No todo van a ser gigantes. Las visitas de estos días (este blog se ha hecho eco de ello) han estado protagonizadas por fastuosas megaciudades flotantes a cada cual más espectacular en tamaño; el pasado viernes el Anthem of the Seas atracaba en Vigo durante su viaje inaugural maravillando a la concurrencia y el domingo era el MSC Splendida el que dejaba atónitos a los ferrolanos con su impresionante porte. Incluso podríamos catalogar como grande, aunque de otra magnitud, al AidaBella, que atracaba en la ciudad este lunes. Por eso es hora de reivindicar que los pequeños también tienen su sitio en el mundillo crucerístico, y que mejor manera de demostrarlo que con dos soberbios representantes de esta categoría. Les hablo de los buques Azores y Saga Pearl II que este martes hicieron escala en el puerto herculino.

Preciosa estampa del muelle de trasatlánticos con los dos buques atracados.
(Foto: José Manuel Cereijo)

Procederemos por orden de llegada. Abriendo la jornada crucerística y procedente de Leixoes el Azores llegó a la ciudad con las primeras luces del día y a las 07:30 horas maniobraba próximo al muelle de trasatlánticos para atracar proa al mar en su extremo más distal. A bordo de este legendario e incombustible navío unos 500 pasajeros, casi todos ellos británicos, puesto que contra lo que cabría pensar por su nombre, el Azores trabaja para intereses británicos, concretamente para los de la naviera Cruise & Maritime Voyages que lo explota en régimen de chárter. Es la segunda escala del año para este buque en la dársena herculina.

El Azores lleva la librea de Cruise & Maritime Voyages.

El Saga Pearl II por su parte demostró ser más perezoso que su compañero de amarre y hasta bien entrada la mañana no asomó por las proximidades del dique de abrigo. Procedente de Southampton, punto de inicio de su actual singladura, el buque propiedad de la naviera Saga Cruises trajo a la ciudad cerca de 440 turistas, también británicos, y que al igual que los del Azores aprovecharon la agradable mañana para callejear por la zona centro o subirse a algún autobús para realizar las oportunas excursiones contratadas.

El Saga Pearl II llegó a la ciudad a media mañana.
(Foto: Jose R. Montero)

A mediodía el muelle de trasatlánticos lucía un aspecto magnífico con gran parte de su línea de atraque ocupada por estos dos pequeños buques de líneas clásicas y que juntos protagonizaron el primer doblete del año en nuestro puerto. Y pudieron ser tres. Las previsiones apuntaban a que este día 28 haría también escala en A Coruña el buque Hamburg pero una avería obligó a modificar su ruta actual anulando la visita del barco alemán a nuestra ciudad. Una pena.

Primer doblete del año protagonizado por estos dos clásicos de los mares.
(Foto: Jose R. Montero)

Es evidente que la visita de este tipo de navíos siempre tiene un sabor especial. Quizás el motivo sea porque viendo en nuestro puerto a estos buques de discretas dimensiones recuperamos la esencia marinera que se respira en ellos y que tanto nos cuesta encontrar en las enormes construcciones actuales. La tendencia a la gigantización que ha experimentado el sector desde hace varios años provoca que cada vez que una de esas ciudades flotantes visita nuestra dársena nos cueste asimilar que estamos ante un barco y no ante un edificio más del entorno. No sólo es una cuestión de tamaño; en el afán de ofrecer cuantos más camarotes con balcón privado mejor, las líneas esbeltas a las que estábamos acostumbrados se traducen en multitud de cubículos que dan lugar a lo que muchos despectivamente llaman «cajones flotantes».

¿Barco o edificio?. La tendencia actual del sector ha hecho que los buques modernos pierdan casi toda su gracia en el aspecto exterior. En la foto el Anthem of the Seas durante su escala inaugural en Vigo el pasado 24 de abril.
(Foto: Jose R. Montero)

Para apreciar cómo de grande ha sido el salto de magnitud entre los buques de antes, como los que hoy nos ocupan,  y los que se construyen actualmente, baste comparar a nuestros dos protagonistas de la entrada con los dos megabuques que visitaron Vigo y Ferrol este fin de semana, el Anthem of the Seas y el MSC Splendida respectivamente. La capacidad de pasajeros del Saga Pearl II por ejemplo es casi siete veces menos que la del MSC Splendida y la cosa alcanza proporciones faraónicas al hablar de volúmenes, donde el del Anthem of the Seas es más de diez veces mayor que el del Azores.

Los buques pequeños y de líneas clásicas, como el Saga Pearl II, cada día son más escasos de ver surcando los mares
(Foto: Jose R. Montero)

Conozcamos ahora un poco más en profundidad a ambos protagonistas comentado algunos de sus principales datos, empezando por el Azores. Construído en el año 1948 aunque profundamente reformado a principios de los 90, el navío de bandera portuguesa tiene 16.144 toneladas de registro bruto, 160´1 metros de eslora, 21 metros de manga y una capacidad máxima para 552 pasajeros y 300 tripulantes.

El Azores presenta unas líneas que no se corresponden con su edad real debido a que fue totalmente reformado a principios de los 90.

Soplan aires de cambio para el longevo Azores. A punto de cumplir los 67 años de carrera comercial, este barco con más vidas que un gato se embarcará en 2016 en su enésimo proyecto cuando la naviera que lo explota bajo régimen de chárter lo destine al mercado francés para lo cual será rebautizado como Astoria. Un día enumeraré la lista de nombres que ha portado este navío a lo largo de sus casi siete décadas de vida marinera y comprobarán  que recuerda bastante en tamaño a la de los Reyes Godos.

Nueva aventura comercial para el Azores en 2016.

El Saga Pearl II, por su parte es algo mayor en tamaño que su compañero de amarre del pasado martes, aunque no mucho más; 18.591 toneladas de registro bruto, 164´3 metros de eslora, 22´6 metros de manga y en total puede albergar a 602 pasajeros en capacidad máxima con una tripulación de 220 personas. El Saga Pearl II está abanderado en Malta.

(Foto: Jose R. Montero)

En dos cosas coinciden las dos naves que hoy son protagonistas del blog; por un lado en el extenso historial de nombres que ambos han lucido a lo largo de sus respectivas carreras, y por otro en el que el futuro nombre que lucirá el Azores, Astoria, fue portado ya por el Saga Pearl II entre los años 2002 y 2010. Casualidades de la vida.

La naviera Saga Cruises es toda una habitual en A Coruña.
(Foto: Jose R. Montero)

Tras pasar juntos compartiendo atraque más de tres horas, a las tres de la tarde el tándem se deshizo; a esa hora el Azores emprendía camino de nuevo para dirigirse a su próximo destino, Portimao, en el Algarve portugués. Aún le queda pendiente una cita más con nuestra ciudad en este 2015 pero eso será ya en el segundo semestre del año.

(Foto: Jose R. Montero)

El Saga Pearl II permaneció atracado algunas horas más, concretamente hasta las seis de la tarde, momento en el cual soltó amarras para poner proa rumbo a tierras andaluzas, con Almería como puerto de destino y al igual que sucederá con el Azores también este clásico coruñes volver a a recalar en nuestra dársena antes de finalizar el año; será el próximo 23 de diciembre.

El Saga Pearl II salió rumbo a Almería.
(Foto: Jose R. Montero)

No quisiera terminar sin agradecer a mis colegas afotadores Jose Manuel Cereijo y Jose Ricardo Montero su magnífica aportación en forma de fotos para sacar adelante este post. ¡Muchas gracias chicos!