…un día los de la R.A.E. me van a denunciar… pero «palabros» aparte lo del título hace referencia a la escala que este pasado sábado realizaron en A Coruña los buques Marina y Silver Wind, dos de los navíos que mejor simbolizan dentro de la industria del crucero, cada uno a su modo, lo que se puede definir como lujo con mayúsculas en alta mar.

Marina (en primer término) y Silver Wind (por la popa del anterior), protagonistas hoy en el blog.

Cuando pasaban unos minutos de las siete de la mañana la atractiva silueta del Marina apareció tras el Castillo de San Antón. En esta ocasión el exclusivo buque de la naviera Oceania Cruises trajo a la ciudad a casi 700 pasajeros que una vez colocada de escala de acceso pudieron bajar a tierra para realizar las excursiones contratadas o simplemente callejear por el centro. El Marina se encuentra estos días realizando un crucero de
12 noches de duración iniciado el pasado día 21 en el puerto de
Barcelona y que  ha realizado
paradas en Cartagena, Málaga, Cádiz, Lisboa y Leixoes, dársena de la que procedía a su llegada a A Coruña. Tras dejar aguas herculinas la singladura continuará haciendo escalas en Bilbao, Burdeos,
Honfleur  y Southampton, donde se pondrá punto y final a la ruta. A los
que este crucero les supiera a poco la naviera Oceania Cruises ofrecía
la posibilidad de unirlo a la travesía anterior, realizando de esta
manera un recorrido por aguas del Mediterráneo partiendo desde
Civitavecchia y con paradas en Livorno, Mónaco o Antibes antes de
recalar en la ciudad condal. Sumando ambos recorridos el crucero alcanza
los 22 días de duración.

El Marina fue el primero en llegar a la dársena herculina el pasado sábado.

Con el Marina todavía dando springs y traveses el Silver Wind reclamó su cuota de protagonismo dirigiéndose lentamente hacia su punto de amarre, situado justo por la popa de su compañero de atraque durante la jornada del sábado. Procedente de Leixoes la nave de Silversea Cruises llegó a aguas coruñesas con unos 250 acaudalados huéspedes que zarparon el pasado 17 de mayo de Mónaco para realizar un suntuoso crucero de dos semanas de duración que hasta la fecha ha visitado Bandol (Francia), Barcelona, Valencia, Cartagena, Málaga, Cádiz, Portimao, Lisboa, Leixoes y A Coruña. Por delante quedan las escalas en los puertos franceses de St. Malo y Honfleur antes de concluír el viaje en el mismo punto donde lo hará el Marina, el puerto de Southampton, pero tres días antes que éste.

El exclusivo Silver Wind, al igual que el Marina, procedía de Leixoes a su llegada a A Coruña.

El Marina  pertenece a la naviera Oceania Cruises, que estos días está teniendo una importante presencia en la ciudad herculina. Sólo 24 horas antes de atracar el citado Marina.hacía lo propio el Nautica y el próximo sábado será el turno del Insignia; ésto supone que en tan sólo 8 días veremos pasar por el puerto herculino a la mitad de la flota de esta compañía. Fundada en el año 2002 sobre los rescoldos de la extinta Renaissance Cruises, esta compañía norteamericana ha ido poco a poco haciéndose un hueco en el competitivo sector crucerístico ofreciendo un producto caracterizado por sus grandes niveles de calidad muy por encima de la media. Actualmente Oceania Cruises se engloba dentro del gran consorcio empresarial Prestige Cruises Holdings, de la que también forma parte la naviera Regent Seven Seas. La compañía matriz de estas dos navieras fue adquirida en septiembre de 2014 por Norwegian Cruise Line por un montante total equivalente a los 3.025 millones de dólares, formando desde entonces Norwegian Cruise Line Holdings, el tercer grupo crucerístico más grande del mundo sólo por detrás de la inalcanzable Carnival Corp. y Royal Caribbean Cruises. Las tres marcas del grupo no compiten entre ellas sino que ofrecen productos claramente diferenciados que abarcan gran parte del espectro del mercado; así Norwegian está dirigida hacia el segmento generalista y Regent hacia una opción de lujo extremo quedando la naviera de nuestro protagonista de hoy, Oceania Cruises, entre ambas propuestas aunque claramente escorada hacia Regent, en el sector que podríamos denominar como «upper-premium».

El logo de Oceania Cruises preside la chimenea del Marina: una «O» con dos olas intercaladas. Simple y facilmente identificativo.

La flota Oceania Cruises la componen en estos momentos 6 naves: 4 son unidades gemelas en su día construídas para la desaparecida Renaissance Cruises: el Regatta, el Insignia, el Nautica y el Sirena (que entró en la compañía en abril de 2016 siendo su última incorporación hasta la fecha). Los otros dos buques, el Marina y el Riviera, gemelos entre sí, son unidades construídas  ex profeso para la compañía, siendo nuestro protagonista el primer buque creado en la historia de la joven naviera. Fue construído en los astilleros Fincantieri en su sede de Sestri Ponente, a las afueras de Génova y puesto en servicio en enero de 2011. Se trata de un buque de tamaño medio de 66.084 toneladas de registro bruto y unas dimensiones principales de 236´7 metros de eslora, 32´2 metros de manga y un calado de 7´3 metros que puede albergar en sus 11 cubiertas destinadas al pasaje a un total de 1.258 cruceristas en alojamiento normal. Cuenta con un total de 629 camarotes de los que practicamente la totalidad (el 95%) cuentan con terraza privada. En el aspecto técnico el buque destaca por su potencia, que le premite operar a velocidades ligeramente mayores a lo que es habitual en unidades de este tipo; de hecho el Marina (y su gemelo Riviera) es un 25% más rápido que sus compañeros de flota.

Una característica destacada del Marina es que casi la totalidad de sus camarotes tienen balcón privado.

Si como acabo de mencionar Oceania Cruises se mueve entre la difusa frontera existente entre el segmento «premium» y el «luxury» no cabe duda de que la naviera del Silver Wind, Silversea Cruises, es uno de los pesos pesados de esta última categoría. Fundada en 1992 por la familia romana Lefebvre, la compañía con sede en Mónaco orientó su producto desde el principio hacia el sector más exclusivo del mercado ofreciendo una experiencia de máximo lujo a bordo de sus buques en los que todo está incluído (y cuando digo todo, es todo) y que se caracteriza por un alto grado de personalización hacia cada pasajero, una experiencia culinaria que roza lo sublime y unos  itinerarios que incluyen escalas poco frecuentes. Baste como ejemplo el recorrido que estos días realiza el Silver Wind, en el que aparecen  puertos no muy frecuentados por naves de cruceros.

Lujo a raudales a bordo, un servicio muy esmerado e itinerarios fuera de lo común son algunas de las señas de identidad de Silversea.

El Silver Wind fue el segundo buque que entró a formar parte de su flota, en enero de 1995, tan sólo unos meses después de iniciar operaciones con su primer buque, su gemelo Silver Cloud (que por cierto tendremos mañana en la ciudad). Hoy en día pueden no llamarnos la atención pero a mediados de la década de los 90 se trató de dos unidades ciertamente revolucionarias que destacaban en muchos aspectos, entre ellos por el hecho de que más del 80% de sus suites (no hay camarotes al uso) lleven terraza privada, un aspecto que en aquella época no era tan demandado y  en el que los de Silversea supieron anticiparse a lo que más tarde acabaría convirtiéndose en tendencia en la industria. De todas maneras ahondaré algo más en el diseño revolucionario de estos barcos en la entrada que le dedicaré al Silver Cloud con motivo de su inminente visita a la ciudad.

Una de los cambios más radicales sufridos por el Silver Wind en sus 23 años de vida marinera tuvo lugar a finales de 2008 con la adición de un spa panorámico a proa de las cubiertas 8 y 9. En la foto podemos ver la superficie acristalada de esta nueva instalación (marcada con las flechas).

Volviendo a la jornada del sábado nuestros protagonistas cerraron su visita a A Coruña a media tarde. El primero en reanudar viaje fue el Marina que a las cinco de la tarde zarpaba rumbo a  tierras vascas. Con esta visita el buque de Oceania Cruises da por concluída su presencia pàra este año en la rada herculina pero aún tendremos una nueva oportunidad de verlo por aguas del golfo ártabro ya que el próximo 4 de octubre tiene una escala programada en la ciudad de Ferrol.



Detalle de la popa del Marina. Uno de sus rasgos más destacados es su «exótico» puerto de registro, Majuro. Se trata de la capital de las Islas Marshall, un archipiélago ubicado en la Micronesia y que constituye uno de los países más jóvenes de Oceania pues obtuvo su independencia de los EEUU en 1990.




Apenas 45 minutos después de que el Marina zarpase, el Silver Wind hizo lo propio y tras soltar amarras y doblar el dique de abrigo aumentó revoluciones para poner proa al norte con rumbo a la localidad gala de Saint Malo, en la Bretaña francesa. Próxima parada en aguas de Marineda para la lujosa nave de Silversea: el 21 de septiembre.

Las fotos de esta entrada han sido
realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas
ellas.