Por muchas escalas que haya, por muchos estrenos protagonizados por impresionantes navíos recién salidos de astillero o por mucho que coincidan atracadas en nuestros muelles tres o más buques de pasaje, una temporada crucerística en A Coruña no es lo mismo si una de sus estrellas no es el espectacular Independence of the Seas, el archiconocido megacrucero de Royal Caribbean que ayer acudió fiel a su cita con los coruñeses un año más. No podía faltar.
Poco cañón, o mucho barco…
Si por algo es tan popular el Independence of the Seas en el golfo ártabro además de por sus numerosas visitas, más de 30 desde que se estrenara en nuestras aguas a finales de 2010, es por sus habituales horarios de llegada, casi siempre a media mañana, lo que le permite congregar a un buen número de curiosos durante su maniobra de atraque. Para no faltar a esta buena costumbre el Independence repitió protocolo en el día de ayer; poco antes de las diez llegaba a la altura de la Torre de Hércules procedente de Funchal y tomaba el práctico encargado de guiarlo a su habitual punto de amarre en el muelle de trasatlánticos. A bordo del colosal ingenio mecánico de bandera bahameña llegaron esta vez 4.533 pasajeros, 2 menos de los que zarparon de su anterior destino y que tuvieron que ser devueltos a tierra al poco de zarpar de tierras madeirenses debido a una emergencia médica.
Sobre las diez de la mañana y con una desagradable bruma que enturbió (y nunca mejor dicho) la labor «afotadora» el Independence of the Seas hacía su primera aparición del año en aguas herculinas.

El recorrido que trajo por unas horas al Independence a aguas del golfo ártabro es una de las rutas habituales que suele realizar este crucero con base en el Reino Unido: una travesía de dos semanas de duración con inicio y final en la ciudad de Southampton y del que A Coruña es la última parada de la singladura tras visitar Lisboa, Cádiz, las islas Canarias y el archipiélago de Madeira.
Independence of the Seas aproximándose a su punto de amarre y compartiendo encuadre con el Furevik, atracado en la terminal de petroleros.
Construído en los astilleros finlandeses Aker Finnyards, los actuales Meyer Turku, y puesto en servicio en mayo de 2008, el Independence of the Seas es un un buque de pasaje del que no hay una sola cifra que no nos deje con la boca abierta: 155.889 toneladas de registro bruto y 10.600 toneladas de peso muerto y  unas dimensiones principales de 339 metros de eslora, 38 metros de manga, ancho que alcanza un máximo de 56 metros entre las alas del puente y un calado de 8´5 metros. De sus 19 cubiertas 15 están dedicadas en exclusiva al pasaje y en ellas se reparten los casi 1.900 camarotes que le otorgan una capacidad en doble ocupación de 3.786 pasajeros. Su tripulación la componen 1.416 pasajeros.
Desde hace unos meses el Independence OTS luce a popa un llamativo parque acuático con dos toboganes que forman el complejo The Perfect Storm, además de una estructura amarilla de forma esférica muy
llamativa, el Tidal Wave, que incluye una instalación para realizar saltos.

Con semejantes cifras al Independence of the Seas no le cuesta hacerse con el título de crucero más grande en atracar en A Coruña año tras año. De todas las temporadas en las que ha recalado en nuestra ciudad lo ha conseguido en 7 ocasiones, sólo siendo superado en 2018 por el MSC Meraviglia. Este curso todo apuntaba a que por segundo año consecutivo volvería a ceder el trono de gigantes ante otro buque de la naviera MSC, el Bellissima, pero la «espantá» del buque italiano en marzo con su cancelación debido al mal tiempo hará que, salvo sorpresón mayúsculo, este 2019 nuestro protagonista de hoy vuelva a estar en lo más alto del ránking de colosos que visitan aguas de Marineda.

 Todo parece indicar que en este 2019 el Independence OTS será una vez más (y van 8) el buque de cruceros más grande en atracar en la ciudad.
Eso sí pronto habrá novedades con este barco, algo que os explicaré en próximos posts. De momento os contaré que la estancia de ayer finalizaba (o al menos eso parecía) minutos antes de las séis y media de la tarde cuando el Independence of the Seas soltaba amarras y tras un reviro en las inmediaciones del castillo de San Antón ponía proa al norte rumbo a las islas británicas. Todo según lo previsto hasta que a primera hora de la noche la previsión se fue a la mier sufrió un revés; Poco antes de las nueve de la noche el crucero viraba subitamente en redondo poniendo de nuevo proa hacia nuestra ciudad; una (nueva) emergencia médica era la culpable. Lanzado a velocidades que alcanzaron los 23 nudos el Independence regresó a aguas de la bahía herculina a eso de la una de la madrugada.
A las séis y media de la tarde el Independence OTS se despedía de la ciudad… o al menos eso parecía.
 Tras alcanzar de nuevo la rada coruiñesa el megacrucero atracaba en el muelle de trasatlánticos e iniciaba  el protocolo de evacuación. A pie de muelle esperaban dos unidades medicalizadas preparadas para llevar a los afectados hasta el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña. Media hora más tarde y solucionada la emergencia, el buque se hacía de nuevo a la mar volviendo a su ruta establecida. Si no hay cambios de última hora la próxima escala programada en A Coruña para el Independence OTS será el 27 de agosto.
Arriba: En plena noche el Independence OTS volvió a entrar en la ciudad para realizar una doble evacuación médica.
Abajo: Dos ambulancias esperaban a pie de muelle para evacuar a los afectados.
(Fotos: Eloy TP)
Agradecimientos a Eloy TP por su excepcional labor reportera y por permitirme usar sus fotos sobre la evacuación médica.
 Salvo las que así lo indican, las fotos de esta entrada han sido
realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de todas
ellas.