Hoy nos visitó el buque de lujo Seven Seas Voyager de la naviera Regent Seven Seas Cruises.

Procedente del puerto de Leixoes el Seven Seas Voyager llegó poco antes de las siete de la mañana y tras un grácil y vistoso giro en aguas interiores el buque de bandera bahameña quedó atracado en el muelle de trasatlánticos para que sus casi 700 pasajeros, norteamericanos en su mayoría, pudieran bajar a tierra para callejear por la ciudad o para coger los autobuses de las excursiones contratadas entre las que se encontraba como no, la tradicional visita a Santiago.

La ruta que estos días realiza el Seven Seas Voyager y que le trajo por unas horas a la ría herculina es una singladura de 7 días de duración con salida desde Lisboa y llegada en el puerto de Southampton cuyo prohibitivo precio arranca en los 6.300 euros del camarote más sencillo, eso sí, todo incluído.

 Botado en marzo de 2003 y construído en los astilleros italianos T. Mariotti, el Seven Seas Voyager es un buque de tamaño medio de 41.827 toneladas de registro bruto con unas dimensiones principales de 204 metros de eslora, 28´8 metros de manga y un calado de 7 metros que puede albergar en su interior a un total de 752 pasajeros en capacidad máxima. Habla a las claras de su lujo extremo el que sus 354 camarotes, practicamente suites, tienen todas balcón exterior siendo uno de los primeros buques de la industria crucerística en tener esta particular característica. La tripulación la forman un total de 445 pasajeros lo que le otorga a este navío uno de los ratios pasajero-tripulante más espectacularmente bajo de toda la flota mundial: 1´6. En su día el Seven Seas Voyager tuvo un coste de construcción de unos 235 millones de euros.

Todos los camarotes a bordo del Seven Seas Voyager tienen balcón exterior, una característica de la que pueden presumir muy pocas naves de pasaje.




La de este lunes es la primera de las dos escalas que este barco tiene previsto hacer en A Coruña en 2015 (la siguiente será el 7 de octubre) dentro de su habitual calendario de visitas a nuestra ciudad que la naviera americana Regent Seven Seas realiza con este buque desde el 2006. Sus compañeros de flota en cambio, se resisten a tocar aguas herculinas.

Regent Seven Seas es una naviera ya muy asentada en la ciudad.

 
Tras pasar casi 10 horas atracado en la ciudad a las cinco de la tarde el Seven Seas Voyager se despidió de los coruñeses poniendo rumbo a su siguiente destino, la ciudad de Bilbao. En octubre lo esperamos de nuevo por aquí.