(Foto: Manuel Candal)

El muelle de trasatlánticos del puerto coruñés se llenó el pasado lunes de un cierto aire mitológico por obra y gracia de sus dos moradoras: por un lado Clío, la musa de la historia en la mitología griega y por otro Aurora, la diosa que para los romanos personificaba el amanecer. Representadas con imágenes de lo más variadas en las distintas artes plásticas, durante su estancia en A Coruña ambas decidieron adoptar forma de buques de cruceros.

Aurora, todo un clásico de los muelles.
(Foto: José R. Montero) 

El primero de los componentes del dúo en plantarse en A Coruña fue el pequeño Clío que a las séis y media de la mañana se encontraba ya en plena maniobra de atraque en el muelle de trasatlánticos. A bordo del exclusivo navío cuyas formas podríamos identificar más con el megayate de un millonario que con un buque de cruceros, llegaron a la ciudad tan sólo 90 pasajeros, lo que habla a las claras de la exclusividad de esta nave. En la que suponía su escala inaugural en el puerto herculino el Clío procedía de Burdeos.

Era noche cerrada aún cuando el Clío finalizó la maniobra de atraque.

Haciendo honor a lo que significa su nombre, el Aurora llegó A Coruña con las primeras luces de un bonito amanecer que permitieron a los shipspotters más madrugadores obtener unas excepcionales instantáneas de la maniobra de atraque. Procedente de Southampton el buque de la naviera británica P&O recaló por primera vez en el presente año en aguas de Marineda con unos 1.800 pasajeros a bordo.

Si al barco, ya de por sí bonito le acompaña la luz…
(Foto: Manuel Candal)

Mención especial merece el viaje que estos días realiza el Aurora y que le llevó a visitar durante unas horas la ciudad herculina; una singladura de 24 noches con salida en el puerto inglés del que procedía a su llegada a A Coruña y que tras la parada en tierras gallegas llevará a los pasajeros del buque británico a cruzar el charco con destino a Tórtola (Islas Vírgenes británicas) adonde arribarán tras una semana de navegación. Después de esta escala la ruta continuará por varios puertos caribeños: St. Johns (Antigua), Philipsburg (St. Marteen), Castries (Santa Lucía) y Bridgetown (Barbados) tras las cuales tocará poner rumbo a casa atravesando de nuevo el Atlántico, esta vez con una parada en el camino en Ponta Delgada (Azores) antes de arribar de nuevo a Southampton, punto y final de la ruta, el próximo 1 de noviembre. Pese a la duración de la travesía no se trata de un crucero caro ya que la compañía ofertaba billetes desde los 1.300 euros. Todo un chollo.

(Foto: José R. Montero)

Como mencioné antes la visita que el Clío realizó el pasado lunes a la ciudad herculina supuso el debut de este buque en nuestras aguas y de paso la última de las escalas inaugurales previstas para este 2016, un año que ha venido cargado de recaladas de buques que inscribían su nombre por primera vez en el historial de visitas de A Coruña. En total han sido 10 los debuts a cargo de los buques Astoria, Zuiderdam, Viking Sea, National Geographic Orion, Aegean Odyssey, Sirena, MSC Musica, Mein Schiff 5 y Koningsdam. A ellos se les suma desde esta semana el nombre de Clío.

 El Clío se convierte en el último debutante del año.
 (Foto: José R. Montero)

Su condición de debutante en la rada herculina me obliga en esta ocasión a dedicarle algo más de espacio al Clío dejando un poco de lado al archiconocido Aurora, del que de todas maneras sus futuras escalas de aquí al final del año me brindarán la oportunidad de darle el reconocimiento que bien merece; no obstante es una de mis naves favoritas. Así pues conozcamos a continuación un poco más a fondo a este pequeño navío con nombre de utilitario francés

Si llega a coincidir atracado con el Insignia menudo cachondeo…

Y lo de definirlo como pequeño no es sólo al ponerlo en comparación con su compañero de atraque del pasado lunes sino porque se trata de uno de los buques de cruceros más pequeño de todo el sector (aunque no tanto como un Renault Clío). Con sus 3.504 toneladas de registro bruto este precioso buque fue construído en los astilleros Leroux & Lotz de la ciudad francesa de St. Malo y puesto en servicio en 1998 con el nombre de Le Levant para la naviera Compagnie de Iles du Ponant. El actual Clio posee unas dimensiones generales de 100´3 metros de eslora, 14 metros de manga, un calado de 3´5 metros y en sus 5 cubiertas de pasaje puede albergar a un máximo de 95 pasajeros atendidos por una tripulación formada por 60 personas. El buque navega bajo pabellón maltés con La Valletta como puerto de registro.

 Definido en dos palabras: Pequeño y coqueto.
(Foto: José R. Montero)

Tras casi 14 años al servicio de la naviera gala Ponant el buque fue vendido en 2012 a la Paul Gauguin Cruises, que lo rebautizó con el nombre de Tere Moana, traducido del idioma tahitiano «viajero oceánico». Esta nueva aventura comercial sin embargo duró apenas tres años ya que en agosto de 2015 el barco pasó a manos de Grand Circle Cruises, una compañía que ofrece cruceros fluviales y oceánicos a bordo de buques de pequeñas dimensiones y gran lujo (es propietaria también del Corinthian) y que lo rebautizó con su actual nombre.

 Durante su anterior etapa comercial, como Tere Moana, el Clío lucía un aspecto bien distinto
(Fuente: Paul Gauguin Cruises)

Tras varias horas haciéndose mutua compañía en el muelle de trasatlánticos a media tarde el Aurora dio por finalizada la reunión soltando amarras y poniendo proa a su lejano y cálido próximo destino en aguas caribeñas. Durante su salida los pasajeros del buque inglés asomados desde las cubiertas superiores decían adiós efusivamente conscientes de que tardarán algo más de una semana en volver a pisar tierra. Al Aurora le queda aún una comparecencia en aguas coruñesas antes de finalizar el año; será si no hay cambios de última hora el próximo 18 de diciembre.

Al zarpar de A Coruña al Aurora le quedaban  por la proa 7 días de mar.
(Foto: José R. Montero)

El Clío prolongó su estancia en los muelles coruñeses hasta las siete y media de la tarde, hora en la que finalmente se puso de nuevo en marcha para dirigirse hacia su siguiente destino, bastante más cercano que en el caso del Aurora ya que el pequeño barco de cruceros tenía como objetivo el puerto de Vigo. Sin más escalas previstas para este 2016 esperamos poder ver el próximo año a esta musa con aspecto de megayate de nuevo por nuestra ría.

Rumbo a aguas olívicas.
(Foto: José R. Montero)

No quisiera terminar el post sin agradecer a mis amigos y habituales colaboradores Manuel Candal y Jose Montero su generosidad por prestarme un buen puñado de estupendas fotos para ilustrar la entrada de hoy.

 Salvo
las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas
por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.