costes de atraque. Su día a día se ha convertido en una lucha contra el reloj por eludir un final similar al del desgraciado Lisboa y que con el paso inexorable de los meses parece más cercano. Los aficionados al mundo marítimo y los defensores de los navíos clásicos sólo esperamos una pronta solución que permita hacer navegar de nuevo a estos legendarios buques, ya sea con su marca actual o bien embarcados en un nuevo proyecto. Cualquier solución será bien recibida antes de que sus nombres pasen a engrosar esa ignominiosa nómina de buques convertidos en un pequeño amasijo de hierros oxidados.

¡NO MÁS CLÁSICOS AL DESGUACE!

Resulta desolador contemplar como el dinero, ese bien tan necesario como despiadado a veces, es capaz de acabar con los sueños más puros causando un daño irreparable, tan grave que muchas veces no somos conscientes de ello. Porque cuando uno de estos legendarios objetos flotantes claudica no desaparece simplemente un barco, es un pedacito de historia el que se nos arrebata con cada chapa que se le arranca de su herrumbroso casco a golpe de soplete. Quizás resulta algo completamente utópico el imaginar que en un mundo globalizado dominado por enormes megaciudades flotantes capaces de transportar a miles de turistas y que se han convertido en el destino mismo del viaje pueda coexistir un proyecto que nade contracorriente y ofrezca la oportunidad de volver a hacer travesías como las de antaño, en un ambiente como el de antaño y, sobre todo, en un barco de antaño. El señor Potamianos lo creyó así en su día y el señor Alegre pretendió mantener vivo ese sueño, desgraciadamente sin éxito (de momento). Se dice de los soñadores que nunca consiguen nada porque viven ajenos a la realidad. Quizás sea cierto, pero en un mundo desnortado desde hace mucho tiempo que antepone lo material a lo sentimental puede que hoy más que nunca necesitemos a los soñadores.

El Funchal abandonando A Coruña el 18 septiembre de 2013. ¿Volveremos a verlo navegar por aguas de la ría?

No quisiera acabar esta entrada especial dedicada a la naviera Portuscale Cruises sin darle las gracias a Don Luís Miguel Correia, que amablemente me ha permitido usar sus estupendas fotos para ilustrar gran parte de este reportaje. El Señor Correia es un importante historiador, conferenciante y fotógrafo naval que  a lo largo de sus más de tres décadas de dedicación al mundo marítimo cuenta con numerosas publicaciones propias y cientos de colaboraciones en los más variados medios amén de ser coeditor de revistas especializadas del sector. Su nombre figura además como autor de uno de los mejores y más completos blogs marítimos de la red, Ships & the sea – Blogue dos navíos e do mar, sin duda una de mis páginas de referencia y principal fuente de información para este pequeño reportaje. Mis más sincero agradecimiento pues hacia él por su amabilidad y colaboración desinteresada sin la cual este trabajo no habría sido posible. También agradecer a mi amigo Manuel Candal su participación con alguna de sus espectaculares instantáneas.

Ships & the Sea – Blogue dos navíos e do mar. Blog de lectura obligada para todos aquellos aficionados al mundo marítimo. Obra de Don Luís Miguel Correia.