Súmmum

En el repaso a las últimas escalas producidas en el puerto herculino en el mes de septiembre hoy toca hablar de una visita muy especial por el prestigio que atesora su protagonista; su nombre es Seven Seas Explorer y permaneció unas horas en A Coruña el pasado viernes.

Procedente de Bilbao el exclusivo buque de la naviera Regent Seven Seas Cruises llegó a la ciudad sobre las 08:00 horas para quedar atracado en el habitual muelle de trasatlánticos. A bordo algo más de 700 pasajeros que no tuvieron suerte en lo climatológico ya que una fina e incesante lluvia fina los acompañó durante toda su estancia, algo que a buen seguro les impidió sacarle todo el partido a su escala en tierras gallegas y llevarse un mejor recuerdo de su paso por este bello rincón del noroeste español.

12 noches era la duración del crucero que trajo al Seven Seas Explorer a la ciudad y que llevaba como sugerente título «World of wine» («el mundo del vino»), todo un viaje enológico que tuvo su punto de partida en Southampton el pasado 22 de septiembre y que hizo escalas en St. Malo, Burdeos, Le Verdon, San Juan de Luz, Bilbao, A Coruña, Leixoes (para visitar Oporto), Lisboa y Cádiz. La singladura finalizó en Barcelona este pasado miércoles. Los cruceristas que quisieran disfrutar de este crucero tenían que presentar dos requisitos: una gran pasión por el vino y una saneada cuenta corriente; los precios de la travesía partían desde los 10.200 euros correspondientes al alojamiento más barato de la nave si bien hay que aclarar que en este buque son todo suites y todas ellas tienen terraza privada.

Construído en los astilleros italianos Fincantieri, en su sede de Sestri Ponente (Génova), el Seven Seas Explorer inició su andadura comercial en julio del pasado año. Hablamos de un buque de 55.254 toneladas de registro bruto que cuenta con unas medidas principales de 224 metros de eslora, 31´1 metros de manga y un calado de 7´1 metros.  De sus 13 cubiertas 10 están dedicadas en exclusiva al pasaje y en ellas se reparten los 375 camarotes que dan a la nave un aforo de 750 personas en acomodación normal. Hay que aclarar que los 375 camarotes no son tal; son todas suites de diversas categorías y cuentan con unos estándares de calidad muy por encima de la media. En el apartado técnico el Explorer equipa la habitual propulsión diésel-eléctrica tan común en este tipo de unidades, con dos hélices de paso fijo que impulsan al navío hasta los 23´5 nudos de velocidad máxima. El buque navega bajo pabellón de las Islas Marshall, con el nombre de su capital, Majuro, como puerto de registro.

 No es un gigante de su especie, está claro. Sus números no dicen gran cosa a simple vista salvo su anormalmente reducida capacidad de pasaje para una unidad de semejante tamaño lo que ya nos pone sobre aviso de que no estamos ante un navío cualquiera; de hecho el Seven Seas Explorer es uno de los buques de cruceros más exclusivos del mundo. Hay muchas características que se le deben exigir a una nave de cruceros para ser considerada como lujosa: uso de materiales nobles, un inmejorable servicio a bordo, etc… pero en alta mar si un aspecto define al lujo y a la exclusividad con mayúsculas es disponer de un gran espacio; de ahí el reducido aforo de esta nave. En los cruceros la manera de expresar cuanto espacio ofrece un buque a cada pasajero es dividiendo el registro bruto de la nave (que aunque se exprese en toneladas da una idea de volumen) por el número de pasajeros. Y de ahí obtenemos que el ratio espacio/pasajero del Seven Seas Explorer es de 73´6 (la marca que suele presentar un buque de corte generalista tipo Costa o Aida está por debajo de 40). No es sólo una marca alta: es desorbitada. Supera a todos los barcos de la industria salvo a uno: el imbatible Europa 2 y su astronómico 83 de ratio. El buque de Hapag Lloyd está considerado desde el año mismo de su botadura como el mejor buque de cruceros del mundo y hasta la aparición de nuestro protagonista de hoy nadie había logrado hacerle sombra. Con esto no digo que el Seven Seas Explorer le haya arrebatado el título al Europa 2 ya que en este tema hay una enorme controversia entre los que afirman que sí lo ha logrado y los que por el contrario creen que el Europa 2 continúa en lo más alto. Otros medios especializados tiran por la calle de enmedio afirmando que no ha lugar a comparaciones entre ambos navíos ya que pertenecen a categorías distintas, considerandose al Explorer como un buque de tamaño medio y al germano un navío pequeño teniendo en cuenta su capacidad de pasaje. Yo no me pienso mojar: para mí son dos espectaculares y lujosísimos barcos de cruceros.

El tiempo no me permite profundizar más en esta nave de ensueño, que daría para escribir 20 ó 30 posts pero como con motivo de su escala inaugural el pasado mes de mayo le dediqué al Explorer dos entradas especiales os recomiendo su lectura para los que queráis encontrar más información sobre el que aspira a ser el rey de los buques de cruceros. Aquí os dejo los dos enlaces:

Volviendo al pasado viernes y tras pasar casi 9 horas atracado en A Coruña finalmente cuando el reloj se acercaba a las séis menos cuarto el Seven Seas Explorer reemprendió su viaje poniendo proa al sur con destino a la dársena de Leixoes. A su salida de la ciudad el lujosísimo navío tuvo que enfrentarse al clásico mar de fondo coruñés, con olas de 3 a 4 metros que hicieron dar unos bonitos pantocazos al buque para regocijo de los shipspotters y aficionados a la fotografía que se acercaron a las inmediaciones de la costa para ver la partida del Explorer. Seguro que los cruceristas que iban a bordo no lo disfrutaron tanto como nosotros. Tras su brillante debut el A Coruña este año, el Seven Seas Explorer  tiene ya confirmadas dos escalas en nuestros muelles, la primera de las cuales se producirá de no suceder ningún cambio el próximo 24 de mayo.