En estas fechas iniciales del año en la que el calendario nos tiene «huérfanos» de buques de pasaje por nuestras costas es un buen momento para fijarnos en otros especímenes que pululan por nuestras aguas así como de hacer mención a las singulares visitas que de vez en cuando llegan a nuestras rías. En este último caso la de Ferrol está viviendo en este arranque de 2013 una especial actividad y en la pasada semana la ciudad departamental ha sido testigo de la visita de dos auténticos iconos navales.

(Foto: J.R Montero)

El pasado día 8 de febrero la ría ferrolana era el escenario elegido para el punto y final a la carrera militar del portaaviones Principe de Asturias en una emotiva llegada en la que el buque recorrió sus últimas millas náuticas desde Rota (Cádiz) para poner fin en la ciudad vecina a casi 25 años de servicio al país en el mismo lugar donde nació allá en la década de los 80. Con tal motivo publiqué hace unos día un post dedicado al que ha sido el emblema de la armada española durante el último cuarto de siglo pese a tratarse de un buque de guerra y no guardar relación con la temática general del blog pero consideré una cuestión de justicia dedicarle al menos unas líneas al que durante tanto tiempo defendió nuestros intereses de nuestra nación.

La imagen del bellísimo buque-escuela transitando entre los castillos
 de San Felipe y La Palma parece transportarnos a una época pretérita; 
tan sólo la presencia de
una enorme flotilla de embarcaciones modernas 
escoltando al velero nos devuelve al presente.

Por motivos parecidos y por la expectación levantada voy a dedicarle tambien unas líneas (con sus correspondientes fotos) a otro buque que si bien difiere en aspecto y forma del anteriormente mencionado al igual que él defiende intereses patrios y que también podría considerarse santo y seña de la armada española; les hablo del buque escuela A-71 Juan Sebastián de Elcano, que el pasado viernes hizo escala en Ferrol durante unas cuantas horas.

Sobre las nueve de la mañana y recibido por los cañones de agua de los remolcadores que le daban la bienvenida, el Juan Sebastian de Elcano entró en la ría ferrolana en un día bastante gris en lo climatológico para pasar dos jornadas de descanso en la ciudad departamental. Su llegada a Ferrol, la décima en toda su carrera, supuso el final a una travesía de 33 días con un total de 3.400 millas náuticas recorridas y que han llevado a su tripulación a visitar los puertos de Casablanca (Marruecos) y Funchal (Madeira) entre otros, desde su salida el pasado 14 de enero desde Marín (Pontevedra).

La diosa Minerva aparece representada en el mascarón de proa del 
Juan Sebatián de ElcanoEn un principio el buque escuela iba a ser 
bautizado con el nombre de esta divinidad pero un Real Decreto de 1925 
cambió el nombre por el del famoso navegante. 
(Foto: J.R. Montero)

Bautizado con el nombre del afamado marino español que capitaneó la primera vuelta al mundo tras la muerte de Magallanes, el Juan Sebastian de Elcano es un buque del tipo bergantín-goleta construido en 1928 en los astilleros Echevarrieta y Larrinaga de Cádiz. Sus dimensiones son colosales en esto de la navegación a vela; con una eslora de 113´1 metros (incluyendo el bauprés), 13´1 metros de manga y un calado de 7 metros. Posee un aparejo de bricbarca con un total de 20 velas que suman una superficie de 3151 m2 de tela y pese a lo que su estampa pudiera indicar no debemos olvidar que hablamos de un buque de la armada y como tal lleva armamento, concretamente dos cañones de 47 mm.

Aproximándose al Castillo de La Palma.

A bordo del Elcano viajaban en esta ocasión un total de 263 marinos de los cuales un 14% eran mujeres. Pese a estar hablando de un buque con más de 80 años sobre sus cuadernas el viaje que lo trajo hasta Ferrol tenía un carácter histórico ya que por primera vez el barco navegaba con marinería y guardia-marinas a bordo. La novedad de incorporar los marineros
a la travesía se debe a las necesidades de ahorro de la armada.
El Juan Sebastian de Elcano atracado en el arsenal militar de Ferrol.
 (Foto: José Pardo)

La salida, al igual que las dos jornadas de puertas abiertas que realizó el buque para todos aquellos que quisieran conocer un poco mejor la vida a bordo del navío español levantó gran expectación y no era para menos; hacía 13 años que el mítico buque-escuela español no visitaba la ciudad departamental y nadie se quiso perder el evento; Desde primera hora de la tarde una muchedumbre comenzó a tomar la costa invadiendo los puntos más privilegiados de la ría para tener una buena atalaya para ver de la maniobra. En Mugardos, el Castillo de San Felipe o las baterías de A Bailadora una multitud de curiosos esperaba a que el reloj marcase las cinco en punto; a esa hora, y ayudado por remolcadores el Juan Sebatian de Elcano soltó amarras, desplegó el velamen y enfiló la estrecha bocana de la ría acompañado de una multitud de botes particulares que ejercieron de improvisada escolta y fueron testigos del aluvión de disparos (fotográficos, eso si) a los que el gentío sometió al buque escuela inmortalizando una hermosa estampa, que los aficionados al mundo naval esperamos vuelva a producirse muy pronto.

Una gran flotilla de embarcaciones escoltó al Juan Sebastian de Elcano 
hasta la entrada de la ría.

Tras dejar por la popa aguas gallegas el Elcano puso proa al sur,
concretamente hacia San Fernando (Cádiz), lugar donde actualmente tiene
su base. Será sólo un pequeño alto en el camino de apenas dos semanas
antes de iniciar su 84ª navegación transatlántica y que le llevará a
visitar lugares como las Canarias, Puerto Rico, Panamá, E.E.U.U. y
Paises Bajos para volver a tocar aguas españolas a principios del
verano. En julio el buque escuela volverá a surcar aguas gallegas con su
tradicional visita a la escuela naval de Marín.

 (Foto: J.R. Montero)

Para acabar esta pequeña reseña sobre esta escala tan especial quisiera darle mi agradecimiento Jose R. Montero, amigo y habitual colaborador de este modesto blog por permitirme usar varias de sus fotografías tomadas desde una de las decenas de embarcaciones que escoltaron al buque escuela durante la maniobra de salida y que nos permiten ver al Juan Sebastian de Elcano desde un punto de vista completamente diferente a las realizadas por el que escribe, que fueron obtenidas desde las baterías de A Bailadora.

Rumbo a Cádiz…
(Foto: J.R. Montero)