Un día los de la R.A.E. me van a echar la bronca por usar estos títulos… Junio empieza para el puerto herculino de lujo. Literal. El primer día del mes tuvimos la visita del buque Seven Seas Voyager de la naviera Regent Seven Seas, y al que la falta de tiempo me ha impedido dedicarle su correspondiente entrada en el blog. Si esto no fuera suficiente 24 horas después en lugar de uno fueron dos los navíos que recalaron en Marineda y no dos navíos cualesquiera sino dos de los barcos más exclusivos de la industria crucerística, los buques Hanseatic y Silver Wind y que serán los protagonistas del post de hoy.

A primera hora de la mañana el Silver Wind  atracó en la dársena coruñesa procedente de Leixoes con casi 300 pasajeros a bordo que estos días disfrutan de una singladura de 12 jornadas de duración con salida desde el puerto de Lisboa y que tras su paso por tierras lusas y gallegas continuó por Gijón, Bilbao, Burdeos, Belle Ile, Guernsey, St. Malo, Honfleur y Londres, donde se pondrá final al viaje por todo lo alto este sábado cuando el Silver Wind transite bajo el mítico London Bridge, una de esos caprichos que se pueden permitir aquellos que viajen en este exclusivo navío.

Toda una experiencia finalizar el crucero pasando bajo el mítico Puente de Londres, algo reservado a muy pocos barcos. Ojo, el de la foto no es el Silver Wind sino su gemelo, el Silver Cloud.
(Fuente: Silversea)

El Hanseatic por su parte también quiso aprovechar bien la jornada para que su pasaje, unos 175 cruceristas iban a bordo, disfrutaran al máximo de la ciudad herculina y de sus alrededores. El buque de la naviera germana Hapag-Lloyd procedía de Angra do Heroismo, localidad situada en el archipiélago de las Azores y su parada en A Coruña se enmarca dentro del viaje de reposicionamiento que el Hanseatic realiza estos días en dirección al Océano Glacial Ártico, su lugar de trabajo durante los meses de verano. Tras este período el buque cambiará de zona de actividad realizando para ello la célebre ruta marítima del norte, más conocida como el paso del nordeste, de la que el Hanseatic se convirtió hace ahora dos años en el primer navío de cruceros no ruso en navegar con éxito.

 Los grandes logros del Hanseatic deslumbran a cualquiera.

Es hora de conocer un poco mejor a nuestros protagonistas del día empezando por el Silver Wind. Se trata de un buque de pequeño tamaño  con 16.927 toneladas de registro bruto y unas dimensiones principales de 155´8 metros de eslora, 21´4 metros de manga y un calado de 5´3 metros que en sus 6 cubiertas de pasaje puede albergar a un máximo de 315 pasajeros en alguna de sus 148 suites (no hay camarotes al uso), todas ellas exteriores y en las que tres cuartas partes presentan balcón privado. A día de hoy puede parecer una característica poco llamativa pero en el momento en el que fue botado, en el año 1995, fue toda una revolución. Otra de sus características más espectaculares y que habla a las claras de su exclusividad es su ratio de espacio por pasajero, que alcanza el 57´1. Este valor expresa en cierto modo «cuanto» barco le toca a cada pasajero y por lo general se considera la cifra de 40 la barrera entre las marcas generalistas y las premium.

El Silver Wind es uno de los buques de crucero más lujosos del mundo.

Propiedad de la naviera monegasca Silversea Cruises, el Silver Wind fue el segundo navío de pasaje en entrar a formar parte de esta elitista naviera tras su gemelo, el Silver Cloud, que vio la luz un año antes. La expansión de la flota de esta compañía, iniciada a principios de este siglo ha visto como sus barcos (cinco en la actualidad sin contar sus tres buques de expedición) han ido creciendo en tamaño pero sin perder un ápice su principal característica: ofrecer a sus pasajeros el servicio más exclusivo que se pueda encontrar en alta mar. Para conservar esa idea principal con la que nació la naviera todas sus nuevas construcciones se basan en el esquema inicial de los Silver Cloud y Silver Wind incluído su futuro buque insignia, el Silver Muse y que debutará en 2017.

Silversea es uno de los referentes en el sector más exclusivo de los cruceros.

El Hanseatic por su parte tiene unas dimensiones algo más reducidas que su compañero de amarre del pasado jueves: 8.378 toneladas de registro bruto, una eslora de 122´8 metros, una manga de 18 metros, un calado de 4´91 metros y en su interior puede dar cabida a 194 cruceristas en capacidad máxima a los que hay que sumarle sus 122 tripulantes. Y si en el Silver Wind uno de los datos a destacar era la presencia de un gran número de camarotes (perdón! suites) con balcón privado, en el Hanseatic también es relevante en este aspecto por contar con… 0. Hay una explicación a este detalle y es que estamos ante un buque de expedición diseñado para explorar los rincones más inhóspitos del planeta gracias a su casco reforzado para navegar entre hielos y no es un buque de expedición cualquiera; el Hanseatic es el buque más lujoso de su clase, y uno de los más exclusivos de toda la industria crucerística. Para que se fíen de las apariencias.

Quizás por su imagen no lo parezca pero existen pocos navíos de pasaje más exclusivos que el Hanseatic surcando los mares.

Puesto que el Hanseatic no tiene puertos donde atracar en la mayoría de sus viajes, el barco se ve obligado a fondear y los pasajeros se lanzan a la aventura en alguna de las 14 zodiacs con las que cuenta la nave germana para este cometido, todas ellas bautizadas con los nombres de célebres exploradores y navegantes como Vitus Bering, Jeanne Baret, James Cook, Thor Heyerdahl o Marco Polo. Otra característica llamativa de este insólito navío es su política de puente abierto: sus pasajeros pueden visitar casi en cualquier momento (salvo durante las maniobras y en condiciones de mala mar) el puente de mando y conocer un poco mejor su funcionamiento gracias a las explicaciones por parte de los oficiales del Hanseatic.

El Hanseatic cuenta con 14 zodiacs, todas ellas bautizadas con nombres de famosos exploradores y navegantes.

Volviendo al pasado jueves y tras pasar buena parte del día en la ciudad, la exclusiva dupla de cruceros comenzó los preparativos para su despedida. El primero en hacerlo fue el Hanseatic que pasadas las seis y media de la tarde reemprendió viaje poniendo rumbo a la isla de Jersey (Reino Unido). Sin más visitas por delante este año tendremos que esperar hasta el 2017 para volver a ver al lujoso buque alemán por aguas de la ría herculina.

El Hanseatic fue el primero en salir…
(Foto: Carlos Rapela)

El Silver Wind por su parte zarpó media hora más tarde también en dirección al norte pero a un destino más cercano que su compañero de amarre; su objetivo eran tierras asturianas. El próximo 7 de septiembre los coruñeses volveremos a recibir la visita de este pequeño buque de pasaje que figura por derecho propio en el olimpo de los más exclusivos de los océanos.

…Y luego le siguió el Silver Wind.
(Foto: Carlos Rapela)


Agradecimientos a Carlos Rapela por colaborar en este post con las fotos de la salida de ambos buques.