Con 2017 todavía reciente en nuestras retinas, 2018 ha entrado con fuerza y han hecho falta tan sólo cinco jornadas para volver a ver a los cruceros surcando aguas de la bahía herculina; lo han hecho además por partida doble con la presencia el pasado día 5 de los buques Oceana y Queen Elizabeth atracados al unísono en el puerto coruñés. Un estupendo regalo de Reyes por anticipado para los shipspotters locales.

Empezamos el año con escala doble. Ésto promete.

Oficialmente el Queen Elizabeth ha sido el primer buque de 2018 en arribar a aguas herculinas con su llegada a la ciudad poco antes de las 07:00 horas del pasado viernes. A bordo del navío de la Cunard viajaban unos 2.000 pasajeros que visitaron A Coruña como parte de una travesía de 15 noches de duración correspondientes al crucero de Navidad que la nave inglesa ha desarrollado por aguas canarias y que partió el pasado 23 de diciembre del puerto de Southampton, punto final de la travesía este mismo domingo.

El Queen Elizabeth arribó a la ciudad en la parte final de su tradicional crucero navideño.

El Oceana no fue tan madrugador como su compañero de atraque y eso le costó el oficioso título de «primer crucero de 2018»; no fue hasta las 08:15 horas cuando el buque de la emblemática armadora P&O comenzó la maniobra de atraque en aguas interiores del puerto. La nave británica se vio obligada a amarrar sus 260 metros de eslora en el muelle de Calvo Sotelo Sur ante la imposibilidad de que los dos navíos se situaran en el muelle de trasatlánticos. A bordo del Oceana llegaron a nuestra ciudad en esta ocasión unos 1.900 cruceristas.

El Oceana tuvo que atracar en Calvo Sotelo Sur.

A diferencia de lo que ocurría en el caso del Queen Elizabeth los pasajeros del Oceana acaban de empezar un crucero que es mucho más que eso; se trata de una espectacular singladura de 35 noches de duración que tras su inicio en aguas de Southampton el pasado miércoles y la parada en tierras gallegas llevará a la nave a cruzar el Atlántico para realizar un largo periplo por el Caribe y Centroamérica haciendo escalas en St. Johns (Antigua), Basseterre (S. Kitts), Falmouth (Jamaica), Georgetown (Gran Caimán), Costa Maya (México), Roatán (Honduras), Puerto Limón (Costa Rica), Oranjestad (Aruba), Castries (S. Lucía) y Bridgetown (Barbados) desde donde el Oceana pondrá rumbo de nuevo a la vieja Europa finalizando la ruta el próximo 7 de febrero. El viaje incluye además como atractivo adicional el siempre espectacular cruce del Canal de Panamá.

El Oceana en «modo despegue».

Empezar el año con la llegada de cerca de 4.000 cruceristas es un prometedor comienzo para una temporada que se presenta de lo más interesante con una previsión de cifras que si bien no alcanzarán los números de récord alcanzados por el recién finalizado 2017, mantendrán la línea de los años anteriores con unas 95 escalas previstas y unos 175.000 pasajeros que llegarán a la ciudad por vía marítima.

Volviendo a nuestros dos protagonistas de hoy y tras pasar toda la mañana (lluviosa y fría para fastidio de los turistas) haciéndose mutua compañía, a primera hora de la tarde los buques comenzaron los preparativos para su marcha de la ciudad. El Oceana fue el primero en reemprender viaje a las cuatro y media de la tarde no sin antes despedirse efusivamente a golpe de «typhoon» del que por unas horas había sido su compañero de amarre. Tras doblar el dique el Oceana inició su camino hacia aguas caribeñas, destino que alcanzará tras 8 jornadas de exclusiva navegación sin tocar tierra. Pero antes de que su afortunado pasaje disfrutara de las paradisiacas playas de arena blanca y de sus aguas color turquesa tuvo que padecer los rigores del golfo ártabro con un oleaje que nos dejó hermosas escenas (al menos para los que las veíamos desde la costa) con el buque de la P&O pegando vistosos pantocazos durante su avance.

La salida de ambos barco fue todo un espectáculo debido al estado de la mar.
(Foto: Manuel Candal)

Apenas unos minutos después y con el Oceana aún a la vista la inmensa figura del Queen Elizabeth asomó tras el dique. La tripulación y el pasaje del Cunarder tampoco se libraron de los embates del mar a los que la nave de bandera bermudeña respondió a pantocazo limpio. De esta manera ambos buques realizaron su particular «cabalgata» en plena ría herculina a pocos metros de la oficial; una cabalgata sin reyes sí, pero con (al menos) una «Reina». Espectáculo por partida doble. 

Los dos protagonistas del pasado viernes se despiden de la ciudad hasta el mes de octubre.

Tras esta tempranera escala los dos buques se despiden de A Coruña hasta el último trimestre del año; el Queen Elizabeth regresará el próximo 3 de octubre mientras que en el caso del Oceana la espera será hasta el día 30 de ese mismo mes. Agradecimientos a Manuel Candal que con sus estupendas fotografías de la salida de ambos navios desde la costa de Oleiros nos permite ver «la jugada» desde la otra orilla.

Salvo las que indiquen lo contrario, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.