Sin una sola jornada de respiro las escalas de cruceros se suceden de manera frenética durante estos últimos días de mayo a modo de traca final para el que es el mes de los cruceros por excelencia en aguas coruñesas. El domingo fue el turno para el pequeño y quizás algo desconocido por nuestras aguas Berlín.

Historia de dos ciudades

Me gusta esta clase de buques que son tan considerados con los shipspotters locales y no hacen madrugar de manera exagerada a los aficionados a la fotografía naval. El Berlín no apareció por las inmediaciones del muelle de trasatlánticos hasta las nueve de la mañana procedente del puerto de Leixoes y con 335 pasajeros a bordo, todos ellos de nacionalidad alemana por ser éste el mercado donde opera su naviera y propietaria, FTI Cruises. A su llegada los cruceristas pudieron disfrutar de un bonito espectáculo; una prueba de triatlón que en esos momentos se desarrollaba en aguas interiores de la dársena.

Hora de llegada: las 9 de la mañana. Bien por FTI Cruises.

EL Berlín se halla estos días inmerso en un crucero de dos semanas de duración que partió el pasado día 20 del puerto de Niza  y que ha hecho escalas en Barcelona, Ibiza, Almería, Málaga, Lisboa y Leixoes antes de arribar a nuestra ciudad. Tras visitar aguas gallegas la singladura coontinuará haciendo paradas en los puertos franceses de Brest y Honfleur para posteriormente recalar en Scheveningen (Países Bajos). La travesía finalizará este fin de semana en Bremerhaven.

El Berlín en plena maniobra de atraque el pasado domingo. Por su proa aparecen atracadas las fragatas F-81 Santa María y F-84 Reina Sofía de la Armada Española y que este fin de semana realizaron dos jornadas de puertas abiertas en la ciudad con motivo del día de las F.F.A.A.

Construído en la ciudad alemana de Kiel, sede de los astilleros Howaldtswerke Deutsche Werft, y puesto en servicio en junio de 1980 para la naviera Peter Deilmann con el mismo nombre que luce ahora, el Berlín es un buque de pequeño tamaño de 9.570 toneladas de registro bruto y que cuenta con unas dimensiones principales de 139 metros de eslora, 17´5 metros de manga y un calado de 4´8 metros. Como curiosidad hay que mencionar que éstas no son sus medidas originales ya que apenas 6 años después de ser botado fue llevado a los astilleros Nobiskrug de Rendsburg (Alemania) donde se le añadió una sección central de 16´8 metros de largo. El Berlín cuenta con 7 cubiertas de pasaje si bien una de ellas (la D-Deck, situada en la panza del barco) sólo alberga el gimnasio y la sauna, y en total puede albergar a 412 pasajeros en alojamiento doble. Habla a las claras de su génesis ochentera el dato de que pese a que 158 de sus 206 camarotes son exteriores, ninguno de ellos presenta la tan demandada «veranda» o terraza privada, algo completamente insólito en la industria crucerística actual. El buque luce una conveniente bandera maltesa y su tripulación está formada por 168 personas.

El Berlín en su configuración original con los colores de la Peter Deilmann, naviera para la que ha trabajado gran parte de su vida marinera.
(Fuente: wikipedia)

37 años de carrera dan para muchos vaivenes comerciales y cambios de empresa  si bien es cierto que el Berlín no ha tenido tantos como cabría esperar para un buque con casi cuatro décadas de vida marinera sobre sus cuadernas. Durante casi un cuarto de siglo la nave operó para la mencionada compañía alemana Peter Deilmann (que en nuestras aguas conocemos por las frecuentes visitas que en el pasado hacía con su buque Deutschland) salvo por un paréntesis de tres años (entre 1982 y 1985) donde estuvo al servicio de la Blue Funnel Cruises con el nombre de Princess MahsuriEn 2004 la Peter Deilmann decidió vender el buque y su comprador fue la británica Saga Cruises, que a su vez lo charteó al año siguiente a un operador ruso que lo explotó comercialmente durante un breve período de tiempo con el nombre de Orange Melody. Tras finalizar este chárter el buque regresó a la compañía británica y durante seis años fue comercializado bajo la denominación Spirit of Adventure para una marca homónima creada con el objetivo de captar un cliente más joven que el crucerista habitual de Saga Cruises (mayores de 60 años, normalmente). La «aventura» del  Spirit of Adventure duró 6 años.


Arriba: Entre los años 1982 y 1985 el Berlín fue fletado por la Blue Funnel Cruises, que lo rebautizó como Princess Mahsuri aunque sin modificar sus colores originales (tan sólo se añadió el logo de su nueva naviera).
Abajo: Tras su venta a Saga Cruises en 2004, ésta lo rebautizó como Spirit of Adventure. Durante esta etapa fueron varias sus visitas a A Coruña. La foto corresponde a una escala realizada en mayo de 2008.

(Foto arriba: shipspotting.com)

A finales de 2011 Saga Cruises vendió el Spirit of Adventure a la división alemana FTI Touristik, que comenzaría a explotarlo comercialmente bajo la marca FTI Cruises para el mercado germano ofreciendo cruceros de bajo coste. Para ello la nave fue rebautizada como FTI Berlín aunque varios meses más tarde recuperaría su nombre original, denominación que sigue portando hasta la fecha.

El Berlín luce esplendidamente a sus casi 40 años.

Tras una larga escala de casi 12 horas el Berlín se despidió finalmente de A Coruña zarpando cuando pasaban unos minutos de las nueve de la noche. Por la proa una travesía con jornada de exclusiva navegación incluída rumbo a tierras francesas. El pequeño navío germano repetirá visita a los muelles herculinos a finales de primavera del 2018.

El Berlín repetirá escala en la ciudad dentro de un año.

Salvo las que así lo indiquen, las fotos de esta entrada han sido realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas ellas.