Si a los barcos los designaran en masculino el título de la entrada me habría quedado bordado pero en fin… Con la vorágine de escalas que estas semanas atrás ha tenido lugar en el puerto herculino me resulta ciertamente difícil dedicarles a cada uno de los «visitantes» que se acercan a nuestra ciudad por unas horas todo el tiempo que se merecen. No se trata de que no encuentre un tema o una curiosidadd que contarles sobre ellos, es simplemente demasiado volumen de «trabajo» para desarrollar de manera que me veo obligado, como estos días atrás a hacer una reseña más o menos breve y pasar página en busca de tiempos mejores, o mejor dicho menos ajetreados porque para los shipspotters la presencia de tanta ida y venida de buque es todo un manjar.

Pese a que, como digo, las escalas no me dan mucha tregua he decidido pararme un poquito más con un navío en concreto y no porque el Empress, el buque protagonista de la entrada de hoy, sea debutante en nuestras aguas ni por que sea uno de los más grandes del mundo (no se le puede considerar ni grande a secas) ni siquiera puedo decir que sea uno de mis favoritos, la verdad, pero lo cierto es que el enorme cambio que ha experimentado este navío desde el año pasado hasta ahora, sobre todo por fuera es suficiente motivo como para dedicarle algo de tiempo para comentarlo.

Lo pudimos ver de nuevo por la ciudad el pasado 22 de septiembre. Procedente del puerto de Bilbao el Empress atracó sobre las 09:00 horas y al igual que ocurriera en su primera escala del año no se trataba de una visita más, de una de tantas naves de crucero que nos han visitado a lo largo de este 2013; la presencia del Empress estos últimos años en nuestro puerto tiene un componente muy especial porque realiza rutas con embarque en A Coruña. En esta ocasión se trataba de un itinerario especial de 7 días de duración que llevó a los que iniciaron viaje en nuestra ciudad (embarcaron unos 444 pasajeros) a visitar Lisboa, Casablanca, Gibraltar, Almería y desembarque en Valencia. Para 2014 Pullmantur Cruises ya ha confirmado que mantendrá su apuesta por el embarque en el puerto herculino con un calendario muy similar al de este año y con la misma nave, pese a que el éxito de esta iniciativa llegó a plantear a los responsables de la compañía la opción de traer un buque con mayor capacidad de pasaje para cubrir la demanda, como el Sovereign o el Monarch.

El Monarch, última incorporación a la flota de Pullmantur.
(Fuente: Pullmantur Cruises)

La escala que hace unos días realizó el Empress en A Coruña nos sirvió sobre todo para observar con más detenimiento su nueva imagen, la que ya habíamos visto el pasado 3 de mayo pero que por la coincidencia de su escala esa jornada con la de otras dos embarcaciones pasé un poco por alto cuando comenté en el blog  la presencia de la nave de Pullmantur en nuestra ciudad. Por eso hoy hago este parón dentro del repaso «express» de estos días para dedicarle unas líneas con algo más de detalle a la nueva estética que luce ahora el Empress, un cambio muy profundo y que puede incluso plantear el debate sobre la conveniencia o no de realizar dichos cambios de forma tan radical dada la importancia que tienen unos colores corporativos dentro de la imagen de una compañía.

Los colores corporativos buscan asociar una determinada imagen a una marca para crear una identidad propia que refleje el estilo y la personalidad de esa marca o empresa de cara al público, potencial comprador del producto. Tal es así que cuando los expertos en márketing deciden hacer cambios en esa imagen suelen ser cambios puntuales en el tamaño o en la tipografía del logo pero muy raras veces en los colores; es una norma no escrita en la publicidad que se suele cumplir y que Pullmantur parece desconocer o simplemente prefiere pasarse por el forro.

El nuevo logo de Pullmantur Cruises.

P&O viste de blanco inmaculado con las chimeneas de color crema, la mítica Cunard de oscuro con sus legendarias chimeneas rojas con copete negro pero Pullmantur… ¿Con que color asociamos a la naviera española?. Bien, hasta el pasado año al menos podíamos afirmar que sus buques llevaban el casco blanco (o ni siquiera eso puesto que en sus comienzos a los barcos que tenían charteados ni se molestaban en repintarlos). Del logo ya ni hablo porque éste ha cambiado más veces que Lady Gaga de vestuario durante un concierto y casi resultaría una tarea imposible enumerar las veces en las que los responsables de la empresa española, englobada bajo el paraguas de Royal Caribbean International desde el año 2006, han sustituido el anagrama en las chimeneas de su flota.


La imagen corporativa de la naviera Pullmantur ha cambiado radicalmente desde la que lucía su primer buque, el legendario Oceanic (arriba) hasta la que luce actualmente el Empress. En sus comienzos los colores eran lo de menos y los buques que trabajaban para la naviera mediante charter, como el R-5 Blue Dream, (abajo) ni siquiera eran repintados.
(Foto arriba: Rob O´Brien)
(Foto abajo: waveanddream.net)

Critico el excesivo cambio de imagen, no lo acertado de dicho cambio porque hay que decir que el nuevo traje no le queda nada mal al Empress; le da un toque más sobrio y distinguido, más serio, como si la naviera quisiese demostrar que con el paso de los años hubiese madurado. Quizás ese ha sido el objetivo del cambio, demostrar que tras los primeros escarceos con el mundo del crucero allá por los 90 y su establecimiento como naviera propia en el año 2001 Pullmantur Cruises ha alcanzado en la actualidad un estatus de naviera que se ha hecho «mayor» y que si nos ceñimos al aspecto económico se ha hecho con un hueco muy importante en el sector transportando al año a más de un millón de clientes por todo el mundo y siendo una de las grandes referencias en el mercado crucerístico español.

(Foto: Jose R. Montero)

A mi modo de ver sólo hay un «pero» en la nueva imagen del Empress; soy de los que echo de menos su antigua chimenea roja con la gran «eñe» pintada en los costados y que transmitía esa idea de españolidad, o al menos de la de la naviera porque el buque es a todos los efectos súbdito maltés (su puerto de registro es el de La Valletta).

 La «eñe» característica de Pullmantur en sus anteriores colores corporativos.

 Tras una escala más corta de lo habitual  y con unos cientos más de personas a bordo de las que había traido, a las 15:00 horas el Empress tomó «las de villadiego» poniendo rumbo hacia Lisboa, punto siguiente de su particular ruta alrededor de la Península Ibérica. 2014 verá como se repite el romance Pullmantur-A Coruña permitiendo a todos aquellos que lo deseen el embarque en nuestra ciudad por quinto año consecutivo a bordo del Empress. Ahora bien; ¿que imagen lucirá para entonces la nave?. Sólo el tiempo tiene la respuesta…

Detalle de los botes en el costado de estribor del Empress.

…Y gracias a mi amigo Jose Montero por permitirme «robarle» una foto para este post.