El pasado 28 de septiembre tuvo lugar el debut en aguas coruñesas del Mein Schiff 2, una de las novedades más esperadas durante este 2011. Este buque es gemelo del Mein Schiff 1, que realizó su escala inaugural en A Coruña en abril del año pasado. El Mein Schiff 2 llegó a la ciudad sobre las 11:00 horas procedente del puerto de Southampton y lo hizo en una mañana lluviosa que dificultó enormemente mi trabajo fotográfico.

Construido en 1997  en los astilleros Meyer Werft de Papenburg (Alemania) con el nombre de Mercury, se trata de un buque de 77.713 toneladas de registro bruto, una eslora de 264 metros, 32 metros de manga y un calado de 8 metros. Tiene capacidad para 1.896 pasajeros y su tripulación está compuesta por 843 personas.

(Foto: Jose Montero)

El buque pertenece a la naviera TUI Cruises, compañía de reciente creación y que se engloba dentro del grupo Royal Caribbean Cruise Ltd. La compañía nació entre la asociación de la naviera americana y el touroperador alemán TUI AG como respuesta al tremendo éxito conseguido por Aida Cruises, que (casualmente) pertenece al gigante empresarial Carnival Corp, principal rival de la Royal Caribbean.

El logo de TUI luce en mitad de la chimenea del Mein Schiff 2.
(Foto: Jose Montero)

El mercado alemán es tras el británico el más productivo de europa y sin lugar a dudas el que tiene una mayor proyección. Aida Cruises ha aprovechado el tirón y se ha colocado al frente de este mercado con una gran expansión que le ha llevado a construir 7 barcos en tan sólo 9 años provocando que la firma Aida se convierta en una de las más rentables del consorcio Carnival.

El Mein Schiff 2 «posando» junto al galeón La Pepa, que acompaña durante 
estos días a los buques de crucero que llegan a la ciudad.

Evidentemente Royal Caribbean no se podía quedar de brazos cruzados sin intentar hacerse con un gran pedazo de la tarta germana así que se alió con el gigante touroperador alemán TUI AG, poseedor de cadenas hoteleras, líneas aéreas y agencias de viaje, y crearon en 2009 la TUI Cruises, una especie de «anTUIdoto» contra la invasión Aida que desde hace varios años practicamente se «merienda» el mercado teutón. Como la construcción de un buque nuevo tardaría demasiado se optó por transferir un barco desde Celebrity Cruises (otra naviera incluida dentro de Royal Caribbean) para iniciar las operaciones de inmediato. El elegido fue el Celebrity Galaxy, que sufrió una profunda remodelación de 50 milones de euros en los astilleros Lloyd Werft de Bremerhaven (Alemania) y tras 38 días de reforma surgió el «nuevo» Mein Schiff.

Con el negocio ya en marcha a principios de este 2011 Royal Caribbean decidió transferir una segunda unidad a la TUI Cruises y el elegido fue el gemelo del Mein Schiff, el anterior Celebrity Mercury, que tras la oportuna reforma fue rebautizado de manera muy original como Mein Schiff 2 (para que complicarse).

El Mein Schiff 2 al igual que su compañero de flota luce un original 
estampado en su casco

Tras la incorporación de los Mein Schiff 1 y 2, TUI Cruises ha anunciado hace unas días la construcción de un nuevo buque de 97.000 toneladas. Los trabajos se realizarán en los astilleros STX en su sede en la localidad finlandesa de Turku y están previstos que concluyan para la primavera del 2014. La naviera y el astillero han firmado un acuerdo por el que existe la opción de construir un segundo buque.

Aspecto que tendrá el próximo buque de la TUI Cruises y que verá
la luz a mediados de 2014.
(Fuente: CruiseNewsDaily.com)

Por fuera el aspecto del Mein Schiff 2 apenas difiere del de su hermano de naviera, pero en su interior esconde algo que lo hace único en la enorme oferta crucerística actual, y es que el buque germano es el pionero en contar con una instalación para la práctica del golf. No hablo del típico minigolf presente en muchos barcos de crucero si no de practicar golf de verdad. A popa del Mein Schiff 2 se encuentran unos «tees» de golf para practicar nuestro «drive» o simplemente descargar algo de adrenalina soltando bolazos al agua, pero como buenos alemanes los de TUI Cruises han pensado en todo, incluso en el inconveniente que supone el lanzar cientos de bolas de golf al mar (que pensarían los ecologistas…) y para ello utilizan unas pelotas especiales denominadas «ecobioballs». Cuando uno de los pasajeros suelta un «drive» y pierde la bola de vista, la pelotita en cuestión finaliza su cometido como utensilio deportivo y comienza «una nueva vida» bajo el mar;  Las «ecobioballs» son biodegradables y apenas pasadas 48 horas la cubierta de la pelota se degrada liberando al mar la comida para peces que se aloja en su interior.
Este tipo de bolas se usan para la práctica del golf en ambientes marinos ya que una normativa de 1988 impide el vertido de plásticos al mar,  pelotitas de golf incluidas. Así con este sistema todos ganan: los turistas aficionados al golf y la madre naturaleza. Por cierto las «ecobioballs» son un producto comercializado por una empresa española afincada en Barcelona.

Procuren no acercarse mucho al Mein Schiff  2 cuando lo vean navegar ya 
que pueden recibir un «bolazo».
 (Foto: Jose Montero)

A las 20:00 horas y tras unas nueve de escala el Mein Schiff 2 soltó amarras para poner rumbo a su siguiente destino, la ciudad de Lisboa. por aquí tendremos oportunidad de volver a verlo en menos de un mes, concretamente el 5 de noviembre.