(Foto: Manuel Candal)

Suena como el cuento de los tres ositos pero no lo es. Más bien describe la imagen del pasado día 26 en los muelles coruñeses con la presencia de tres buques de crucero atracados al unísono en la ciudad. La estampa comienza a tenernos tan habituados que ya casi no sorprende a nadie la coincidencia de tres naves de este tipo amarradas por unas horas en la dársena cuando no hace mucho esta situación se convertía en todo un acontecimiento lo que indica claramente el boom que nuestro puerto ha experimentado en la captación de este tipo de tráficos durante los últimos años. Los tres protagonistas de la jornada fueron el bellísimo velero Sea Cloud II, el archiconocido Oceana y el colosal Emerald Princess.

El Sea Cloud II, el más pequeño del trío.

La del pasado lunes fue la primera ocasión del año en la que que se juntan tres navíos de este tipo en el puerto de A Coruña (está previsto todavía otro triplete a finales de septiembre) lo que convirtió la jornada en la más multitudinaria de 2014 en cuanto a número de barcos si obviamos, claro está, el histórico día 2 de mayo con la coincidencia de 6 naves de crucero en las instalaciones portuarias, hazaña nunca antes igualada y dificilmente superada en el futuro.

Otra jornada memorable en el puerto herculino.
(Foto: Manuel Candal)

Si lo analizamos en número de pasajeros la cosa no estuvo nada mal pero tampoco supuso ningún récord; en total los tres navíos desembarcaron en la ciudad un numeroso «ejército» formado por unos 5.100 turistas alcanzando la cantidad de 7.200 si le sumamos a los miembros de las tripulaciones. La cifra no alcanzó un registro mayor debido al tamaño de los protagonistas y es que la casualidad quiso que los tres buques presentes ese día en A Coruña se correspondieran con tres tamaños bien diferenciados pudiéndose entender como tres ejemplos de las distintas dimensiones que nos podemos encontrar dentro de la flota crucerística mundial e incluso en cierta medida tres formas distintas de entender la experiencia crucerística.

El Emerald Princess fue el que más contribuyó a la cifra total de pasajeros 
desembarcados con 3.080 turistas.

Es hora de hablar un poco más sobre cada uno de los integrantes de este magnífico trío y empezaré por el pequeño, no por una cuestión de cortesía sino porque simplemente fue el más madrugador. Poco antes de las 07:00 horas el majestuoso velero Sea Cloud II llegaba a la dársena herculina procedente de Leixoes en la que suponía la primera escala del 2014 en nuestro puerto para este peculiar barco que nos tiene muy acostumbrados a sus visitas año tras año. Aún así siempre resulta un placer ver maniobrar a esta maravilla flotante cuyo pequeño tamaño es inversamente proporcional a su belleza.

El Sea Cloud II, uno de los buques de crucero más fotogénicos del mundo.
(Foto: Manuel Candal)

Quizás el Sea Cloud II no sea el mejor barco para poner como ejemplo de nave de cruceros pequeña, es más; posiblemente sea el más desacertado al tratarse de una unidad muy especializada pero dejemos esta cuestión para más adelante porque por detrás del Castillo de San Antón ya asoma el segundo de los protagonistas de la jornada, de los tres el más grande. Es el Emerald Princess que procedente de Southampton realizaba su segunda incursión en aguas coruñesas tras su debut el pasado día 5 de mayo.

La colosal proa del Emerald Princess.

Definir a este buque como grande es quedarse corto; es muy grande. Tanto que verlo maniobrar a escasos metros de distancia te hace sentir insignificante. Tras girar a la altura del castillo, el Emerald atracó por su costado de babor en el muelle de transatlánticos muy pegado al Sea Cloud II dando lugar a una de esas imágenes que muy pocas veces se ven. y es que resulta difícil encontrar dos naves de crucero amarradas en este muelle tan radicalmente distintas tanto en tamaño como en estilo.

El Sea Cloud II se hace casi invisible a la sombra de los 290 metros 
de eslora del gigante Emerald Princess.

Faltaba un miembro para completar la reunión. Faltaba el equilibrio entre los extremos. El término medio lo puso minutos más tarde el buque Oceana de la naviera P&O que comenzó la maniobra de atraque cuando los amarradores terminaban de asegurar los cabos del Emerald Princess a los norays. Con el muelle de trasatlánticos colgando el cartel de «completo», al Oceana no le quedó más remedio que acomodarse en el muelle de Calvo Sotelo Sur, una instalación cada vez más acostumbrada a recibir a este tipo de tráficos. En su tercera parada del año en tierras coruñesas el Oceana procedía, al igual que el Emerald Princess de la ciudad de Southampton.

Oceana, uno de los habituales en A Coruña.

Ya estaban todos. Pequeño, mediano y grande. Ya pueden elegir, que hay para todos los gustos. Y por si todavía no se han decidido aún nos queda la segunda parte del post dedicado a esta triple escala.