Quizás me salga un poco del tema principal de este blog (los cruceros que visitan la ciudad de A Coruña) pero lo inusual e histórico del acontecimiento hacen que no pueda pasar por alto lo vivido el pasado 25 de abril en la ciudad de Ferrol. Si bien en cierto modo entra dentro de «mis competencias» puesto que se trata de 2 buques con escala prevista inicialmente en A Coruña pero que la coincidencia con otros 3 cruceros ese mismo día provocó que tuvieran que buscar un amarre alternativo por falta de espacio en nuestros muelles. La consecuencia directa de no encontrar plaza de aparcamiento en el centro la ciudad herculina fue que nuestros vecinos ferrolanos se llevaron el premio «gordo» en forma de Independence of the Seas acompañado por «la pedrea» del Discovery. Entre ambos desembarcaron la impresionante cifra de 5.000 pasajeros. Casi 7.000 en total si sumamos las dotaciones de ambas naves.

La jornada empezó muy temprano, pasadas las 6 de la mañana. A esas horas la ciudad departamental no se había desperezado aún cuando el Discovery, primer protagonista del día, realizaba la maniobra de atraque. Procedente de la ciudad inglesa de Portsmouth, el buque de la naviera Voyages of Discovery es un claro ejemplo de buque clásico de pequeño tamaño, con un desplazamiento de 20.186 toneladas y una eslora de 169 metros.  En otro contexto la llegada de un barco de estas características a los muelles ferrolanos, poco frecuentados por naves de crucero, habría sido todo un acontecimiento pero en el guión escrito para ese día al Discovery le correspondía un papel secundario. La estrella era otra y se llamaba Independence of the Seas, y como tal se hizo esperar.

Desde la impresionante atalaya de las baterías de A Bailadora una multitud de curiosos (incluído yo) esperaron la llegada del gigante de los mares. El buque de crucero más grande que se puede ver hoy en día  por Europa (junto a su gemelo Liberty of the Seas en el Mediterráneo). No fue el único punto de observación. Los ferrolanos tomaron literalmente la costa para ver la maniobra, esperada en principio para las 10 de la mañana pero que al final se demoró hasta pasadas las 12, hora en la cual el Independence of the Seas asomó en lontananza.

El megacrucero transitando entre los castillos de San Felipe (izquierda) 
y La Palma (derecha).

Comenzaba el baile. Los remolcadores salieron a la búsqueda del gigante navío y esperaron a la altura del nuevo puerto exterior. Su misión era la de custodiar al Independence por proa y por popa para evitar que en caso de apuro lo angosto del canal jugara una mala pasada. A continuación eran las lanchas de prácticos las que salían al encuentro del buque americano para abordarlo (de manera amistosa, claro) y guiar su camino hasta su punto de amarre en Curuxeiras junto al Discovery, que quedó empequeñecido por los 338 metros del gigante recién llegado. 

Discovery e Independence rompieron récords en Ferrol el pasado día 25.

Una vez amarrado, comenzó el trabajo de los organizadores a pie de muelle que se volcaron hasta límites insospechados conscientes de la gran oportunidad que brinda la llegada de barcos de este tipo a un puerto y a una ciudad de las características de Ferrol. No sólo estuvieron pendientes de los pasajeros a los que se les ofreció un servicio de buses lanzadera que conectaban con el centro de la ciudad, si no que se pensó también en las tripulaciones organizando un torneo triangular de fútbol (la 1st Port of Ferrol Cruise Cup) en el que participaron las dotaciones de cada buque y un equipo formado por representantes de la Autoridad Portuaria. El torneo, sobra decirlo, se quedó en casa y es que en materia de darle patadas a un balón ultimamente a los españoles no hay quien nos tosa.
Además aprovechando la presencia de miembros de la naviera Royal Caribbean International en la ciudad, la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao organizó una serie de excursiones para que los representantes de la compañía americana conocieran los paisajes de la zona con el fín de establecer en el futuro posibles excursiones tales como la visita a San Andrés de Teixido.

La salida de ambos buques también se celebró por todo lo alto siendo despedidos por un grupo de gaitas a pie de muelle y tras soltar amarras las salvas de la Asociación Batalla de Brión resonaron en el canal cuando cada una de las naves transitó entre el Castillo de San Felipe y el Castillo de La Palma. Una despedida con honores acorde con una fecha que queda ya grabada en la historia de la ciudad ferrolana. El Discovery soltó amarras a las 17:00 horas para poner rumbo a su siguiente destino, Bilbao. A mediados de septiembre volverá a visitarnos pero esta vez y con los muelles coruñeses más descongestionados buscará el amarre habitual en la ciudad herculina.

El Independence of the Seas, por su parte dejó la ciudad a las 20:00 horas también con rumbo norte para dirigirse a Southampton y poner fin a un crucero de 14 días por el Atlántico. En el caso del gigante de la Royal Caribbean será un hasta luego y no un adiós definitivo a la ciudad departamental ya que el próximo 26 de septiembre los ferrolanos tendrán una nueva oportunidad de verlo atracado en sus muelles en el que será sin duda otra jornada histórica en la ciudad y una nueva oportunidad para demostrar la apuesta firme que desde este puerto se está realizando por captar este tipo de tráficos, lo que se demuestra en el creciente número de escalas que allí se realizan cada año.
Si a Ferrol le sigue funcionando tan bien todo en el futuro creo que me veré obligado a cambiarle el nombre al blog (como me ha sugerido un amigo) y ponerle «Cruceros en el golfo ártabro». Yo encantado…

El Independence of the Seas pasando a la altura del castillo de La Palma 
a su llegada a Ferrol.