Con el creciente número de escalas que cada año se produce en el puerto de A Coruña, cada vez resulta más inusual la llegada de algún buque en visita inaugural a nuestra ciudad. El pasado martes 22 de mayo fue uno de esos dias especiales con la llegada del Kristina Katarina. El pequeño buque, propiedad de la naviera finlandesa Kristina Cruises, llegó a la bahía hacia las 8:00 horas procedente del puerto de Leixoes.

El Kristina Katarina está registrado en el puerto finlandés de Kotka.

Sus dimensiones, a la vista está, son reducidas: el Kristina Katarina tiene un registro bruto de 12.688 toneladas, una eslora de 138 metros, una manga de 21.4 metros y 5.8 metros de calado. En sus 7 cubiertas de pasaje puede albergar en capacidad máxima a 650 pasajeros y su dotación la componen 160 personas.

La historia del Kristina Katarina comienza a finales de la década de los 70, y en un lugar que a día de hoy nos suena a pelicula de espias como es la Union Soviética. Por aquella época los dirigentes del pais ordenaron la construcción de 7 naves de pasaje idénticas, de unas 10.000 toneladas cada una, y que operarían en alguna de las 4 navieras mas importantes del país. Las 7 unidades en cuestión fueron, en orden de construccion: el Georg Ots, el Dmitriy Shostakovich, el Lev Tolstoi, el Kostantin Simonov, el Mikhail Suslov, el Mikhail Sholokhov y el Konstantin Chernenko.

 El Kristina Katarina durante sus primeros años de vida, con el nombre 
de Kostantin Simonov en su amura y la bandera soviética en la chimenea.
(Fuente: faergelejet.dk)

 Nuestro protagonista de hoy fue el cuarto de la serie, el Kostantin Simonov que operó con una hoz y un martillo en su chimenea hasta 1991. Cuando se produjo la desmembración de la U.R.S.S. todas las navieras, que hasta ese momento habían vivido bajo el paraguas estatal, pasaron a manos privadas sufriendo una suerte dispar. La propietaria del Kostantin Simonov, la Baltic Shipping Company no resistió muchos años más y en 1996 se declaró en quiebra quedando toda su flota amarrada a la espera de un eventual comprador. Tras casi 4 años de inactividad, el Simonov fue comprado por Silver Cruises y charteado a la naviera israelí Mano Cruise, que lo rebautizó como The Iris para realizar cruceros por el mediterráneo centrándose en el mercado hebreo. Tras varios años realizando cruceros para esta compañía, la nave pasó a manos de sus actuales propietarios en 2010, que lo sometió a una profunda reforma y lo rebautizó con su actual nombre.

El Kristina Katarina a la salida de la ciudad el pasado dia 22.

De orígenes rusos, pasado israelí y pasaporte actual finlandés, el Kristina Katarina puede presumir sin ningún lugar a dudas de multiculturalidad. De lo que quizás ya no pueda presumir tanto (aunque esto ya es una cuestión de gustos) sea de belleza y es que esta pequeña dama carece de encanto en sus líneas externas motivado quizás por su genética soviética donde la máxima «la función antes que la forma» se seguía a rajatabla.

Cuadrado es la palabra que mejor define al Kristina Katarina: Desde su angulosa popa a su chimenea desproporcionadamente grande, por mucho que lo intentemos no hallaremos una sola línea redondeada en su silueta. Es más; si no nos dijeran que es un barco de pasaje diriamos que se trata de un ferry de quilla a perilla; de hecho fue construido como tal y las rampas para coches situados en los costados junto a la popa nos lo confirman.

Genes de ferry: Nunca puedes ocultar tus orígenes. En el caso del  
Kristina Katarina, los portones de los costados indican a las claras 
sus origenes como ferry.

Tras varias horas en la ciudad el Kristina Katarina reanudó el viaje a las 17:00 horas poniendo rumbo a tierras francesas. Si las previsiones se cumplen volveremos a ver a este pequeño navío por aguas herculinas el próximo 13 de agosto.

(Foto: Manuel Candal)

Por último quiero agradecer a Manuel Candal las fotos tan buenas que me ha suministrado con motivo de esta escala.