El pasado jueves tuvo lugar una nueva escala en la ciudad dentro del mes con más visitas de cruceros de todo el año. Y no fue una más; se trataba de una escala inaugural a cargo del espectacular Sapphire Princess.

A primera hora de la mañana el Sapphire Princess inscribía su nombre en el libro de ilustres visitantes del puerto herculino. El buque operado por la naviera norteamericana Princess Cruises, la del buque de «Vacaciones en el Mar», trajo a bordo en su debut en A Coruña a algo más de 2.500 cruceristas que estos días se encontraban realizando un crucero de una semana de duración iniciado el pasado día 5 en el puerto de Southampton, su base de operaciones hasta finales de octubre, y que ha incluído escalas en S. Peter Port (isla de Guernsey), Le Verdon (Francia), y Bilbao. A Coruña era la última parada de la singladura antes de regresar al punto de inicio donde los pasajeros, británicos en su mayoría, desembarcaron el pasado sábado.
El Sapphire Princess llegó a la ciudad con la totalidad de sus billetes vendidos.

Como mencioné al principio la escala del Sapphire Princess tiene una mayor relevancia si cabe al tratarse de su estreno en la ría herculina, el segundo del año tras el protagonizado hace unos días por el veterano Ocean Adventurer, aunque bien podríamos considerarlo el primer debut «en serio» ya que la visita del pequeño buque de expedición el pasado día 2 fue una breve escala de poco más de una hora para recoger al pasaje previamente desembarcado, además de por el hecho de que este buque ya había visitado la urbe herculina con otros nombres. Sea el primero o el segundo un estreno es un motivo más que suficiente para que os cuente de manera pormenorizada algunos detalles de este impresionante ingenio flotante que es el Sapphire Princess, comenzando por algunas de sus cifras más destacadas.
Conozcamos mejor a la «Princesa Zafiro»

Construído en los astilleros Mitsubishi Heavy Industries de la ciudad nipona  de Nagasaki y puesto en servicio en mayo de 2004, el Sapphire Princess es un buque de 115.178 toneladas de registro bruto que tiene como dimensiones principales una eslora de 288´3 metros, una manga de 37´5 metros y un calado de 8´5 metros. En sus 13 cubiertas de pasaje esta gigantesca princesa ofrece capacidad para 2.674 pasajeros en doble ocupación gracias a sus 1.337 camarotes de los cuales 750 (el 56% del total) presentan terraza privada. La tripulación la componen 1.238 personas. A mediados de 2014 el Sapphire Princess fue reabanderado y ahora luce enseña británica, con Londres como puerto de registro. Su «callsign» es 2HFZ6.

El Sapphire Princess pertenece a la Grand Class, una prolífica y exitosa familia de navíos compuesta por un total de 11 unidades que surgió en 1998 con la irrupción del por aquel entonces revolucionario y mayor buque del mundo, el Grand Princess. De su original diseño fueron surgiendo el resto de sus hermanos a los que incorporaron diversas variaciones respecto al concepto original, cambios que sirven para clasificar a las 11 unidades en diferentes subclases. Nuestro protagonista de hoy se engloba junto a su gemelo Diamond Princess, construído el mismo año, en la Gem Class y respecto al modelo inicial del Grand Princess la principal variación es la localización de la discoteca SkyWalkers que en el iniciador de la saga aparecía en lo más alto de la popa suspendida a modo de alerón, mientras que en el Sapphire la vemos encastrada por detrás de la chimenea. Este cambio surgió al observarse problemas estructurales en esta cubierta por su disposición tan inusual, lo que acabó obligando en el caso del buque Grand Princess a su reubicación en una posición más convencional. Los buques de la subclase Gem Class son los únicos de toda la famila Grand Class que no fueron construídos en Europa.

La principal diferencia a nivel externo de los integrantes de la Grand Class estriba en la disposición de la discoteca SkyWalkers. En el diseño original como en el Golden Princess (arriba) dicha instalación se sitúa como una especie de alerón en lo alto de la popa. Problemas estructurales obligaron en las unidades siguientes, como en el caso del Sapphire Princess (abajo) a situar esta estructura en una posición más convencional, justo detrás de la chimenea.

(Foto Golden Princess: autor desconocido)

A los que se acercaron en algún momento del pasado jueves a contemplar la imponente estampa del Sapphire Princess no les pasaría desapercibido un detalle que posiblemente sea el rasgo más definitorio de la nave: dos enormes toberas sobresaliendo de los laterales de la chimenea. ¿Acaso el buque lleva propulsión a reacción como los aviones modernos?. ¿El capitán lleva en el puente un botón de ignición que activa esos dos cohetes cuando se le hace tarde?. No, no van por ahí los tiros…
¿Princesa a reacción?

Las estructuras en forma de tobera en lo alto de la chimenea del Sapphire Princess tienen una mera función ornamental, pero además de adornar sirven para identificar el especial sistema de propulsión de este navío. A diferencia de la habitual propulsión diésel-eléctrica comunmente empleada en este tipo de buques, el Sapphire Princess tiene un sistema de propulsión CODAG (iniciales de Combined Diesel and Gas) en el que a mayores de los habituales motores diesel se incorpora una turbina de gas que entra en acción cuando el buque requiere alcanzar altas velocidades. En este sistema los motores diesel van, como es habitual, en la base del barco mientras que la turbina de gas General Electric LM2500+ de 25 MW va situada en lo alto del navío, en la estructura de la chimenea pero, repito, nada tiene que ver con esas toberas que vemos y que son de pega. Este sistema de propulsión se popularizó hace ya muchos años en unidades de guerra, que requieren alcanzar grandes velocidades en momentos puntuales. En el sector crucerístico no está tan extendido apareciendo por primera vez en el año 2000 con la construcción del Celebrity Millenium (que no es un CODAG sino un COGES, o buque con propulsión combinada de gas y vapor). Desde entonces otros navíos han optado por las turbinas siendo el caso más conocido el del mediático Queen Mary 2, que no lleva una sino dos turbinas de gas debido a que por su condición de trasatlántico necesita desarrollar altas velocidades. Cuatro son los buques de la naviera Princess Cruises que tienen propulsión CODAG: son además de nuestro protagonista de hoy, su gemelo Diamond Princess y dos unidades ligeramente más pequeñas, los idénticos Coral y Island Princess. Los 4 lucen esas toberas decorativas que indican su especial tipo de propulsión.
Los buques de la Millenium Class de Celebrity Cruises, como el Celebrity Constellation que vemos en esta foto, fueron los primeros buques de cruceros en incorporar propulsión mediante turbinas si bien se trata de un sistema diferente al que incorpora el Sapphire Princess.
Volviendo al pasado jueves y tras pasar buena parte del día atracado en puerto, a las séis de la tarde el Sapphire Princess dio por concluída su primera visita a la ciudad  soltando amarras y poniendo rumbo a tierras británicas. El buque de Princess Cruises regresará a A Coruña el próximo año, concretamente el 27 mayo.

Salvo
las que indiquen lo contrario, las fotos de esta entrada han sido
realizadas por Diego Veiga. Por favor, respetad la autoría de
todas ellas.