Que septiembre de 2013 pasará a la historia como uno de los meses con más movimiento de pasajeros en los muelles herculinos estaba fuera de toda duda ya con las previsiones en la mano pero ahora que estos 30 frenéticos días han pasado podemos realizar un análisis objetivo con los números en la mano. Y estos números nos dicen que en total han sido 21.000 turistas los que han llegado a la ciudad por vía marítima en alguna de las 21 escalas de buques de pasaje; unas cifras que sitúan al puerto herculino como punto de referencia en el noroeste ibérico y uno de los puertos españoles con mayor crecimiento.

El increíble ritmo de escalas de este pasado mes tuvo especial importancia en sus dos últimas semanas. Hoy aprovechando que dispongo de algo de tiempo (aunque no todo el que hubiera querido) trataré de resumir lo ocurrido en esa última semana, que estuvo plagado de visitas a cada cual más interesante. En total fueron 6 las recaladas de cruceros entre el lunes 23 y el domingo 29, toda una marca digna de mención; pudieron ser 7 pero la escala del Boudicca, prevista para el 28, no se produjo tras una reordenación en los itinerarios del buque inglés que le llevó a anular las dos paradas que inicialmente iba a hacer el navío de Fred. Olsen en A Coruña a lo largo del mes. Aún así su ausencia no restó brillo al atracón de cruceros de esa semana.

El Mein Schiff 1, unos de los protagonistas de la semana.

La nómina de visitas la abrió el miércoles el buque Delphin que actualmente opera para la naviera Passat Kreuzfahrten y que arribó a primerísima hora del día 25 procedente del puerto de St. Malo (Francia) en la que suponía su segunda escala del año en nuestro puerto tras la realizada el pasado 28 de abril. El pequeño y veterano buque alemán, uno de los pocos supervivientes de la ya extinta flota soviética, trajo a A Coruña unos 450 pasajeros que pasaron buena parte del día por la ciudad y alrededores hasta que a media tarde volvieron a su nave para zarpar a las 18:00 horas rumbo a su siguiente destino, el puerto de Leixoes (Portugal).

El Delphin durante su salida de A Coruña.

El testigo del Delphin lo recogieron al unísono dos naves que al día siguiente se hicieron mutua compañía en los muelles coruñeses; fueron el británico Black Watch de la naviera Fred. Olsen Cruise Lines y el germano Mein Schiff 1 de la compañía TUI Cruises. De los dos el primero en llegar fue el Black Watch, que asomó la proa sobre las 07:00 horas procedente de Vigo demostrando la predilección que siente esta naviera británica por tierras galaicas. El buque inglés atracó el pasado jueves en el muelle de Calvo Sotelo Sur pues la suma de su eslora junto a la de su compañero de escala excedía la longitud del muelle de transatlánticos.

El Black Watch con la ciudad de fondo.
(Foto: Jose Luis Porta)

El Mein Schiff 1 por su parte decidió madrugar algo menos y no se dejó ver por la ría coruñesa hasta pasadas las 11:00 horas procedente del puerto de Southampton en la que suponía la segunda presencia del año para este vistoso navío alemán que practicamente comparte de manera equitativa número de escalas en nuestra ciudad con su hermano gemelo el Mein Schiff 2, casi indistinguible de él salvo por las palabras que lleva serigrafiadas en la decoración de su casco y que varían de un barco a otro.

Lo que apenas varía es su capacidad de pasajeros. En concreto para la travesía que lo llevó a visitar A Coruña el Mein Schiff 1 llevaba a bordo a 1.928 pasajeros lo que sumados a los 807 del Black Watch dieron un total de unos 2.700 turistas desembarcados en un solo día en la ciudad, una cifra nada desdeñable y que siempre supone una pequeña alegría para la economía local.

La popa del Black Watch, situado en el muelle de de Calvo Sotelo Sur 
y la proa del Mein Schiff 1, situado en el muelle de transatlánticos.
(Foto: Carlos Rapela)

Tras pasar buena parte de la jornada entre nosotros a partir de media tarde los buques comenzaron los preparativos para reemprender viaje. El primero en hacerlo fue el Black Watch a las 18:00 horas poniendo rumbo hacia el puerto de Avilés, ciudad que se está volcando en la captación de este tipo de tráficos con excelentes resultados durante los dos últimos ejercicios. Pese a que el buque británico zarpó sin novedad lo cierto es pareció no dejarnos porque su sistema de localización AIS marcó durante varios días su posición muy próxima a cabo Prior y a pocas millas de nuestra costa como si el barco tuviera algún tipo de problema mecánico. Se trataba obviamente de un fallo del sistema informático pues el crucero realizó su travesía programada sin contratiempos que le llevó a visitar la costa francesa tras pasar por el norte español y antes de poner fin a la ruta en su habitual punto de desembarco en la ciudad de Southampton.

Por su parte el Mein Schiff 1 alargó aún más su escala y hasta pasadas las 20:00 horas no zarpó del muelle de transatlánticos entre los últimos rayos de sol que se escondía a esas horas por el horizonte. Sin más escalas previstas para este buque en nuestra ciudad para lo que resta del año nos conformaremos con las dos visitas que aún tiene previstas el Black Watch para los meses de noviembre y diciembre respectivamente.

El Black Watch durante su salida de la ciudad.
(Foto: Jose Luis Porta)

De momento lo dejamos aquí pero la semana dio para mucho más…