Pocas veces habremos visto en A Coruña dos naves de pasaje tan exclusivas atracadas al unísono en nuestros muelles como el dúo que acaparó todas las miradas durante la jornada del pasado jueves; los buques Seven Seas Explorer y Silver Spirit.
Los buques Seven Seas Explorer y Silver Spirit (en la foto) le dieron un lujoso toque a la jornada del pasado jueves en el puerto coruñés.

La llegada de ambos protagonistas se produjo a primera hora de la mañana quedando ubicados en dos muelles distintos; el Seven Seas Explorer atracó en el habitual muelle de trasatlánticos mientras que el Silver Spirit ocupó el muelle de Calvo Sotelo Sur. A bordo de éste último navío propiedad de la compañía italomonegasca Silversea, llegaron a la ciudad cerca de 600 pasajeros que se encuentran realizando un viaje de 12 noches de duración con partida desde el puerto de Lisboa y escalas en Leixoes, A Coruña, Bilbao, San Juan de Luz, Burdeos, Belle Ile, Saint Malo, Guernsey y Honfleur antes de remontar el río Támesis para finalizar de manera apoteósica la singladura atracados a los pies del London Bridge. El capricho eso sí no salía precisamente barato y las tarifas de la singladura partían desde los 8.200 euros. La experiencia Silversea hay que pagarla y bien.
Viajar en el Silver Spirit sale por un ojo de la cara…
El Seven Seas Explorer por su parte presenta una mayor capacidad de pasaje lo que se tradujo en unos 700 cruceristas más llegados por vía marítima. Los afortunados huéspedes que viajan a bordo de la nave de  Regent Seven Seas Cruises realizan estos días un itinerario bastante similar al descrito en el caso del Silver Spirit, con 2 días menos de duración pero con mismo punto de partida y muchas escalas repetidas en ambos casos (hasta su despedida de nuestra ciudad los dos barcos habían coincidido en todos los puertos) cuya principal diferencia estriba en un final algo menos glamuroso sustituyendo la populosa Londres por Souhampton. Si los precios de Silversea os han parecido prohibitivos esperad a ver los del Seven Seas Explorer: el camarote más básico (que ya es una suite, no obstante) salía por unos 9.300 euros.
…y hacerlo en el Seven Seas Explorer sale por ojo y medio.
(Foto: José R. Montero)
Como mencioné al principio y salvo la impagable presencia del «rey de los cruceros», el buque Europa 2, dificilmente se puede dar una dupla de buques de pasaje más exclusiva que la formada por estas dos obras de arte flotantes. Si acaso y por aquello de igualar «rango» se podría sustituir al Silver Spirit por el Silver Muse por aquello de que éste último es el buque inisignia oficial de Silversea de la misma manera que el Explorer lo es de la suya. De todas maneras al Muse ya tuvimos oportunidad de verlo por aguas herculinas hace unas semanas y la presencia del Spirit resultaba interesante por la cantidad de novedades que traía a la ciudad como veremos a continuación. Pero antes de entrar a describirlas voy a hablaros con más detalle de su compañero de atraque del pasado jueves, el Seven Seas Explorer.
(Foto: José R. Montero)
Con unos orígenes convulsos a partir de sucesivas fusiones entre varias navieras  la naviera del Seven Seas Explorer, Regent Seven Seas Cruises, pertenece en la actualidad al gigante empresarial Apollo Management, que además de hacer negocio en el sector de la navegación de placer tiene muy diversificadas sus inversiones; baste como prueba que dos de sus múltiples marcas son la conocidísima editorial McGraw-Hill o la no menos famosa firma de bañeras de hidromasaje Jacuzzi. en lo relativo al sector de los cruceros además de poseer la Regent, Apollo también es dueña de Oceania Cruises (otra «pata negra») además de un 15% de Norwegian Cruise Lines. Siempre posicionado en el segmento de lujo Regent ofrece a sus clientesuna flota de 4 navíos de medio tamaño y con unos ratios de espacio y tripulación por pasajero simplemente brutales.
(Foto: José R. Montero)
Durante varios años el principal representante de la naviera Regent en A Coruña fue el estiloso Seven Seas Voyager, buque al que tengo que reconocer echo de menos por nuestras aguas, con todo su ausencia  ha tenido como contrapartida el se nos brindara a los coruñeses la oportunidad de ver a nuestro coprotagonista de hoy, un navío cuya entrada en servicio en julio de 2016 supuso un considerable salto de calidad (ya de por sí muy alta) para su naviera hasta el punto de que este el Seven Seas Explorer ha puesto en tela de juicio la consideración del anteriormente mencionado Europa 2 como mejor buque de cruceros del mundo, y eso son palabras mayores. 2020 verá la llegada de una unidad gemela de nuestro Explorer: Se llamará Seven Seas Splendor.
El Seven Seas Explorer es a día de hoy uno de los buques de pasaje mejor valorados del mundo.
(Foto: José R. Montero)
La naviera Silversea por su parte es bastante más conocida en nuestras aguas que Regent. Sus buques son asiduos visitantes a nuestras instalaciones desde que allá por el año 2000 el coqueto Silver Wind debutara en la rada herculina. A lo largo de todos estos años hemos visto la evolución de la compañía con el progresivo aumento de tamaño de sus unidades, siempre dentro de unas proporciones «humanas» alejadas de la disparatada gigantización que está viviendo el sector. El que nos ocupa hoy debutó a finales del año 2009 y supuso una nueva vuelta de tuerca en el ya apretadísimo perno de calidad que ofrece esta compañía desde el inicio de sus operaciones a mediados de la década de los 90 del pasado siglo. La llegada del ya mencionado Silver Muse el pasado año arrebató al Spirit su condición de buque insignia de la firma pero eso no significa que la compañía no mime a esta preciada joya de su flota hasta el punto de someterle hace unas semanas a un profundo «restyling» tras apenas una década de vida comercial.
El Silver Spirit luce ahora un aspecto renovado.

El pasado año la naviera de la familia Lefevre sorprendía a propios y extraños anunciando que el Silver Spirit sería sometido a una exhaustiva remodelación que incluiría la adición de una sección central de 15 metros de largo para lo cual el buque fue literalmente cortado por la mitad. Este proceso de alargamiento no es nuevo en la industria (buques como el Balmoral, el Braemar o el Enchantment of the Seas ya lo han sufrido) pero es destacable en este caso al tratarse de la primera vez que sucede en un navío del sector lujo. La reforma llevada a cabo en los astilleros Fincantieri de la localidad italiana de Palermo tuvo una duración de 59 días e incluyó la renovación total de las zonas comunes de la nave con la inclusión de nuevas opciones gastronómicas, se amplió el área de la piscina principal además de añadir nuevas suites que han aumentado el aforo total del barco en un 12%. Con esta, que concluyó a principios de mayo, el buque ha sufrido lo que podríamos llamar una «museización», es decir, una actualización que lo asemeja al Silver Muse tanto en términos de tamaño como de equipamiento a bordo.

Arriba: Plano cenital del Silver Spirit en los astilleros Fincantieri durante el proceso de elongación. Se aprecia el buque ya cortado en dos y la sección que se le va a añadir situada junto a la proa por su derecha.
Abajo. Detalle de la sección de proa del Silver Spirit.
(Fotos: Silversea)

Volviendo al pasado jueves los dos protagonistas de la jornada se despidieron de la ciudad a media tarde. El primero en hacerlo fue el Seven Seas Explorer que a las cinco de la tarde reemprendió viaje rumbo a Bilbao. A su encuentro partió dos horas después el Silver Spirit para repetir su lujosa asociación 24 horas después ya en tierras vascas. Con tanto encuentro en puerto estoy seguro que estos dos acérrimos rivales acabaran por hacerse amigos.

Agradecimientos a mi amigo y habitual colaborador del blog José R. Montero por su aportación en forma de estupendas fotos de la salida del Seven Seas Explorer.
Salvo
las que indiquen lo contrario, las fotos de esta entrada han sido
realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de
todas ellas.