Tras el debut en nuestro puerto del Kristina Katarina el dia anterior, el pasado miércoles 23 de mayo tuvo lugar otra escala inaugural en A Coruña con la visita del Crystal Symphony de la naviera Crystal Cruises. El lujoso buque arribó a las 07:30 horas procedente del puerto de Southampton.

Crystal Cruises no es muy prolija en escalas en nuestra ciudad y hasta la de esta semana sólo figuraban dos escalas realizadas con el  Crystal Serenity en mayo de 2008.

Los dos caballitos de mar, el logo de la naviera, coronan la chimenea
 del Crystal Symphony.

Pese a ser un debutante en nuestra bahía el Crystal Symphony no es ningún «pipiolo» recién salido de algún astillero vanguardista; sin ser tampoco un veterano de los mares este navío fue botado en 1995 en los prestigiosos astilleros Kvaerner-Masa yards de Finlandia y sus dimensiones, que hoy pueden parecer discretas entre tanto coloso, resultaban realmente destacables en aquellos años: 51.044 toneladas de registro bruto, 237.1 metros de eslora, 30.2 metros de manga y 7.6 metros de calado.

(Foto: Manuel Candal)

En lo relativo al diseño cumple con casi todos los cánones de los buques de pasaje construidos a mediados de los 90, con unas líneas todavia de barco-barco alejadas de la tendencia al cajón flotante que impera en los diseños actuales. Pese a tratarse de un buque con casi 20 años de vida cuenta con aspectos realmente reseñables y que en su día fueron muy innovadores, como el hecho de tener la totalidad de sus camarotes (480) exteriores o la presencia de una cubierta retráctil, o «magrodome» en la piscina central que permite el disfrute de esta área con condiciones climáticas adversas.

El «magrodome», o cubierta retráctil permite disfrutar de la piscina 
cuando el tiempo no acompaña.

A simple vista también llama la atención el escaso número de botes salvavidas que lleva a cada banda en proporción a su tamaño pero eso no nos debe llegar a engaño. Evidentemente en los botes del Crystal Symphony hay capacidad para todos los ocupantes que se encuentran a bordo lo que ocurre es que esta es una ciudad flotante con muy pocos habitantes, concretamente 1.010. Casi sería mas exacto decir que más que una ciudad, estamos ante una villa flotante. Esta cifra de pasaje es realmente pequeña si la comparamos con la de otros barcos de dimensiones parecidas a las del Symphony; asi, por ejemplo el Costa Classica, con casi 2.000 toneladas más que el Crystal Symphony  se alcanzan los 1.766 pasajeros, y en el Empress, que es un poco más pequeño, tienen cabida un 2.020 personas.

Esto se traduce en ratio pasajero-tripulante de 1.7,  realmente destacable. Cierto que hay unidades que rebajan esta cifra como pueden ser los buques de las navieras Seabourn o Silversea (que se mueven en ratios de 1.3 y 1.4) pero la verdad es que todos los barcos de estas dos flotas no se acercan ni de lejos al tamaño del Crystal Symphony.

De hecho si en el Crystal Symphony hay una cifra realmente bestial esa es su ratio de espacio-pasajero, o lo que es lo mismo «cuanto barco» le toca a cada pasajero. Con cifras por encima de 40 hablamos de unos estandares de lujo realmente importantes y el del Crystal Symphony llega al 53.1 (por poner un ejemplo los «Queens» de la Cunard no llegan al 50) cifra que en barcos de su tamaño sólo alcanzan los Seven Seas Voyager, y Mariner o su compañero de flota, el Crystal Serenity.

(Foto: Manuel Candal)

 Tras pasar parte de la jornada en tierras gallegas a las 17:00 horas el Crystal Symphony soltó amarras poniendo rumbo hacia la ciudad de Bilbao. De momento este buque no tiene previstas más escalas en nuestro puerto en un futuro próximo.

Para terminar os dejo con el vídeo de la maniobra de salida realizado por mi amigo Jose Montero al que agradezco su colaboración para que este blog salga adelante.


También hago extensibles los agradecimientos a Manuel Candal por prestarme una vez mas sus excepcionales fotos para la elaboración de este post.