Comenzamos aquí la sección de efemérides del presente año con la primera de las fechas relevantes de la temporada, porque tal día como hoy, un 15 de febrero pero de 2008, hacía su escala inaugural en A Coruña el buque Balmoral.

El Balmoral está de celebración hoy en el blog.

Sin ser el debut de mayor renombre de ese año (en 2008 se estrenó entre otros el gigantesco Ventura) el del Balmoral resultó una novedad ciertamente notoria, en primer lugar porque nuestra ciudad tuvo el privilegio de ser la primera escala oficial de la nave en su nueva andadura comercial al haber zarpado dos días antes desde Dover rumbo al Caribe en lo que significaba su singladura inaugural. Otro de los motivos por los que se trató de un estreno más que interesante en nuestra ría fue por el hecho de que su naviera, la Fred. Olsen Cruise Lines es poco dada a presentar novedades; de hecho su anterior incorporación había tenido lugar 7 años antes con el buque Braemar. La aparición del Balmoral supuso además la entrada en servicio del mayor buque de cruceros hasta la fecha para la compañía británica y vendría a ocupar el hueco que al año siguiente dejaría el veterano Black Prince, vendido a finales de 2009 a intereses venezolanos al no poder cumplir con los requisitos exigidos por la estricta normativa SOLAS de 2010.

El Balmoral atracando en el muelle de trasatlánticos coruñés durante su escala inaugural en la ciudad, tal día como hoy de hace 10 años.

 Como viene siendo habitual en la naviera de Ipswich, el Balmoral no era un buque de reciente factura cuando entró a formar parte de la compañía; fue comprado a la Norwegian Cruise Line donde nuestro protagonista de hoy operaba bajo el nombre de Norwegian Crown pero al que las sucesivas incorporaciones a la flota habían relegado a un papel casi irrelevante dentro de la compañía. Su tiempo había pasado. Sin embargo para Fred. Olsen las características del barco casaban a la perfección dentro de sus planes de expansión.

Construcción Nº616 de los astilleros Meyer situados en la localidad alemana de Papenburg, el actual Balmoral vio la luz en 1988 con el nombre de Crown Odyssey para la naviera Royal Cruise Line. Se trataba en su día de un buque de 34.242 toneladas de registro bruto que presentaba unas dimensiones principales de 187´7 metros de eslora, 28´8 metros de manga y 6´8 metros de calado con capacidad para 1.209 pasajeros y una tripulación formada por 443 personas. En el apartado técnico el barco estaba equipado con 4 motores diésel Mak capaces de producir 21.330 KW y que a través de 2 hélices de paso variable podían impulsarlo hasta los 22´5 nudos de velocidad máxima. Sin embargo pocas de estas cifras se conservan en la actualidad

El Balmoral con su imagen original, navegando como Crown Odyssey y ondeando una bandera griega en su popa.
(Foto: Brian Fisher)

 En noviembre de 2007, tan sólo unos meses antes de entrar en servicio con su nueva naviera, el buque fue llevado hasta los astilleros Blohm + Voss de la ciudad germana de Hamburgo para llevar a cabo los trabajos de conversión para adquirir su nueva identidad como Balmoral pero el operativo no se trató de un simple repintado del casco y de unos sutiles cambios en la decoración interior. El Crown Odyssey fue literalmente cortado por la mitad con el objetivo de añadirle una sección central prefabricada de 30´4 metros de longitud, lo que aumentó la eslora total de la nave hasta los 218 metros que luce en la actualidad. No fue la única cifra que varió con esta «cirugía»: el ya ex-Crown Odyssey pasó a tener un registro bruto de 43.537 toneladas y su capacidad de pasaje aumentó hasta los 1.747 pasajeros en aforo máximo. Tras más de dos meses de trabajos el buque abandonó las instalaciones de Blohm + Voss convertido ya en el nuevo Balmoral tal y como lo conocemos en la actualidad. Resulta cuanto menos curioso que los 4 buques que en la actualidad componen la flota de la naviera Fred. Olsen (Balmoral, Black Watch, Boudicca y Braemar) han sufrido este proceso de alargamiento en algún momento de su carrera, lo que constituye toda una casualidad ya que no son tantos los buques de cruceros actuales que hayan sido sufrido esta radical modificación. Aquí os dejo un vídeo en timelapse sobre el proceso de alargamiento del Balmoral:


A lo largo de estos 10 años el Balmoral ha sido noticia varias veces en los medios. La primera de ellas tuvo lugar apenas un año después de su debut y además unió la historia de este navío a la de nuestra ciudad de manera definitiva. El 21 de enero de 2009 el Balmoral realizaba una escala en A Coruña y durante su salida sufrió los embates del ciclón Klaus con el resultado de 2 personas heridas que tuvieron que ser trasladadas al hospital de la ciudad. Las imágenes del Balmoral luchando contra los elementos ese día dieron la vuelta al mundo y muchas de ellas fueron tomadas por Jose Montero, gran amigo y habitual colaborador del blog. Otro de los episodios que llevó al Balmoral a ser portada de muchos medios fue por la realización en abril de 2012 del crucero conmemorativo del 100 aniversario del hundimiento del Titanic, para el cual nuestro protagonista de hoy realizó la ruta original que el malogrado trasatlántico pretendía llevar a cabo en su travesía inaugural.


Dos momentos destacados en la vida del Balmoral: Su accidentada salida de A Coruña en invierno de 2009 (arriba) o el crucero trasatlantico emulando al R.M.S. Titanic para conmemorar el 100 aniversario del hundimiento del mítico trasatlántico británico (abajo).

(Foto arriba: José R. Montero)
(Foto abajo: autor desconocido)

Todo un habitual cada año por nuestra dársena, la presencia del Balmoral en el calendario crucerístico local se ha convertido en uno de los clásicos de la temporada. A lo largo de esta última década la mayor novedad en lo concerniente a este buque llegó a mediados de 2016 cuando el navío se estrenó en la ciudad con sus nuevos colores corporativos, que cambiaron el anodino blanco inmaculado de su casco por un gris humo coronado por una elegante línea rojo cartier, recuperando de esta manera los tonos que en el pasado lucían los buques de la compañía. Una nueva imagen que le da un porte más elegante a todos los navíos de Fred. Olsen, en particular al Balmoral al que su nuevo «traje» le sienta francamente bien.

En abril de 2016 el Balmoral estrenaba su nueva imagen en aguas gallegas. Fue en el puerto de Ferrol.

Desde el blog «Cruceros en la Ciudad de Cristal» le deseo al Balmoral otros 10 años de éxitos y que los shipspotters coruñeses podamos seguir disfrutando con sus visitas. No tendremos que esperar mucho para verlo de nuevo surcar aguas herculinas ya que en unas semanas lo tendremos de nuevo por aquí; será el próximo 26 de marzo, fecha en la que nos visitará en compañía del MSC Magnifica y primera de las dos visitas que el buque británico tiene programadas este año en A Coruña.

En 2018 el Balmoral volverá a ser protagonista en los muelles coruñeses.

Salvo las que indiquen lo contrario, las fotos de esta entrada han sido realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.