Brrrrr! La sensación de escalofrío que te recorre el cuerpo al ver algo impactante es muy recurrente. Es una percepción que mucha gente puede llegar a experimentar al ver acercarse el impresionante Independence of the Seas a nuestra dársena y comprobar como el ingenio humano no deja de maravillarnos con su afán de superación. Este jueves todos los coruñeses hemos tenido la oportunidad de repetir esas mismas emociones con la 4ª visita del año a la ciudad de este gigante.

Al igual que en su otras 3 visitas el Independence repitió procedencia y hora de llegada, pero en esta ocasión se buscó un compañero de escala para pasar el día en A Coruña, y no uno cualquiera; el invitado estrella fue el Oceana, otra fortaleza flotante a la que raramente se le puede hacer sombra pero que en este caso tuvo que ceder «la baza» y el punto de amarre (se fue a Calvo-Sotelo sur) en detrimento del «enorme of the seas». Juntos han conseguido entrar en el libro de los récords de la ciudad al traer en una misma jornada a 6.300 turistas superando la anterior marca que databa del 10 de septiembre de 2009, cuando el MSC Orchestra, el AidaLuna y el Prinsendam desembarcaron un total de 5.500 cruceristas al mismo tiempo. Unos números para quedarse helado, ¿no?

 Independence of the Seas y Oceana batiendo récords en A Coruña.

Como helado se debe de quedar uno al embarcar en el Independence of the Seas y ver sus increíbles interiores, algunos de los cuales ya he descrito brevemente con ocasión de sus anteriores escalas en nuestro puerto. Sin embargo la sensación de quedarse literalmente helado se consigue en una instalación concreta del barco; el Studio B.
Tenemos que dirigirnos hacia las profundidaddes de la nave ya que el Studio B se encuentra en la cubierta 3. Una vez allí y tras franquear sus puertas la visión nos dejará petrificados (y helados) hasta el punto de plantearmos cuestiones que no admiten lugar a dudas: ¿esto es real? ¿seguimos a bordo de un barco?.

Studio B. Lo que verás tras estas puertas te dejará helado…
(Foto: Don Reep)

Y es que el Studio B es una pista de hielo. Una instalación formidable si la encontraramos en uno de los cada vez más abundantes centros comerciales que afloran como setas por nuestra ciudad, pero que se convierte en increíble al encontrarla en alta mar.
La idea, al igual que la enorme avenida comercial que cruza la nave de proa a popa nació en los buques de la clase Voyager y 7 años después se continuó con el invento en los buques de la clase Freedom (al que pertenece el Independence.

En el interior del Studio B.
(Foto: Nicolai)

Realmente el Studio B está diseñado para múltiples propósitos y si bien el principal es su utilización como pista de patinaje sobre hielo, en el se llevan a cabo desde espectáculos nocturnos con coreografías y juegos de luz y sonido,  pasando por concursos, fiestas temáticas hasta cursillos de cocina.
Todo aquel que quiera usar la pista de patinaje sobre hielo puede hacerlo sin necesidad de tener que pagar un importe a mayores ni alcanzar un nivel de destreza determinado y tampoco es necesario reservar plaza ni llevar tus propios patines (allí te los proporcionan). Sólamente está cerrada cuando hay un evento programado o durante los ensayos de la tripulación previos al espectáculo.

Si no queremos patinar, podremos disfrutar de algún espectáculo.
(Foto: Nicolai)

Por último y aprovechando que estamos en la cubierta 3, justo a la salida del Studio B unas puertas acristaladas permiten ver el interior del RCTV, el estudio de producción de televisión del Independence of the Seas. Sus dimensiones son mucho más pequeñas pero por lo demás no difiere mucho a los que podemos encontrar en cualquier cadena de televisión. Desde él se coordinan y editan todos los contenidos que los pasajeros pueden ver en las televisiones de sus camarotes con información acerca de horarios de eventos a bordo, datos sobre las excursiones de la siguiente escala o programas de entretenimiento.
Si es que en este barco no falta de nada…

 El día 25 de este mes el Independence of the Seas se despedirá de A Coruña por unos meses. No será un adiós si no un hasta luego ya que volverá a visitarnos a partir de la segunda quincena de septiembre pero el colofón a este primer semestre será muy especial. Habrá que esperar unos días para revelar la sorpresa…