Ver un buque de la Royal Caribbean en nuestro puerto, un «nosecuantos of the seas», no hace mucho suponía todo un acontecimiento en la ciudad pero eso era antes; la ya muy consolidada relación entre esta naviera y la urbe herculina hace que hoy en día la presencia de sus barcos en nuestras aguas no levante la expectación de antaño aunque siempre suponga todo un espectáculo visual el verlos maniobrar en las confinadas aguas del puerto. Esta semana los coruñeses hemos tenido la suerte de ver a dos de sus criaturitas, el Independence y el Navigator OTS, visitando nuestra ría en menos de 48 horas, lo que no está nada mal… Eso si, si hubieran coincidido atracadas la misma jornada hubiese sido apoteósico.

No fue un doblete pero casi.
(Foto: José R. Montero)

Procedente de Funchal, en el archipiélago de Madeira, el Independence arribó el pasado martes a la ría herculina como es habitual en él a media mañana, en un día otoñal que tuvo lluvia por momentos. A bordo del colosal buque de Royal Caribbean llegaron esta vez a la ciudad unos 3.900 cruceristas que realizaron en A Coruña la última escala de una travesía de 12 noches de duración que comenzó el pasado día 2 en el puerto de Southampton y que les llevó a visitar Vigo, Lisboa, Gran Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, Funchal y nuestra ciudad antes de poner el punto y final a la ruta en el mismo puerto de inicio.

Llegando a la ciudad con el día ya muy avanzado, como es habitual en el Independence.
(Foto: José R. Montero)

La escala que el Independence OTS realizó en A Coruña el pasado martes es la única que este gigante tiene previsto hacer este año en la urbe herculina y además de por este hecho será recordada por su accidentada salida, que se demoró por espacio de casi hora y media debido a que fue necesario realizar la evacucíon de un pasajero. A pie de escala esperó una unidad medicalizada para trasladar al paciente al CHUAC. Finalizada la evacuación y cuando el reloj ya marcaba las ocho y media de la tarde el Independence pudo partir finalmente rumbo a tierras tierras británicas. Como curiosidad diré que es la tercera vez que el Independence se ve obligado a alterar sus horarios o rutas estando en aguas de la ría coruñesa para atender una urgencia médica de este tipo.

Una ambulancia esperaba a pie de escala para realizar la evacuación del enfermo.
(Foto: Eloy TP)

Tan sólo 24 horas después del atraque de su compañero de flota tomó el relevo el Navigator of the Seas, que llegó a la urbe herculina a una hora muy similar y procedente del mismo destino, Funchal. Algo más pequeño que el Independence, lo que se traduce en una menor capacidad de pasaje, el Navigator llegó a A Coruña con unos 3.000 pasajeros y que al igual que sucediera durante la jornada anterior no pudieron disfrutar de un gran día en lo climatológico. La ruta que este navegante de los mares se encuentra realizando es muy similar la de su compañero de naviera, con el mismo puerto de salida y llegada (Southampton) aunque con tres noches más de duración y que supusieron tres escalas más a mayores de las que realizó el Independence: Agadir (Marruecos), Arrecife y Le Havre.

El día recibió al Navigator con sol pero luego las cosas fueron empeorando.
(Foto: José R. Montero)

Fue este puerto francés hacia donde partió el buque tras abandonar A Coruña minutos antes de las ocho de la tarde con las últimas luces del día. A diferencia del Independence , el Navigator está teniendo mucha más presencia en el puerto herculino durante este 2016 y la del pasado miércoles supuso su segunda recalada del año quedándole todavía una más por realizar, el próximo 8 de noviembre.

El Navigator OTS partió poco antes de las ocho de la tarde rumbo a Le Havre.

Habrán comprobado a la vista de las fotos que además de por sus colores corporativos Independence y Navigator lucen una imagen muy similar hasta el punto de que si no nos fijamos bien podríamos llegar a confundirlos. Esto se debe a que si bien no son gemelos el diseño del Independence está basado en el del Navigator aunque aumentando su volumen un 12 %. Pese a esta característica los dos navíos forman parte de dos clases completamente distintas. Que quede claro que cuando hablo de clase no me refiero a una
determinada condición social ni mucho menos; es común en la industria
naval el que las unidades se construyan en pequeñas series compuestas de
varios buques que posean las mismas características (varios barcos
gemelos) ya que de esta manera se consiguen un gran ahorro de costes de producción. Raro es el buque de cruceros que es «único en su especie» y no pertenece a serie alguna: de los más recientes se me vienen a la cabeza el horroroso Norwegian Epìc o el sensacional Queen Mary 2.


 

Independence OTS (arriba) y Navigator (OTS) lucen perfiles idénticos pero el primero es una versión extendida del segundo que cuenta con 28 metros más de eslora.
(Fuente: cruise-ships.com)

La naviera de estas dos joyas de la ingeniería naval, Royal Caribbean, es uno de los dos gigantes del sector crucerístico junto a su archirrival Carnival, con la que pugna por hacerse con el cetro a nivel mundial con sus distintas marcas (además de la propia Royal Caribbean opera con los nombre de Celebrity Cruises, Azamara Cruises y la española Pullmantur). Bajo su propia marca opera una de las flotas más extensas y espectaculares del mundo que en la actualidad forman 25 navíos a los que se sumarán 6 más en los próximos años. Con ellos la naviera con sede en Miami controla el 20% del mercado crucerístico. Los 25 buques que a día de hoy se patean los océanos se clasifican en 8 clases: 2 de ellos, el Empress of the Seas y el Majesty of the Seas constituyen cada uno una clase en sí mismos siendo los buques más antiguos de la flota. Construído en el año 2002 el Navigator of the Seas es el cuarto integrante de la afamada Voyager Class tras el Voyager (1999), el Explorer (2000) y el Adventure of the Seas (2001). La serie la cerró el Mariner of the Seas en el 2003. El Independence of the Seas en cambio forma parte de la Freedom Class, formada por Freedom (2006), el Liberty (2007) y nuestro protagonista de hoy, que vio la luz en 2008.

El Independence of the Seas visto en un primerísimo plano.

 Además de extensa, Royal Caribbean presume de tener en su flota a los buques de pasaje más grandes del mundo, los Clase Oasis (Oasis, Allure y Harmony of the Seas) pero hay más; en el ránkíng de gigantes de los mares si cogemos las diez primeras posiciones ocho de ellas las copan buques de esta naviera (el Independence OTS es el décimo) y si ampliamos la búsqueda vemos que la mitad de su flota aparece entre los 25 mayores cruceros del mundo. En el momento de entrar en servicio tanto Navigator como Independence
se convirtieron en los más grandes de su tipo si bien sus respectivos
reinados nacieron con fecha de caducidad; el del Navigator of the Seas apenas duró
13 meses al entrar en servicio el mediático Queen Mary 2. El del
Independence duró apenas unos meses más hasta que quedó completamente eclipsado al
entrar en servicio el brutal Oasis of the Seas, un 45% mayor que el hasta ese momento Rey de los cruceros.

El Independence of the Seas fue el buque de cruceros más grande del mundo hasta la llegada del colosal Oasis OTS. En la foto vemos a este último maniobrando en aguas de la ría de Vigo durante su escala inaugural en la ciudad olívica.

En A Coruña ambos navíos también marcaron un hito cuando hicieron su escala inaugural. El Navigator of the Seas debutó en aguas herculinas, en novembre de 2007 cuando hacía ya tres años que el Queen Mary 2 había inscrito su nombre en el libro de ilustres visitantes en Marineda, por lo que el buque de Royal Caribbean nunca pudo presumir de ser el más grande en aguas de la ciudad. Sí lo pudo hacer el Independence en su primera visita, ocurrida en noviembre de 2010 y que le arrebató el título precisamente a la Reina de la Cunard. Su reinado en la ciudad duró exactamente 1.656 días hasta que en junio del pasado año su compañero Anthem of the Seas se apoderó de su corona. Ya se sabe que muchas veces el enemigo está en casa.

En junio de 2015 el Anthem of the Seas le arrebató al Independence el título de buque de cruceros más grande en vistar A Coruña.

Pero por muy grandes que sean sus naves quizás  la principal caracterísica de la naviera Royal Caribbean siempre haya sido su espíritu innovador; con todas y cada una de sus nuevas criaturas la firma americana sorprende al mundo con una nueva primicia y dándole una nueva vuelta de tuerca al concepto de ocio en alta mar. Cuando en el año 1999 se estrenó la clase Voyager (la del Navigator), la comunidad crucerística se llevó las manos a la cabeza no sólo por el impresionante tamaño de estos nuevos navíos, que superaban a los más grandes de entonces en un 25%, sino porque incorporaban conceptos revolucionarios a bordo nunca antes vistos: fueron los primeros en incorporar la Royal Promenade, la enorme calle comercial con tiendas de 110 metros de largo, además de una pista de hielo. La llegada de la clase Freedom (la del Independence) en 2006, pese a estar basada en el diseño de los Voyager Class también trajo un buen cargamento de novedades: en ellos vimos por primera vez el flowrider, la piscina de olas para la práctica de surf que en tan sólo una década se ha convertido en una de las señas de identidad de esta compañía. Otro rasgo inconfundible de estos buques son sus espectaculares jacuzzis colgantes, en la cubierta 11, que sobresalen 4 metros de la estructura del buque y que ofrecen una inmejorables vistas desde sus 40 metros de altura sobre el nivel del mar no aptas para los que sufran vértigo.

Arriba: El Royal Promenade (en la foto el del Navigator OTS) fue una de las principales novedades de la Clase Voyager.
Abajo: Los vertiginosos jacuzzis colgantes, una de las señas de identidad de la Clase Freedom.

(Foto abajo: Adam Bowie)

Ya ven que hablar de los barcos de Royal Caribbean es hacerlo de auténticos Gigantes «of the Seas» y no sólo  por su imponente tamaño. Independence y Navigator son sólo dos ejemplos de la capacidad de esta naviera para asombrar al público. Dos impresionantes navíos que hemos tenido la oportunidad de ver esta semana en nuestra ciudad y que esperamos poder seguir viendo por A Coruña durante muchos años más. De momento para el 2017 ya tenemos confirmada la presencia de estos dos monstruos de nuevo en aguas de la ría coruñesa a la espera de que algún día podamos contemplar atracado en el muelle de trasatlánticos a algún integrante de la Clase Oasis, los barcos de cruceros más grandes del mundo. ¿Quizás para 2018?. Soplan vientos favorables…

¿Veremos algún día a un clase Oasis por A Coruña?. Las perspectivas son optimistas a medio plazo. En la foto el Harmony of the Seas en la ría de Vigo.

 No quisiera terminar la entrada sin agradecer a mis amigos y habituales colaboradores Manuel Candal y Jose Montero su inestimable ayuda a la hora de ilustrar la entrada. Dar las gracias a también a Eloy por su labor de intrépido reportero informando a pie de muelle, foto incluída, de la incidencia de la evacuación durante la visita del Independence of the Seas.

 
El Navigator llegando a la ciudad el pasado miércoles.
 (Foto: Manuel Candal)

 Salvo
las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.